Es contradictoria y confusa la información sobre la salud de Trump
Domingo 04 de
Octubre 2020
En medio del torbellino de acontecimientos, fuentes cercanas a Trump dijeron que el mandatario, hospitalizado en el Centro Médico Walter Reed en Bethesda (Maryland), había recibido oxígeno suplementario y experimentó dificultad para respirar.
El misterio que rodea al diagnóstico de coronavirus y la condición del presidente Donald Trump se profundizó después de varias rondas de información confusa y contradictoria de la Casa Blanca y el personal médico del mandatario, coinciden hoy medios estadounidenses.
En medio del torbellino de acontecimientos, fuentes cercanas a Trump dijeron que el mandatario, quien permanece hospitalizado en el Centro Médico Walter Reed en Bethesda, Maryland, había recibido oxígeno suplementario y experimentó dificultad para respirar, una imagen potencialmente preocupante que parecía contradecir las declaraciones más optimistas del médico del jefe de la Casa Blanca y las evaluaciones de que estaba bien que circularon en Twitter y otros sitios virtuales.
El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, habló fuera del Centro Médico Walter Reed sin ofrecer una declaración clara sobre si el presidente había recibido tratamiento con oxígeno, ni la fecha exacta en que comenzó a mostrar síntomas y dio positivo de coronavirus.
Conley sumó confusión al sugerir que Trump había sido diagnosticado el miércoles, no el jueves, según había informado la cuenta oficial, pero luego dijo que se había equivocado.
"El presidente Trump continúa evolucionando bien, habiendo logrado un sustancial progreso desde el diagnóstico, aunque aún no está fuera de peligro, el equipo sigue siendo cautelosamente optimista", añadió.
Poco después, Mark Meadows, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, dio a los periodistas una evaluación mucho más sobria fuera de cámara, calificando los signos vitales de Trump como preocupantes y advirtió que las próximas 48 horas serían fundamentales para el resultado de la enfermedad, informó ABC News.
Trump, enojado con Meadows, y en un esfuerzo por demostrar su vitalidad, ordenó realizar un video y autorizó a su confidente Rudy Giuliani a emitir una declaración en su nombre asegurando que se sentía bien, informó el New York Times.
En el video, Trump defendió su decisión de continuar haciendo campaña y realizando grandes eventos durante la pandemia.
"No tenía otra opción", dijo Trump, quien se negó a cumplir con las recomendaciones básicas de salud pública, incluido el uso de máscaras.
“Tenía que estar al frente. No puedo estar encerrado en una habitación totalmente seguro. Como líder, tienes que afrontar los problemas", manifestó.
También agradeció a su equipo médico y elogió los tratamientos de vanguardia que recibe, comparándolos con "milagros que vienen de Dios".
La atención médica de Trump es muy superior a la del estadounidense promedio, con atención las 24 horas y tratamientos experimentales.
En medio del torbellino de acontecimientos, fuentes cercanas a Trump dijeron que el mandatario, quien permanece hospitalizado en el Centro Médico Walter Reed en Bethesda, Maryland, había recibido oxígeno suplementario y experimentó dificultad para respirar, una imagen potencialmente preocupante que parecía contradecir las declaraciones más optimistas del médico del jefe de la Casa Blanca y las evaluaciones de que estaba bien que circularon en Twitter y otros sitios virtuales.
El médico de la Casa Blanca, Sean Conley, habló fuera del Centro Médico Walter Reed sin ofrecer una declaración clara sobre si el presidente había recibido tratamiento con oxígeno, ni la fecha exacta en que comenzó a mostrar síntomas y dio positivo de coronavirus.
Conley sumó confusión al sugerir que Trump había sido diagnosticado el miércoles, no el jueves, según había informado la cuenta oficial, pero luego dijo que se había equivocado.
"El presidente Trump continúa evolucionando bien, habiendo logrado un sustancial progreso desde el diagnóstico, aunque aún no está fuera de peligro, el equipo sigue siendo cautelosamente optimista", añadió.
Poco después, Mark Meadows, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, dio a los periodistas una evaluación mucho más sobria fuera de cámara, calificando los signos vitales de Trump como preocupantes y advirtió que las próximas 48 horas serían fundamentales para el resultado de la enfermedad, informó ABC News.
Trump, enojado con Meadows, y en un esfuerzo por demostrar su vitalidad, ordenó realizar un video y autorizó a su confidente Rudy Giuliani a emitir una declaración en su nombre asegurando que se sentía bien, informó el New York Times.
En el video, Trump defendió su decisión de continuar haciendo campaña y realizando grandes eventos durante la pandemia.
"No tenía otra opción", dijo Trump, quien se negó a cumplir con las recomendaciones básicas de salud pública, incluido el uso de máscaras.
“Tenía que estar al frente. No puedo estar encerrado en una habitación totalmente seguro. Como líder, tienes que afrontar los problemas", manifestó.
También agradeció a su equipo médico y elogió los tratamientos de vanguardia que recibe, comparándolos con "milagros que vienen de Dios".
La atención médica de Trump es muy superior a la del estadounidense promedio, con atención las 24 horas y tratamientos experimentales.