¿Por qué la docente privada Sonia Alesso se apoya en los maestros particulares?
Tal vez, su interior le impone también trabajar sindicalmente por y para un sector al que pertenece y hasta del cual debería ser afiliada.
La pregunta fundamental es qué educación defiende Ctera – Amsafe.
La cuestión ideológica, política y construcción de una educación pública, más justa, equitativa y de calidad debería ser su horizonte. Entiendo que es su destino.
Pero si es así ¿por qué coloca a la educación privada en el “escenario” e integra su plan de lucha?. La propuesta de Alesso es una manera indefectible de cultivar y fortalecer la educación de gestión privada. Algo difícil de explicar desde lo ideológico y legitimación de muchos de sus reclamos. Ctera-Amsafe promueve la educación (de gestión) pública y Sadop impulsa la de gestión privada. Otro ensayo sobre esta realidad es desconocer la función misma de cada entidad.
Para esta nueva conducción de Ctera ya no hay pruritos sobre la educación arancelada y los que la representan, es casi un cambio de las bases y entramados constitutivos. Si el sistema educativo nacional fuera compuesto por el 50% de institutos educativos particulares –verbigracia, Capital Federal) podría ser bien visto por Alesso, pues en ellos hay potenciales afiliados de Sadop (sector de baja sindicalización).
No se ha escuchado a Alesso quejarse de la enorme cantidad de dinero que destina el Estado para subsidiar institutos privados. Fondos que tanto hacen falta invertir en la educación de gestión pública. Es una cuestión visceral que podría descubrir latentes posturas mercantilistas de la educación, lejos del conjunto “nacional y popular”.
Es conocido el traslado de alumnos/as de la gestión estatal a la privada. La alternativa de la educación “popular”, en esta nueva realidad que impone “Sonia”, ahora, se encuentra en los colegios privados. ¿Por qué no?.
El martes 5 de abril el diario La Capital publica dichos de la docente particular Alesso: “Aquí estamos Ctera y Sadop pidiendo por una nueva ley de financiamiento para la educación, más dinero pero no para cualquier cosa. Queremos una educación pública, popular”.
Algún analista de temas educativos podría ensayar una pregunta: ¿qué quiso decir?.
El tejido dialéctico confunde bastante. Si junto a Sadop reclama mejor financiamiento educativo está solicitando que el Estado invierta más en Educación de gestión privada.
SI JUNTO A SADOP RECLAMA MEJOR FINANCIAMIENTO EDUCATIVO (ALESSO) ESTÁ SOLICITANDO QUE EL ESTADO INVIERTA MÁS EN EDUCACIÓN DE GESTIÓN PRIVADA.
La incoherencia es absoluta y la llama, en la misma frase que cuenta que “está con Sadop”, a explicar, con el talante del jugador malabarista, que quiere más dinero no para cualquier cosa, sino para invertir en “educación (de gestión) pública, popular”.
Alesso plantea una revolución. Pareciera que pretende cambiar la historia misma de la Ctera que siempre pensó que era mejor abrir una escuela pública que una escuela privada.
En esta versión new age sindical, un sector histórico que defiende la educación gratuita y laica es arrastrado a justificar la incongruencia.
Todo indica que en realidad es política, política sindical conveniente que respondería a fines potencialmente extra gremiales.
¿Se considera “popular” el Colegio "Fisherton de Educación Integral" de Rosario?. ¿Los docentes de este instituto adhieren a los paros convocados por la entidades que conduce Sonia?.
Qué tiene de gratuita y popular –en su matriz- la educación de gestión privada.
Seguro que algún “cuentista” dirá que en muchos colegios privados los alumnos no pagan cuota (o arancel). Pero la realidad indica que si no paga el alumno el Estado destina subsidios al instituto. El Estado, además, en ningún momento es responsable de la administración de la institución sino que (sólo) ejerce un control especial.
Los empleadores son las empresas o instituciones religiosas. Lo que es privado es privado y lo que es público es público.
Alesso tendría un conflicto con el principio aristotélico “de no contradicción”: nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido.
La incognita más fuerte es: ¿la titular de Ctera no debería ser un agente estatal de la educación pública y tener “todas” sus horas o cargos en una escuela estatal previo haber concursado?.
SADOP, POR SU PARTE, NO REPRESENTA LA EDUCACIÓN DE GESTIÓN PÚBLICA.
Hay periodistas que incluyen en sus crónicas en épocas de conflictos a Sadop entre “los sindicatos del sector estatal”. No le hacen un favor a los docentes. Por que se desconoce la realidad de un sector castigado por los despidos y que en las provincias no tienen paritaria propia en la que tengan de contraparte a sus empleadores.
Yerro construido posiblemente con el encanto de algunos dirigentes para existir como tales más allá de la desprotección de los trabajadores de la educación de gestión privada.
Dirigentes que han encontrado una manera de mediatizarse pero que las bases en general no les responden. El paro del 4 de abril es un ejemplo. En las escuelas privadas de todo el país la adhesión al paro fue casi nula.