Estudiantes usan las redes sociales para ubicar pensiones seguras
Lunes 09 de
Febrero 2015
A poco de iniciarse el cursado, y ante la falta de información oficial, los estudiantes intercambian datos en las redes. En 2014 una joven contrató una pensión por la web y resultó ser un exprostíbulo.
Faltan algunas semanas para que comiencen las clases en las universidades, pero los cursos de ingreso y las mesas de exámenes generan que gran cantidad de jóvenes lleguen desde otras localidades para comenzar a estudiar. Pese a un preocupante incidente que se vivió el año pasado con una estudiante de Córdoba, la ciudad aún no cuenta con un listado actualizado de las pensiones habilitadas. De hecho, en un sitio web de la Municipalidad solo hay registradas seis.
Ese vacío genera que los estudiantes opten por contratar el alojamiento a través de portales de clasificados en internet. Desde la FUL (Federación Universitaria del Litoral) decidieron armar un grupo en Facebook donde los jóvenes puedan intercambiar información y referencias entre sí y asegurarse de llegar a sitios seguros.
De todas maneras, la secretaria general de la FUL, Alicia Barletta, reconoció que solo un porcentaje pequeño de los jóvenes que llegan a estudiar a Santa Fe optan por pensiones. “La mayoría busca alquilar un departamento solo o conseguir un compañero para hacerlo”, dijo.
Además, Barletta manifestó: “En esta oportunidad lo que hicimos fue recibir a todos los ingresantes en diciembre, cuando realizaban la inscripción, y les comentamos que armamos una red de inquilinos universitarios en Facebook. Ahí vamos poniendo el listado de residencias habilitadas e información sobre los derechos de los inquilinos. Queremos que si tienen algún inconveniente cuenten con nosotros”.
Al respecto señaló que consideran un trabajo conjunto con la Municipalidad lograr la implementación de la ordenanza sancionada el año pasado que regula las pensiones a fin de evitar que haya más inconvenientes. Sobre el listado de pensiones con el que cuentan explicó: “Teníamos información recabada el año pasado. Pero los estudiantes también van realizando aportes y compartiendo la información que tienen”.
El hecho que destapó las falencias
Hace un año, una adolescente llegó sola de Córdoba para instalarse en una pensión que había encontrado por internet. Sin embargo, el inmueble que se anunciaba en el sitio de clasificados era un hotel conectado con una whiskería que había sido clausurado por la Municipalidad unos meses antes, durante un operativo de la Dirección Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas del Ministerio de Seguridad.
Cuando se realizó ese operativo se asistió a seis mujeres en situación de prostitución, se realizaron las detenciones correspondientes y se dio intervención a la Municipalidad que procedió a la clausura del local. Sin embargo, meses después y sin habilitación, el mismo propietario ofrecía ese inmueble como una pensión “solo para señoritas” a través de un portal de clasificados y de cartelería en facultades.
El lugar no había sido modificado –tenía luces rojas, rejas y otros elementos que no se correspondía con lo anunciado– y la joven temió por su seguridad al ver que estaba sola con el propietario. Una vez que pudo salir de allí realizó la denuncia en el área de Trata de Personas de la provincia. Y, después de reunirse con su familia y de desistir de la idea de estudiar en Santa Fe, la chica relató lo sucedido a Diario UNO y compartió las imágenes que tomó dentro del lugar. Allí se ve cómo el interior del local seguía igual a cuando fue clausurado.
El caso desnudó la ausencia de controles municipales sobre las pensiones estudiantiles y la inexistencia de un registro público que sirviera de referencia para la gran cantidad de adolescentes que llegan todos los años a estudiar a una ciudad con tres universidades y una gran cantidad de institutos superiores.
A partir de la angustiante situación que vivió esa joven, el Concejo Municipal –con el apoyo de los cuerpos estudiantiles– aprobó, en octubre, una ordenanza que establece cuáles son los requisitos que deben cumplir esos establecimientos y marca que el Ejecutivo debe elaborar un listado público de los locales habilitados para esa actividad –como ocurre con las colonias de vacaciones, transportes escolares y geriátricos.
Según voceros de la Municipalidad se está dentro de los plazos estipulados en la ordenanza para solicitar a los interesados que se inscriban pero aún no hay una cifra final sobre la cantidad de locales. Una vez que el propietario de cada pensión se presenta ante el Ejecutivo municipal para registrar su local, se dispone del personal oficial para constatar que se cumpla con las medidas dispuestas en la nueva norma.
De todas maneras, la misma fuente no pudo indicar cuántas pensiones son las que ya han realizado ese trámite. En el sitio oficial de la Municipalidad –www.santafeciudad.gov.ar– no está disponible el listado; aunque sí hay uno, con apenas seis pensiones, en www.santafeturismo.gov.ar.
En relación a los controles que se realizan en ese tipo de alojamiento, solo se indicó que los inspectores municipales realizan chequeos periódicos en todos los locales.
El estado actual
El caso del año pasado que despertó el revuelo dejó al descubierto que, pese a la clausura que había realizado la Municipalidad, el dueño del inmueble planificaba seguir utilizándolo para alojar mujeres. La titular de la Dirección Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas, Mónica Viviani, confirmó en febrero de 2014 que el inmueble pertenecía a la misma persona que figuraba como propietario cuando fue cerrado.
Hoy la vieja casona ubicada en 4 de Enero 1956 no cuenta con la faja de clausura y su fachada fue pintada nuevamente. En febrero pasado, cuando la joven llegó sola a ese espacio la casa estaba pintada de celeste y sus aberturas de blanco. Ahora, las paredes son blancas y las aberturas azules. Lo que da cuenta de que, pese a la clausura, su propietario sigue realizando tareas de mantenimiento del espacio.
Desde la Municipalidad aseguraron que la clausura está vigente desde octubre de 2013, aunque aclararon que no es necesario que tengan una faja que lo indique en la puerta. También confirmaron que “no hay indicios de que esté funcionando” algún tipo de actividad comercial allí y que no se ha solicitado ninguna habilitación.
Además aseguraron que, si hubiese algún tipo de movimiento inusual, podría ser detectado por los inspectores municipales en sus controles en distintos puntos de la ciudad.
Ese vacío genera que los estudiantes opten por contratar el alojamiento a través de portales de clasificados en internet. Desde la FUL (Federación Universitaria del Litoral) decidieron armar un grupo en Facebook donde los jóvenes puedan intercambiar información y referencias entre sí y asegurarse de llegar a sitios seguros.
De todas maneras, la secretaria general de la FUL, Alicia Barletta, reconoció que solo un porcentaje pequeño de los jóvenes que llegan a estudiar a Santa Fe optan por pensiones. “La mayoría busca alquilar un departamento solo o conseguir un compañero para hacerlo”, dijo.
Además, Barletta manifestó: “En esta oportunidad lo que hicimos fue recibir a todos los ingresantes en diciembre, cuando realizaban la inscripción, y les comentamos que armamos una red de inquilinos universitarios en Facebook. Ahí vamos poniendo el listado de residencias habilitadas e información sobre los derechos de los inquilinos. Queremos que si tienen algún inconveniente cuenten con nosotros”.
Al respecto señaló que consideran un trabajo conjunto con la Municipalidad lograr la implementación de la ordenanza sancionada el año pasado que regula las pensiones a fin de evitar que haya más inconvenientes. Sobre el listado de pensiones con el que cuentan explicó: “Teníamos información recabada el año pasado. Pero los estudiantes también van realizando aportes y compartiendo la información que tienen”.
El hecho que destapó las falencias
Hace un año, una adolescente llegó sola de Córdoba para instalarse en una pensión que había encontrado por internet. Sin embargo, el inmueble que se anunciaba en el sitio de clasificados era un hotel conectado con una whiskería que había sido clausurado por la Municipalidad unos meses antes, durante un operativo de la Dirección Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas del Ministerio de Seguridad.
Cuando se realizó ese operativo se asistió a seis mujeres en situación de prostitución, se realizaron las detenciones correspondientes y se dio intervención a la Municipalidad que procedió a la clausura del local. Sin embargo, meses después y sin habilitación, el mismo propietario ofrecía ese inmueble como una pensión “solo para señoritas” a través de un portal de clasificados y de cartelería en facultades.
El lugar no había sido modificado –tenía luces rojas, rejas y otros elementos que no se correspondía con lo anunciado– y la joven temió por su seguridad al ver que estaba sola con el propietario. Una vez que pudo salir de allí realizó la denuncia en el área de Trata de Personas de la provincia. Y, después de reunirse con su familia y de desistir de la idea de estudiar en Santa Fe, la chica relató lo sucedido a Diario UNO y compartió las imágenes que tomó dentro del lugar. Allí se ve cómo el interior del local seguía igual a cuando fue clausurado.
El caso desnudó la ausencia de controles municipales sobre las pensiones estudiantiles y la inexistencia de un registro público que sirviera de referencia para la gran cantidad de adolescentes que llegan todos los años a estudiar a una ciudad con tres universidades y una gran cantidad de institutos superiores.
A partir de la angustiante situación que vivió esa joven, el Concejo Municipal –con el apoyo de los cuerpos estudiantiles– aprobó, en octubre, una ordenanza que establece cuáles son los requisitos que deben cumplir esos establecimientos y marca que el Ejecutivo debe elaborar un listado público de los locales habilitados para esa actividad –como ocurre con las colonias de vacaciones, transportes escolares y geriátricos.
Según voceros de la Municipalidad se está dentro de los plazos estipulados en la ordenanza para solicitar a los interesados que se inscriban pero aún no hay una cifra final sobre la cantidad de locales. Una vez que el propietario de cada pensión se presenta ante el Ejecutivo municipal para registrar su local, se dispone del personal oficial para constatar que se cumpla con las medidas dispuestas en la nueva norma.
De todas maneras, la misma fuente no pudo indicar cuántas pensiones son las que ya han realizado ese trámite. En el sitio oficial de la Municipalidad –www.santafeciudad.gov.ar– no está disponible el listado; aunque sí hay uno, con apenas seis pensiones, en www.santafeturismo.gov.ar.
En relación a los controles que se realizan en ese tipo de alojamiento, solo se indicó que los inspectores municipales realizan chequeos periódicos en todos los locales.
El estado actual
El caso del año pasado que despertó el revuelo dejó al descubierto que, pese a la clausura que había realizado la Municipalidad, el dueño del inmueble planificaba seguir utilizándolo para alojar mujeres. La titular de la Dirección Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas, Mónica Viviani, confirmó en febrero de 2014 que el inmueble pertenecía a la misma persona que figuraba como propietario cuando fue cerrado.
Hoy la vieja casona ubicada en 4 de Enero 1956 no cuenta con la faja de clausura y su fachada fue pintada nuevamente. En febrero pasado, cuando la joven llegó sola a ese espacio la casa estaba pintada de celeste y sus aberturas de blanco. Ahora, las paredes son blancas y las aberturas azules. Lo que da cuenta de que, pese a la clausura, su propietario sigue realizando tareas de mantenimiento del espacio.
Desde la Municipalidad aseguraron que la clausura está vigente desde octubre de 2013, aunque aclararon que no es necesario que tengan una faja que lo indique en la puerta. También confirmaron que “no hay indicios de que esté funcionando” algún tipo de actividad comercial allí y que no se ha solicitado ninguna habilitación.
Además aseguraron que, si hubiese algún tipo de movimiento inusual, podría ser detectado por los inspectores municipales en sus controles en distintos puntos de la ciudad.
Con información de
UNO
