Santa Fe, la punta del iceberg de un problema nacional
Martes 25 de
Febrero 2020
Por:
María Herminia Grande
Argentina está atravesada por el estado del Estado. El presidente Alberto Fernández el próximo domingo expondrá -con un probable y cercano acuerdo por la deuda externa- los lineamientos de su gobierno.
En su primer discurso inaugurando el período ordinario del Legislativo, deberá ponerle nombre y apellido a las políticas a concretar para que los sectores involucrados que esperan arrancar, lo logren.
Fernández tiene una parada previa este jueves en Rosario. Al pie del Monumento a la Bandera, Bandera Nacional y Federal, donde delante de los gobernadores el hoy Presidente se definió como el porteño más federal de todos. (Aún es una asignatura pendiente). Pero lo concreto es que sabe que no sólo lo espera Belgrano y su hazaña aún inconclusa –leer sus cartas y sus sueños para esta Argentina doliente-; lo aguarda además el gobernador Omar Perotti, quien ha decidido luchar contra el narcotráfico. Y si Fernández va a Rosario es porque entiende que es el epicentro de un Estado que viene con la misma desorganización desde hace años; Estado que prohijó al delito. El Presidente, lejos de escaparle al tema, le pone el cuerpo, apoyando así las políticas de su gobernador. (Se espera además ansiosamente algún anuncio para esta lucha). Fernández sabe que el arreglo con los deudores internacionales es un punto bisagra para su gobierno, y para el futuro con más o menos pobres, con más o menos oportunidades. El gobernador Perotti sabe que este es un momento bisagra para acorralar y doblegar al delito.
Perotti está monitoreando la ley de Necesidad Pública. Puede que algo del proyecto enviado sea aprobado. O puede que no. De ser así, el 1 de mayo, cuando inaugure el año de sesiones ordinarias al igual que el presidente de la Nación este domingo, marcará su hoja de ruta política. Su voz se tensa cuando afirma: “Prometí el boleto educativo, si no me votan la ley igual algo voy hacer”. Sabe que los chicos deben estar en el cole, no sólo porque es imprescindible en la era del conocimiento, sino que es un paso central ante el peligro de la calle. Tal es la importancia de la educación que el Papa Francisco convoca en junio a Roma a líderes y gobernantes del mundo para generar un nuevo pacto en esta materia. La calle no es el lugar para nadie, mucho menos para menores a merced del narcotráfico. Perotti conoce su diferencia con Alberto Fernández. Si el Presidente acuerda con los acreedores externos, tiene en mano algo palpable para mostrar. El gobernador de Santa Fe, en su lucha contra el narcotráfico, sólo debe tener inquebrantable decisión política. Me dice: “Inicié un camino difícil, donde el Estado que debió haber tenido presencia mucho antes, hace años está desorganizado y tiene enfrente al delito del narcotráfico. Son organizaciones. Aunque resulta increíble, están más organizadas que el propio Estado que las debe combatir. Y esto lleva tiempo. La decisión está tomada. La pelea es ahora. Sé que la sociedad lo va a entender antes que la política y otros sectores”.
El gobernador no ignora que su ministro de Seguridad realiza declaraciones controvertidas. Esta cronista ha entrevistado a distintos actores de la justicia, de la política, de las fuerzas de seguridad. Nadie duda sobre dos condiciones que ostenta Marcelo Sain. En la jerga dicen está limpio; traducido, significa no es corrupto. La otra condición es el conocimiento sobre el tema que abarca. Pero todos consideran que sus declaraciones no ayudan, incluso algunos manifiestan: “Quería ser un superministro y le cuesta limitarse a su área”. Al respecto, el gobernador me dice: “En estos casos lo que importa no son las buenas declaraciones, sino ser un buen colaborador”. Perotti insiste en que la magnitud del delito con epicentro en las ciudades de Rosario y Santa Fe comparada con el resto del país se debe al nivel de organización que alcanzaron las bandas delictivas. Agrega: “El Estado permitió que se montaran pantallas para el lavado de los activos espurios. Parte de la Justicia no ayudó. La mitad de los patrulleros policiales en Rosario están custodiando casas donde habitan narcotraficantes o sus familiares, porque así lo dispuso algún fiscal. Todo lo que hoy vivimos a lo largo y ancho de la bota, esta activación de la inseguridad, asesinatos, robos, secuestros, es parte de la reacción ante nuestra acción. Este principal problema lleva tiempo. Decir la verdad ayuda a dimensionarlo”.
Algunos observadores consultados coinciden en lo correcto del diagnóstico del ministro de Seguridad Sain. Pero creen que falta un plan de contingencia en el mientras tanto. Se espera que el presidente Fernández este jueves, comprendiendo lo que ocurre en Santa Fe, ayude con recursos para la inteligencia criminal, porque el delito sabe de esta carencia, y se ceba.
El otro actor político esencial en esta crónica es el intendente de la ciudad de Rosario -con 41 asesinatos al cierre de este artículo- Pablo Javkin. Me dice: "No hay espacio para peleas entre gobiernos. En este marco no hay derecho a disputas menores de la política. Yo no tengo armas -léase policía propia-, ni fiscales, ni poder judicial. Pongo todo lo que mi municipio puede aportar”.
Los actores intervinientes han reconocido que existen más de 300 móviles policiales absolutamente rotos; que existen 8 mil chalecos policiales vencidos. Y que un sector importante de taxistas que patrullan la ciudad son delivery del narcotráfico.
Tanto el gobernador Perotti como el intendente rosarino Javkin son conscientes de que el tiempo es hoy. Y como en el farwest, la línea divisoria está entre los buenos y los malos. No es una cuestión partidaria, es un delito que deja enormes ganancias y que está en la etapa parasitaria. Según Tokatlian, ocurre cuando el crimen organizado crece tanto que empieza a influir no sólo en el ámbito de la ilicitud y la criminalidad, sino que se desplaza a ámbitos de la legalidad. Combatirlo hoy es evitar que sus representantes lleguen a los poderes de la República. El gobierno nacional sabe que Santa Fe es la punta del iceberg de un problema más grande y nacional, que de no atacarlo en conjunto, la deuda externa y su resolución, pasarán en un tiempo no muy lejano a segundo plano.
Fernández tiene una parada previa este jueves en Rosario. Al pie del Monumento a la Bandera, Bandera Nacional y Federal, donde delante de los gobernadores el hoy Presidente se definió como el porteño más federal de todos. (Aún es una asignatura pendiente). Pero lo concreto es que sabe que no sólo lo espera Belgrano y su hazaña aún inconclusa –leer sus cartas y sus sueños para esta Argentina doliente-; lo aguarda además el gobernador Omar Perotti, quien ha decidido luchar contra el narcotráfico. Y si Fernández va a Rosario es porque entiende que es el epicentro de un Estado que viene con la misma desorganización desde hace años; Estado que prohijó al delito. El Presidente, lejos de escaparle al tema, le pone el cuerpo, apoyando así las políticas de su gobernador. (Se espera además ansiosamente algún anuncio para esta lucha). Fernández sabe que el arreglo con los deudores internacionales es un punto bisagra para su gobierno, y para el futuro con más o menos pobres, con más o menos oportunidades. El gobernador Perotti sabe que este es un momento bisagra para acorralar y doblegar al delito.
Perotti está monitoreando la ley de Necesidad Pública. Puede que algo del proyecto enviado sea aprobado. O puede que no. De ser así, el 1 de mayo, cuando inaugure el año de sesiones ordinarias al igual que el presidente de la Nación este domingo, marcará su hoja de ruta política. Su voz se tensa cuando afirma: “Prometí el boleto educativo, si no me votan la ley igual algo voy hacer”. Sabe que los chicos deben estar en el cole, no sólo porque es imprescindible en la era del conocimiento, sino que es un paso central ante el peligro de la calle. Tal es la importancia de la educación que el Papa Francisco convoca en junio a Roma a líderes y gobernantes del mundo para generar un nuevo pacto en esta materia. La calle no es el lugar para nadie, mucho menos para menores a merced del narcotráfico. Perotti conoce su diferencia con Alberto Fernández. Si el Presidente acuerda con los acreedores externos, tiene en mano algo palpable para mostrar. El gobernador de Santa Fe, en su lucha contra el narcotráfico, sólo debe tener inquebrantable decisión política. Me dice: “Inicié un camino difícil, donde el Estado que debió haber tenido presencia mucho antes, hace años está desorganizado y tiene enfrente al delito del narcotráfico. Son organizaciones. Aunque resulta increíble, están más organizadas que el propio Estado que las debe combatir. Y esto lleva tiempo. La decisión está tomada. La pelea es ahora. Sé que la sociedad lo va a entender antes que la política y otros sectores”.
El gobernador no ignora que su ministro de Seguridad realiza declaraciones controvertidas. Esta cronista ha entrevistado a distintos actores de la justicia, de la política, de las fuerzas de seguridad. Nadie duda sobre dos condiciones que ostenta Marcelo Sain. En la jerga dicen está limpio; traducido, significa no es corrupto. La otra condición es el conocimiento sobre el tema que abarca. Pero todos consideran que sus declaraciones no ayudan, incluso algunos manifiestan: “Quería ser un superministro y le cuesta limitarse a su área”. Al respecto, el gobernador me dice: “En estos casos lo que importa no son las buenas declaraciones, sino ser un buen colaborador”. Perotti insiste en que la magnitud del delito con epicentro en las ciudades de Rosario y Santa Fe comparada con el resto del país se debe al nivel de organización que alcanzaron las bandas delictivas. Agrega: “El Estado permitió que se montaran pantallas para el lavado de los activos espurios. Parte de la Justicia no ayudó. La mitad de los patrulleros policiales en Rosario están custodiando casas donde habitan narcotraficantes o sus familiares, porque así lo dispuso algún fiscal. Todo lo que hoy vivimos a lo largo y ancho de la bota, esta activación de la inseguridad, asesinatos, robos, secuestros, es parte de la reacción ante nuestra acción. Este principal problema lleva tiempo. Decir la verdad ayuda a dimensionarlo”.
Algunos observadores consultados coinciden en lo correcto del diagnóstico del ministro de Seguridad Sain. Pero creen que falta un plan de contingencia en el mientras tanto. Se espera que el presidente Fernández este jueves, comprendiendo lo que ocurre en Santa Fe, ayude con recursos para la inteligencia criminal, porque el delito sabe de esta carencia, y se ceba.
El otro actor político esencial en esta crónica es el intendente de la ciudad de Rosario -con 41 asesinatos al cierre de este artículo- Pablo Javkin. Me dice: "No hay espacio para peleas entre gobiernos. En este marco no hay derecho a disputas menores de la política. Yo no tengo armas -léase policía propia-, ni fiscales, ni poder judicial. Pongo todo lo que mi municipio puede aportar”.
Los actores intervinientes han reconocido que existen más de 300 móviles policiales absolutamente rotos; que existen 8 mil chalecos policiales vencidos. Y que un sector importante de taxistas que patrullan la ciudad son delivery del narcotráfico.
Tanto el gobernador Perotti como el intendente rosarino Javkin son conscientes de que el tiempo es hoy. Y como en el farwest, la línea divisoria está entre los buenos y los malos. No es una cuestión partidaria, es un delito que deja enormes ganancias y que está en la etapa parasitaria. Según Tokatlian, ocurre cuando el crimen organizado crece tanto que empieza a influir no sólo en el ámbito de la ilicitud y la criminalidad, sino que se desplaza a ámbitos de la legalidad. Combatirlo hoy es evitar que sus representantes lleguen a los poderes de la República. El gobierno nacional sabe que Santa Fe es la punta del iceberg de un problema más grande y nacional, que de no atacarlo en conjunto, la deuda externa y su resolución, pasarán en un tiempo no muy lejano a segundo plano.
Con información de
Infobae
El gobierno firmó convenios con municipios y comunas para la construcción de 1000 nuevas aulas con mejor tecnología y comodidades para los alumnos.
— 𝗠𝗮𝘅𝗶 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗿𝗼 (@MaxiRomero22) April 25, 2024
La inversión se realizará supuestamente en el marco del #PlanAbreEscuelas.
NO HUBO REPRESENTACIÓN DOCENTE INVITADA AL EVENTO. Como… pic.twitter.com/eDR3dKEv3V
