Después de 8 meses de caída, vuelven a subir las escrituras en Capital Federal

La cantidad de escrituras de compraventa de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires -según datos preliminares del Colegio de Escribanos porteño- mostraría una recuperación en marzo: se habrían realizado alrededor de 2.700 operaciones, que representan un incremento del orden del 22% con relación al mismo mes delaño pasado cuando se registraron 2.223 operaciones.
 
Esta es la primera vez desde junio de 2014 que crece la cantidad de escrituras (+19,6%). Desde entonces, se sucedieron ocho meses consecutivos de bajas interanuales.
 
Más allá del porcentaje, que parece elevado, hay que tener en cuenta que con 2.700 escrituras, con esta recuperación interanual marzo de 2015 volvería al mismo nivel que tenía en marzo de 2013 (2.730 operaciones). Además, este nivel de operaciones sigue estando entre los más bajos de la década para el mes de marzo. El pico fue de 6.241 escrituras en 2007.
 
Por otro lado, el acumulado trimestral sigue estando un 2% por debajo del primer trimestre de 2014, según un anticipo de los datos definitivos que se conocerán la semana próxima.
 
En el sector inmobiliario no se animan todavía a pronosticar un cambio de tendencia a partir de estos datos de marzo. Sobre todo porque las condiciones generales no han variado: se mantienen las restricciones para acceder al dólar oficial y las operaciones en pesos siguen sujetas a un alto grado de incertidumbre.
 
De todos modos, hay economistas que vinculan este dato con otros síntomas de una incipiente reactivación. Las expectativas de devaluación en el corto plazo se alejaron desde la colocación del Bonar 2024, razonan. Tal vez la gente esté optando por destinar sus pesos a inmuebles antes que a comprar dólares.
 
Hacia adelante, habrá que ver cómo evoluciona el escenario electoral. Además, existen dudas respecto de cómo puede influir en la actividad inmobiliaria la modificación del Código Civil y Comercial que comenzará a regir en agosto de este año.
 
En este sentido, uno de los puntos sensibles es la "contradicción" que los escribanos detectaron en la redacción final del nuevo código respecto de la moneda de cancelación de las operaciones. Por un lado, aunque no está prohibido fijar el valor en dólares al escriturar un inmueble, el texto valida que el deudor cancele su obligación en "la moneda de curso legal", que es el peso. Pero el artículo 766 establece la obligación de cumplir con lo que dice el contrato: "Si dice dólares, hay que pagar dólares", interpretan los expertos. Pero la realidad es que esta ambigüedad suma incertidumbre a un panorama ya por demás incierto.
 
A esto se agregan cambios que alteran otros usos y costumbres arraigados al momento de las compraventas de inmuebles. Y habrá que ver cómo se adaptan los sujetos involucrados.
 
Por ejemplo, las donaciones de padres a hijos pasarán a ser "reinvindicables", como ocurría sólo en caso de terceros herederos. Así, se podría obligar a dar "marcha atrás" con una donación. Este cambio tiene -según los escribanos- consecuencias que no afectan sólo hacia el interior de una familia sino también de tipo económico, ya que esos títulos suelen ser utilizados como garantías para créditos, entre otras cosas.
 
"Las novedades que trae el nuevo código exceden la costumbre argentina. No creemos que esto paralice las contrataciones, pero requerirá que cada caso sea aclarado por los jueces. Así se irá creando jurisprudencia, aunque eso lleva tiempo, quizás 10 o 20 años", explicó a Clarín la presidenta del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, María Cecilia Herrero de Pratesi.
 
Por lo pronto, frente a las dudas económicas, fiscales y legales que enfrenta el panorama del sector inmobiliario en la Capital Federal, los escribanos se proponen convocar a todos los candidatos a jefe de Gobierno para que ofrezcan su diagnóstico y propuestas de cara a las elecciones del 5 de julio.