Mucho más que maldad
Viernes 24 de
Marzo 2017
Amenazaron y extorsionaron a la madre de Marianela Brondino. Agentes de la PDI detuvieron a una adolescente, de 16 años.
“¡Hay que ser muy hijo de puta para hacer esto!”, dice Graciela Brondino contundente y sin perder la calma.
Las palabras brotan de sus entrañas. Y se entiende. Es que hace apenas algunas horas esta mujer volvió a ser víctima de una mente diabólica, que la amenazó y la extorsionó.
Fue a través dos cartas anónimas que dejaron en su propio domicilio de María Selva. En las misivas se le ordenaba entregar una suma de dinero. A cambio le darían el nombre del asesino de su hija.
Primera carta
* “Soy Bruno, el hermano del que mató a tu hija. Quiero que me entregues 50 mil pesos mañana. El dinero lo tenés que llevar a un departamento abandonado que está en Gorostiaga al 1600. Voy a mandar a alguien a buscarlo. No digas nada ni avises a la policía, porque vas a morir junto a tu familia”.
Este texto apareció hace 15 días en la casa de Graciela. “Fue un papel escrito a mano que apareció en la puerta de entrada a mi casa. Me quedé pensando un largo rato, pero al final decidí no hacer la denuncia”, narró hoy en diálogo con El Litoral.
“La carta estaba bien escrita y no tenía ni un solo error de ortografía. Enseguida me surgió la sospecha de que podía ser alguien de acá cerca. Igual no lo podía creer. Hay que ser muy hijo de puta para hacer algo así, sabiendo lo que yo estoy viviendo”, sentenció.
Segunda carta
Pero en la mañana de ayer el malestar se convirtió en terror cuando Graciela encontró una segunda carta.
* “No te hagas la otaria y cumplí con lo pedido, porque si no vas a sufrir graves daños. Ahora tenés que ir a Alberdi al 6000. Dejá 80 mil pesos en billetes de 500. En la puerta hay una bolsa con arena y dejalos ahí. Si no entran en un sobre, utilizá dos. Andá entre las 14 y 16 hs y sé puntual”.
Hubo notables diferencias entre una nota y otra.
- La segunda carta no era manuscrita, sino que había sido redactada e impresa por computadora.
- La suma de dinero que se pedía era mucho mayor.
- Y lo que se incrementó también fue el tenor de las amenazas.
“Me hacían referencia a datos personales y de mi familia muy puntuales. Hasta llamaban por su nombre a mi perrita. Me decían que si no cumplía se iba a armar un ‘alto quilombo’. Las advertencias se extendían también a algunos de mis vecinos a quienes también los nombraban con precisión, incluso a sus mascotas”, narró.
“Por supuesto que entonces ya no tuve dudas”, prosiguió Graciela. “Agarré mis cosas y salí a toda velocidad hacia el Ministerio de Seguridad, donde denuncié todo”, cerró.
“Había que actuar de manera urgente”
Consultado al respecto, el jefe de la Policía de Investigaciones, comisario Mario Monzón explicó que “una vez que recibimos la denuncia de la señora Brondino sabíamos que había que actuar de manera urgente. El tiempo nos apremiaba porque en la nota se decía que la hora de entrega era entre las 14 y las 16.
“Con los datos del momento se dispuso una guardia disimulada en el lugar con personal encubierto. Se dejó un sobre en el lugar indicado y al rato apareció una joven que tomó el sobre e ingresa a un domicilio.
“Se requisó el lugar y secuestramos el sobre en cuestión como así también otros elementos que son de interés para la causa”.
El personal policial que la trasladó la puso a disposición del juez en turno quien ordenó su detención bajo el cargo de “Tentativa de extorsión”.
¿Actuó sola?
* La involucrada en este delicado asunto es una adolescente, de 16 años, que sería hija de un ex compañero de trabajo de la señora Brondino.
Esta jovencita reside no muy lejos del domicilio de la casa de Brondino. Incluso sus familiares habrían participado de las marchas que se hicieron en reclamo de justicia por la muerte de Marianela.
Al enterarse de lo acontecido su padre se mostró sorprendido.
“Resta determinar ahora si esta joven actuó en solitario o quizás inducida por otra persona”, revelaron los pesquisas.
Las palabras brotan de sus entrañas. Y se entiende. Es que hace apenas algunas horas esta mujer volvió a ser víctima de una mente diabólica, que la amenazó y la extorsionó.
Fue a través dos cartas anónimas que dejaron en su propio domicilio de María Selva. En las misivas se le ordenaba entregar una suma de dinero. A cambio le darían el nombre del asesino de su hija.
Primera carta
* “Soy Bruno, el hermano del que mató a tu hija. Quiero que me entregues 50 mil pesos mañana. El dinero lo tenés que llevar a un departamento abandonado que está en Gorostiaga al 1600. Voy a mandar a alguien a buscarlo. No digas nada ni avises a la policía, porque vas a morir junto a tu familia”.
Este texto apareció hace 15 días en la casa de Graciela. “Fue un papel escrito a mano que apareció en la puerta de entrada a mi casa. Me quedé pensando un largo rato, pero al final decidí no hacer la denuncia”, narró hoy en diálogo con El Litoral.
“La carta estaba bien escrita y no tenía ni un solo error de ortografía. Enseguida me surgió la sospecha de que podía ser alguien de acá cerca. Igual no lo podía creer. Hay que ser muy hijo de puta para hacer algo así, sabiendo lo que yo estoy viviendo”, sentenció.
Segunda carta
Pero en la mañana de ayer el malestar se convirtió en terror cuando Graciela encontró una segunda carta.
* “No te hagas la otaria y cumplí con lo pedido, porque si no vas a sufrir graves daños. Ahora tenés que ir a Alberdi al 6000. Dejá 80 mil pesos en billetes de 500. En la puerta hay una bolsa con arena y dejalos ahí. Si no entran en un sobre, utilizá dos. Andá entre las 14 y 16 hs y sé puntual”.
Hubo notables diferencias entre una nota y otra.
- La segunda carta no era manuscrita, sino que había sido redactada e impresa por computadora.
- La suma de dinero que se pedía era mucho mayor.
- Y lo que se incrementó también fue el tenor de las amenazas.
“Me hacían referencia a datos personales y de mi familia muy puntuales. Hasta llamaban por su nombre a mi perrita. Me decían que si no cumplía se iba a armar un ‘alto quilombo’. Las advertencias se extendían también a algunos de mis vecinos a quienes también los nombraban con precisión, incluso a sus mascotas”, narró.
“Por supuesto que entonces ya no tuve dudas”, prosiguió Graciela. “Agarré mis cosas y salí a toda velocidad hacia el Ministerio de Seguridad, donde denuncié todo”, cerró.
“Había que actuar de manera urgente”
Consultado al respecto, el jefe de la Policía de Investigaciones, comisario Mario Monzón explicó que “una vez que recibimos la denuncia de la señora Brondino sabíamos que había que actuar de manera urgente. El tiempo nos apremiaba porque en la nota se decía que la hora de entrega era entre las 14 y las 16.
“Con los datos del momento se dispuso una guardia disimulada en el lugar con personal encubierto. Se dejó un sobre en el lugar indicado y al rato apareció una joven que tomó el sobre e ingresa a un domicilio.
“Se requisó el lugar y secuestramos el sobre en cuestión como así también otros elementos que son de interés para la causa”.
El personal policial que la trasladó la puso a disposición del juez en turno quien ordenó su detención bajo el cargo de “Tentativa de extorsión”.
¿Actuó sola?
* La involucrada en este delicado asunto es una adolescente, de 16 años, que sería hija de un ex compañero de trabajo de la señora Brondino.
Esta jovencita reside no muy lejos del domicilio de la casa de Brondino. Incluso sus familiares habrían participado de las marchas que se hicieron en reclamo de justicia por la muerte de Marianela.
Al enterarse de lo acontecido su padre se mostró sorprendido.
“Resta determinar ahora si esta joven actuó en solitario o quizás inducida por otra persona”, revelaron los pesquisas.
Con información de
ellitoral
