Quiénes son los estudiantes de la UBA que ganaron una prestigiosa competencia internacional
Domingo 17 de
Abril 2016
Tienen entre 22 y 24 años. Ganaron una competencia sobre derecho internacional entre 311 facultades de todo el mundo. Es la primera vez que estudiantes de una universidad Latinoamericana logran este premio.
Guillermina Fortunati (24), Juan Massun (22), Juan Ignacio González Mayer (22) e Iván Levy (24) se vienen juntando desde hace 8 meses hasta altas horas de la madrugada y durante los fines de semana para prepararse para la competencia Willem C. Vis de Arbitraje Comercial Internacional que se disputa anualmente en Viena.
En esta nota, cuentan cómo vivieron la competencia en Viena, cómo fue la intensiva preparación y qué sintieron cuando ganaron ante estudiantes de más de 300 universidades de todo el mundo. Además, hablan sobre la importancia del trabajo en equipo y la razón que los llevó a estudiar derecho en la Universidad de Buenos Aires.
¿Cómo vivieron la competencia en Viena?
Guillermina Fortunati: La competencia es un antes y un después en mi vida. Vivimos momentos de mucho estrés y momentos muy divertidos. La experiencia internacional fue increíble: ver miles de estudiantes de todas partes del mundo con el mismo objetivo y ganas de crecer de uno es inspirador. Crecí personal y profesionalmente.
Iván Levy: Competir en un ambiente con 311 universidades de todo el mundo es en sí un logro, pero tener la posibilidad de disputar la final y de ganarla es una sensación indescriptible. Estar representando a la Argentina (siendo que la UBA era el único equipo argentino participando) y poderlo hacer de esta manera no tiene precio.
¿Cómo fue la preparación?Juan Massun: Nos venimos preparando hace 8 meses. Primero hubo un proceso de selección interno de la UBA que duró dos meses, a partir del cual se selecciona a los 4 integrantes del equipo. Luego, una vez seleccionado el equipo, los entrenadores se juntaron con nosotros 2 o 3 veces por semana, y entre los integrantes del equipo nos juntábamos prácticamente todos los días y también los fines de semana. Durante estas sesiones con los entrenadores, normalmente nos juntábamos a las 8 pm, que es cuando ellos salían de trabajar, hasta las 2 o 3 am. Aunque hubo noches en las que, para cumplir con cierto plazo, directamente no hemos dormido.
¿Se imaginaban que podían ganar este premio?
Juan Ignacio González Mayer: En un comienzo, nos parecía literalmente una locura poder ganar entre tantas universidades. Considerábamos un triunfo el pasar de ronda, ya que sólo lo hacen los mejores 64 equipos sobre los 311 participantes.
Pero a medida que nos íbamos preparando, y que nos íbamos midiendo con otros equipos, podíamos notar que nos encontrábamos muy bien y sólidos. Y poco a poco, la idea se fue formando en nuestra cabeza: podíamos llegar lejos.
Nos pusimos el objetivo de superar el máximo histórico de la UBA y llegar a cuartos de final, y luego a semifinales. Cuando llegamos a ese momento, era sólo dar unos pasos más... Y lo logramos.
¿Qué sintieron cuando ganaron?
Juan Ignacio González Mayer: En ese momento, la alegría fue inmensa, indescriptible. Tanto trabajo, tanta dedicación, tantas horas sin dormir, tanto esfuerzo, se condensaron en ese festejo. Creo que aún no somos conscientes de lo que hicimos, y probablemente tendrá que pasar más tiempo.
Juan Massun: La principal sensación cuando anunciaron a UBA como la ganadora fue euforia. Estábamos enfrente de unas 2.000-1.500 personas, que al igual que nosotros habían pasado los últimos 8 meses de sus vidas preparándose para esta competencia, y que a pesar de todo un equipo de la otra punta del mundo supo obtener la victoria.
Con el tiempo, y sobre todo al próximo día, la sensación era otra, era abrumadora. Uno se pone a pensar en las decenas de personas que desde Buenos Aires confiaron en nosotros, que dedicaron su tiempo y su esfuerzo al entrenamiento del equipo, cuando todavía estábamos muy lejos de ganar cualquier cosa. Imaginé que ganar la competencia era una pequeña manera de decir gracias por todo lo que nos dieron, y de que sus sacrificios a favor nuestro no fueron en vano.
¿Cómo se llevaban entre ustedes?
Guillermina Fortunati: El grupo humano es de las mejores cosas que me llevo de este proceso. Juntos compartimos momentos de mucha presión y exigencia, pero también nos divertimos muchísimo. Me quedo con muchas cosas de la competencia Willem C. Vis, pero lo mejor que me llevo es el aprendizaje del valor del trabajo en equipo.
Iván Levy: Nos llevamos excelente. Éste no era solo un gran equipo académico sino un excepcional grupo humano. No tuvimos peleas más allá de algún roce lógico de compartir tanto tiempo juntos. Cada uno aportó para este triunfo a su manera y todos estábamos inmensamente contentos con el resultado final.
Juan Massun: Todos juntos, desde un primer momento nos pusimos como objetivo dar lo mejor de cada uno, sin importar el resultado. "No vinimos a pasear" se convirtió en el lema oficial del equipo UBA. Y efectivamente así lo fue, el viaje a Viena no fue por turismo, sino para traer la copa Vis.
¿Por qué decidieron estudiar derecho?
Guillermina Fortunati (24): Elegí derecho como se elige una carrera a los 17 años, por intuición. Por suerte esa intuición fue acertada, porque hoy ya casi terminando mis estudios de grado puedo decir que realmente es algo que me apasiona. Mi sueño es poder disfrutar lo que hago, seguir encontrando desafíos interesantes y poder usar mi profesión como herramienta de cambio.
Juan Ignacio González Mayer (22): En lo personal, siempre me gustó el área. La ley, la resolución de conflictos, y las distintas estrategias a llevarse adelante. Eso último, en especial, me gusta mucho, y lo disfruté enormemente en ocasión de la competencia. En cuanto a mi sueño, es difícil. Uno se va poniendo metas e intenta alcanzarlas poco a poco. Si tuviera que pensar en algo, mi sueño sería poder trabajar en lo que me gusta, y que mi oficina sea el mundo.
Juan Massun (22): Decidí estudiar derecho porque siempre me gustaron las Humanidades. A diferencia de lo que sucede en las Ciencias Exactas, en las que hay una sola respuesta posible y en la que todos deben llegar a la misma solución, las Humanidades permiten que la idiosincrasia personal de cada uno, las experiencias vividas, tengan una influencia en la solución a la que se arriba. Mi percepción era que el Derecho era a las Humanidades, lo que la Física era a las Ciencias Exactas. El Derecho trata de explicar y/o regular todas las relaciones sociales que tiene el individuo. Y de esta manera, sin saber exactamente que quería hacer de mi vida, entendía que el Derecho me daría una perspectiva global sobre el individuo en sus relaciones sociales con el mundo.
Iván Levy (24): El derecho fue siempre una materia de charla en mi casa, mis dos papas son abogados y aunque no se dedicaron al arbitraje, fue algo que siempre estuvo sobre la mesa. Estudie derecho para algún día tener la posibilidad de colaborar a construir el futuro del país desde la función pública.
Con información de
c5n
