25 DE ABRIL 2024
ROSARIO
Golpearon salvajemente a un abuelo de 82 años para robarle
Sábado 18 de
Enero 2020
Le pegaron y lo tiraron al piso para robarle el bolso cuando volvía en bicicleta de trabajar. Le dieron 20 puntos de sutura en la nariz
Mario, un abuelo de 82 años, fue salvajemente golpeado en la puerta de su casa para robarle el bolso cuando volvía de trabajar. Como consecuencia del mismo debieron hacerle 20 puntos de sutura en la zona de la nariz.
El ataque fue anoche, cerca de las 22, cuando el hombre regresaba a su casa en bicicleta luego de una jornada de trabajo en la zona de San Luis al 5100, a una cuadra de donde el último sábado, cerca de la medianoche, dos jóvenes quedaron filmados al robar un neumático de un auto en plena calle.
En ese momento, Mario fue abordado por dos sujetos, quienes de mala manera le reclamaron el bolso que llevaba cruzado en el cuerpo, debido a que portaba casco y estaba con la bicicleta. Por ese motivo no reaccionó rápido para dárselo, entonces uno de los delincuentes no tuvo mejor idea que golpearlo.
"Llegué cerca de las 22, entré con la bicicleta. Yo no los vi porque estaba de espaldas cuando aparecieron dos y me pidieron «dame el bolso, dame el bolso». Y yo no me lo podía sacar porque tenía puesto el casco y uno de ellos agarró y me pegó dos o tres veces. Me fui para atrás y me caí y ahí fue cuando me sacó el bolso", relató el hombre de 82 años y de una gran entereza pese a la agresión sufrida.
El ataque y agresión fue en la zona de San Luis al 5100, donde Mario vive en una casa de pasillo junto a su mujer. "En el bolso no tenía nada de valor", contó el abuelo, que tiene golpes en los ojos, en ambos laterales de la cara, a la altura de la mandíbula, un corte profundo y con un hematoma en la nariz, que determinó que le hicieran 20 puntos de sutura.
A Mario no solo le duelen los golpes, sino que señala que será duro para él recuperarse del impacto emocional de lo que vivió. "Tengo que seguir viviendo, no me queda otra. tengo que seguir viviendo con lo que pueda y cómo pueda", contó resignado en diálogo con Telefe Rosario.
"Esto me marca, me deja mal. Tengo una sensación de amargura espantosa, pero estoy vivo y hay que seguir. Le agradezco a Dios que no me haya cortado lo poco que me quedaba, que es la vida", dijo consternado.
En ese marco, ensaya su propio análisis de lo que pasó: "Hay gente que tiene una gran maldad dentro del alma. Hay gente que necesita hacer daño para vivir, tiene que dañar, destruir al otro para conseguir algo".
El ataque fue anoche, cerca de las 22, cuando el hombre regresaba a su casa en bicicleta luego de una jornada de trabajo en la zona de San Luis al 5100, a una cuadra de donde el último sábado, cerca de la medianoche, dos jóvenes quedaron filmados al robar un neumático de un auto en plena calle.
En ese momento, Mario fue abordado por dos sujetos, quienes de mala manera le reclamaron el bolso que llevaba cruzado en el cuerpo, debido a que portaba casco y estaba con la bicicleta. Por ese motivo no reaccionó rápido para dárselo, entonces uno de los delincuentes no tuvo mejor idea que golpearlo.
"Llegué cerca de las 22, entré con la bicicleta. Yo no los vi porque estaba de espaldas cuando aparecieron dos y me pidieron «dame el bolso, dame el bolso». Y yo no me lo podía sacar porque tenía puesto el casco y uno de ellos agarró y me pegó dos o tres veces. Me fui para atrás y me caí y ahí fue cuando me sacó el bolso", relató el hombre de 82 años y de una gran entereza pese a la agresión sufrida.
El ataque y agresión fue en la zona de San Luis al 5100, donde Mario vive en una casa de pasillo junto a su mujer. "En el bolso no tenía nada de valor", contó el abuelo, que tiene golpes en los ojos, en ambos laterales de la cara, a la altura de la mandíbula, un corte profundo y con un hematoma en la nariz, que determinó que le hicieran 20 puntos de sutura.
A Mario no solo le duelen los golpes, sino que señala que será duro para él recuperarse del impacto emocional de lo que vivió. "Tengo que seguir viviendo, no me queda otra. tengo que seguir viviendo con lo que pueda y cómo pueda", contó resignado en diálogo con Telefe Rosario.
"Esto me marca, me deja mal. Tengo una sensación de amargura espantosa, pero estoy vivo y hay que seguir. Le agradezco a Dios que no me haya cortado lo poco que me quedaba, que es la vida", dijo consternado.
En ese marco, ensaya su propio análisis de lo que pasó: "Hay gente que tiene una gran maldad dentro del alma. Hay gente que necesita hacer daño para vivir, tiene que dañar, destruir al otro para conseguir algo".
Con información de
La Capital