SANTA FE
Investigan caso de abuso sexual contra una niña en barrio Pompeya
Viernes 17 de
Enero 2020
Por estas horas funcionarios judiciales atienden un caso de abuso sexual cometido contra una niña, y por el cual hay un hombre que se encuentra en condición de prófugo.
El gravísimo hecho tuvo por escenario una vivienda de barrio Pompeya y el principal acusado es un hombre de 54 años; pareja de la madre de la víctima, sobre quien ahora pesa un pedido de captura.
“Más que eso”
La madre de la menor tomó contacto con El Litoral y narró los pormenores de la historia.
“De este desastre yo me enteré el viernes pasado hablando con mi hijo de 8 años. El me comentó que había visto una situación rara con su hermana. La llamo a la nena y le pregunto. Al principio negaba todo. Pero después me contó todo.
“Me dijo ‘el se está haciendo el vivo’. Entonces yo le pregunté: ¿qué te hizo... te tocó o fue más que eso? Y la nena me contestó: ‘más que eso’
“Ante esta situación me fui de inmediato hasta la comisaría del barrio. De ahí me mandaron a la Comisaría de la Mujer donde me tomaron la denuncia. La nena fue examinada por el médico quien me confirmó que tenía signos de abuso”, agregó la mujer.
El monstruo en casa
Más adelante la madre de la menor explicó que, tal como ocurre en la mayoría de estos casos, esta debacle la tomó por sorpresa.
“Este hombre vivía conmigo desde hacía unos 10 años. En todo ese tiempo nunca vi nada raro. Al contrario, pese a que no es el padre biológico, siempre se mostró cariñoso y atento con mis hijos. Nunca les pegó. Jamás sospeché nada.
Sin embargo ahora me queda claro que tenía una doble personalidad. Cuando se quedaba solo en casa, sacaba el monstruo que había dentro suyo. Aprovechaba cuando yo me iba”.
Prófugo
En otro tramo la mujer precisó que “desde el mismo viernes que saltó todo, el se fue de casa. También dejó su trabajo”.
El sospechoso -sobre quien ahora pesa un pedido de captura- se desempeñaba como chofer de un camión para transporte de materiales de la construcción.
Por último la mujer manifestó su pesar por la situación de su hija y de toda su familia.
“Si bien hay una orden de restricción para que este hombre no se acerque, yo tengo miedo. El me hace llegar mensajes a través del celular. Ahí me dice que está arrepentido, que cometió un error y que quiere pagar. Que se va a entregar. Pero ya no sé qué pensar”, culminó.
El caso está siendo investigado por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas).
Durante la mañana del viernes las fiscales a cargo de dicha unidad, doctoras Celeste Minitti y Alejandra del Río Ayala, escucharon el relato de la madre de la menor.
“Más que eso”
La madre de la menor tomó contacto con El Litoral y narró los pormenores de la historia.
“De este desastre yo me enteré el viernes pasado hablando con mi hijo de 8 años. El me comentó que había visto una situación rara con su hermana. La llamo a la nena y le pregunto. Al principio negaba todo. Pero después me contó todo.
“Me dijo ‘el se está haciendo el vivo’. Entonces yo le pregunté: ¿qué te hizo... te tocó o fue más que eso? Y la nena me contestó: ‘más que eso’
“Ante esta situación me fui de inmediato hasta la comisaría del barrio. De ahí me mandaron a la Comisaría de la Mujer donde me tomaron la denuncia. La nena fue examinada por el médico quien me confirmó que tenía signos de abuso”, agregó la mujer.
El monstruo en casa
Más adelante la madre de la menor explicó que, tal como ocurre en la mayoría de estos casos, esta debacle la tomó por sorpresa.
“Este hombre vivía conmigo desde hacía unos 10 años. En todo ese tiempo nunca vi nada raro. Al contrario, pese a que no es el padre biológico, siempre se mostró cariñoso y atento con mis hijos. Nunca les pegó. Jamás sospeché nada.
Sin embargo ahora me queda claro que tenía una doble personalidad. Cuando se quedaba solo en casa, sacaba el monstruo que había dentro suyo. Aprovechaba cuando yo me iba”.
Prófugo
En otro tramo la mujer precisó que “desde el mismo viernes que saltó todo, el se fue de casa. También dejó su trabajo”.
El sospechoso -sobre quien ahora pesa un pedido de captura- se desempeñaba como chofer de un camión para transporte de materiales de la construcción.
Por último la mujer manifestó su pesar por la situación de su hija y de toda su familia.
“Si bien hay una orden de restricción para que este hombre no se acerque, yo tengo miedo. El me hace llegar mensajes a través del celular. Ahí me dice que está arrepentido, que cometió un error y que quiere pagar. Que se va a entregar. Pero ya no sé qué pensar”, culminó.
El caso está siendo investigado por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas).
Durante la mañana del viernes las fiscales a cargo de dicha unidad, doctoras Celeste Minitti y Alejandra del Río Ayala, escucharon el relato de la madre de la menor.
Con información de
El Litoral