La crisis moral de Biden en la frontera
Martes 28 de
Septiembre 2021
Desde mediados de septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional ha deportado a unos 4.000 ciudadanos haitianos de la frontera sur de Estados Unidos con México.
Las deportaciones se produjeron tras escenas de multitudes de migrantes, en su mayoría haitianos, que se concentraban en un campamento improvisado cerca del cruce de Del Rio, Texas. En al menos un incidente, algunos de los posibles solicitantes de asilo fueron perseguidos y capturados por agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos a caballo. provocando indignación incluso entre los defensores leales de la agenda más amplia del presidente Biden.
Las autoridades despejaron el campamento, pero aún los críticos de la derecha están furiosos por la decisión de la administración de permitir a miles de haitianos, algunos de los cuales hicieron un viaje transhemisférico desgarrador desde países tan al sur como Chile, la oportunidad de una audiencia con un juez de inmigración para declarar. su caso de asilo. Ven a los recién llegados, de una gama cada vez más diversa de países , como un síntoma del enfoque supuestamente suave de Biden hacia la migración.
Mientras tanto, una Casa Blanca castigada ha luchado por apaciguar a los críticos de la izquierda . Una medida para suspender las patrullas a caballo en la frontera se ganó la burla en las redes sociales, mientras que la decisión de la administración de Biden de deportar a miles de haitianos, algunos de los cuales habían vivido fuera de su país de origen durante años , a un estado en ruinas, asolado por el desastre y plagado de crímenes. Haití vio al enviado especial de Biden a la nación caribeña renunciar en protesta .
“No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados e inmigrantes ilegales haitianos a Haití, un país donde los funcionarios estadounidenses están confinados a recintos seguros debido a los peligros que plantean las bandas armadas que controlan la vida diaria. ”, Escribió Daniel Foote, el enviado, en una carta la semana pasada al secretario de Estado Antony Blinken.
Biden prometió una salida más humana del ultranacionalismo de su predecesor . Su administración anunció recientemente que elevaría el límite de admisiones de refugiados a 125,000 personas para el año fiscal que comienza el 1 de octubre, después de que la administración Trump redujera el reasentamiento a un mínimo. Estados Unidos ahora preside una operación de reasentamiento en expansión , que abarca varios continentes, que involucra a decenas de miles de afganos evacuados de las garras de los talibanes. Pero estos esfuerzos chocan con un cálculo político que obliga a la Casa Blanca a adoptar una línea más dura con los solicitantes de asilo que llegan a la frontera.
"Puede ser que Biden esté tratando de trazar un camino intermedio, dando servicio de boquilla a las preocupaciones procesales de los defensores de los inmigrantes mientras ofrece agresión en lo que inevitablemente será un vano esfuerzo por aplacar a la derecha nativista", escribió el periodista Jonathan M. Katz para The La sección Outlook del Washington Post, que destaca el papel ocasional de Estados Unidos en el fomento de las condiciones de crisis que obligaron a muchos haitianos a abandonar su país a lo largo de los años.
"Para algunos, los primeros siete meses de la administración de Biden han producido un enfoque inconexo que impulsa algunas políticas progresistas mientras favorece otras que restringen la inmigración, especialmente en la frontera", escribió Hamed Aleaziz de BuzzFeed , en un artículo procedente de discusiones con numerosos funcionarios de la administración que trabajan sobre política de inmigración. "Este enfoque, agregaron los funcionarios, refleja una falta de consenso y un esfuerzo aparente para evitar que los republicanos inflijan el máximo daño político mientras evitan alienar a algunos votantes".
"Se centran casi exclusivamente en la detención, la disuasión y, en general, en tratar a los solicitantes de asilo con tanta violencia e inhumanidad como la administración anterior", dijo un funcionario a Aleaziz. "Honestamente, no sé cuánto tiempo más puedo quedarme en [el Departamento de Seguridad Nacional] si esto continúa".
Los defensores de los refugiados y los solicitantes de asilo insisten en que la administración Biden y otras naciones ricas pueden y deben hacer más. En un panel de discusión moderado por Today's WorldView la semana pasada en la Cumbre Anual de Concordia en la ciudad de Nueva York, David Miliband, presidente y director ejecutivo del Comité Internacional de Rescate, sugirió que el discurso estadounidense en su frontera sur estaba sesgado.
"Si usted es Bangladesh", que hace frente a una afluencia reciente de casi 1 millón de refugiados rohingya, "Pakistán", que actualmente alberga a más de 1,4 millones de refugiados afganos registrados, "o Jordania", que ha acogido a más de medio millón de sirios durante la última década. - “Te harías una gran pregunta, si 10,000 o 20,000 o 30,000 personas que llegan al país más rico del mundo constituye una 'crisis'”, dijo Miliband.
Su organización denunció las medidas del gobierno de Biden para deportar a los haitianos que buscan asilo y refugio en medio de la pandemia del coronavirus.
"Hay obligaciones legales internacionales, y mucho menos obligaciones morales", agregó Miliband, señalando la velocidad relativa con la que países como Alemania han podido procesar o rechazar las solicitudes de asilo en comparación con el sistema esclerótico actualmente en vigor en la frontera sur de Estados Unidos. , complicada aún más por la administración Trump. La administración Biden, concluyó, tiene los medios para idear algo más "eficiente y humano".
La crisis actual en Afganistán aún puede estimular nuevas oleadas de refugiados desesperados. Kelly Clements, alta comisionada adjunta de la agencia de la ONU para los refugiados, advirtió en el mismo panel que, si bien el número de afganos que huyen del país actualmente no es muy alto, un colapso económico inminente puede avivar un éxodo a países vecinos como Irán y Pakistán. Podría decirse que están mucho menos equipados para soportar esta carga que las naciones más ricas de otros lugares. “En términos de poder recibir y acoger a posibles nuevos refugiados afganos, [los vecinos de Afganistán] miran esto con bastante escepticismo porque sienten que la comunidad internacional los ha defraudado”, dijo.
Durante la última década, la población de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo se ha duplicado a un récord de 82 millones de personas. “No creo que se pueda ir a ninguna región del mundo que no se vea afectada”, dijo Clements, señalando la necesidad de una mayor respuesta colectiva a medida que los conflictos y el cambio climático desestabilizan a más comunidades.
“Mi frustración es que a menudo tenemos pequeños fragmentos de atención, sobre Venezuela, Siria, Myanmar, cualquiera que sea el tema candente del momento”, dijo. "Pero luego el mundo se da la vuelta".
Las autoridades despejaron el campamento, pero aún los críticos de la derecha están furiosos por la decisión de la administración de permitir a miles de haitianos, algunos de los cuales hicieron un viaje transhemisférico desgarrador desde países tan al sur como Chile, la oportunidad de una audiencia con un juez de inmigración para declarar. su caso de asilo. Ven a los recién llegados, de una gama cada vez más diversa de países , como un síntoma del enfoque supuestamente suave de Biden hacia la migración.
Mientras tanto, una Casa Blanca castigada ha luchado por apaciguar a los críticos de la izquierda . Una medida para suspender las patrullas a caballo en la frontera se ganó la burla en las redes sociales, mientras que la decisión de la administración de Biden de deportar a miles de haitianos, algunos de los cuales habían vivido fuera de su país de origen durante años , a un estado en ruinas, asolado por el desastre y plagado de crímenes. Haití vio al enviado especial de Biden a la nación caribeña renunciar en protesta .
“No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados e inmigrantes ilegales haitianos a Haití, un país donde los funcionarios estadounidenses están confinados a recintos seguros debido a los peligros que plantean las bandas armadas que controlan la vida diaria. ”, Escribió Daniel Foote, el enviado, en una carta la semana pasada al secretario de Estado Antony Blinken.
Biden prometió una salida más humana del ultranacionalismo de su predecesor . Su administración anunció recientemente que elevaría el límite de admisiones de refugiados a 125,000 personas para el año fiscal que comienza el 1 de octubre, después de que la administración Trump redujera el reasentamiento a un mínimo. Estados Unidos ahora preside una operación de reasentamiento en expansión , que abarca varios continentes, que involucra a decenas de miles de afganos evacuados de las garras de los talibanes. Pero estos esfuerzos chocan con un cálculo político que obliga a la Casa Blanca a adoptar una línea más dura con los solicitantes de asilo que llegan a la frontera.
"Puede ser que Biden esté tratando de trazar un camino intermedio, dando servicio de boquilla a las preocupaciones procesales de los defensores de los inmigrantes mientras ofrece agresión en lo que inevitablemente será un vano esfuerzo por aplacar a la derecha nativista", escribió el periodista Jonathan M. Katz para The La sección Outlook del Washington Post, que destaca el papel ocasional de Estados Unidos en el fomento de las condiciones de crisis que obligaron a muchos haitianos a abandonar su país a lo largo de los años.
"Para algunos, los primeros siete meses de la administración de Biden han producido un enfoque inconexo que impulsa algunas políticas progresistas mientras favorece otras que restringen la inmigración, especialmente en la frontera", escribió Hamed Aleaziz de BuzzFeed , en un artículo procedente de discusiones con numerosos funcionarios de la administración que trabajan sobre política de inmigración. "Este enfoque, agregaron los funcionarios, refleja una falta de consenso y un esfuerzo aparente para evitar que los republicanos inflijan el máximo daño político mientras evitan alienar a algunos votantes".
"Se centran casi exclusivamente en la detención, la disuasión y, en general, en tratar a los solicitantes de asilo con tanta violencia e inhumanidad como la administración anterior", dijo un funcionario a Aleaziz. "Honestamente, no sé cuánto tiempo más puedo quedarme en [el Departamento de Seguridad Nacional] si esto continúa".
Los defensores de los refugiados y los solicitantes de asilo insisten en que la administración Biden y otras naciones ricas pueden y deben hacer más. En un panel de discusión moderado por Today's WorldView la semana pasada en la Cumbre Anual de Concordia en la ciudad de Nueva York, David Miliband, presidente y director ejecutivo del Comité Internacional de Rescate, sugirió que el discurso estadounidense en su frontera sur estaba sesgado.
"Si usted es Bangladesh", que hace frente a una afluencia reciente de casi 1 millón de refugiados rohingya, "Pakistán", que actualmente alberga a más de 1,4 millones de refugiados afganos registrados, "o Jordania", que ha acogido a más de medio millón de sirios durante la última década. - “Te harías una gran pregunta, si 10,000 o 20,000 o 30,000 personas que llegan al país más rico del mundo constituye una 'crisis'”, dijo Miliband.
Su organización denunció las medidas del gobierno de Biden para deportar a los haitianos que buscan asilo y refugio en medio de la pandemia del coronavirus.
"Hay obligaciones legales internacionales, y mucho menos obligaciones morales", agregó Miliband, señalando la velocidad relativa con la que países como Alemania han podido procesar o rechazar las solicitudes de asilo en comparación con el sistema esclerótico actualmente en vigor en la frontera sur de Estados Unidos. , complicada aún más por la administración Trump. La administración Biden, concluyó, tiene los medios para idear algo más "eficiente y humano".
La crisis actual en Afganistán aún puede estimular nuevas oleadas de refugiados desesperados. Kelly Clements, alta comisionada adjunta de la agencia de la ONU para los refugiados, advirtió en el mismo panel que, si bien el número de afganos que huyen del país actualmente no es muy alto, un colapso económico inminente puede avivar un éxodo a países vecinos como Irán y Pakistán. Podría decirse que están mucho menos equipados para soportar esta carga que las naciones más ricas de otros lugares. “En términos de poder recibir y acoger a posibles nuevos refugiados afganos, [los vecinos de Afganistán] miran esto con bastante escepticismo porque sienten que la comunidad internacional los ha defraudado”, dijo.
Durante la última década, la población de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo se ha duplicado a un récord de 82 millones de personas. “No creo que se pueda ir a ninguna región del mundo que no se vea afectada”, dijo Clements, señalando la necesidad de una mayor respuesta colectiva a medida que los conflictos y el cambio climático desestabilizan a más comunidades.
“Mi frustración es que a menudo tenemos pequeños fragmentos de atención, sobre Venezuela, Siria, Myanmar, cualquiera que sea el tema candente del momento”, dijo. "Pero luego el mundo se da la vuelta".
Con información de
The Washigton Post
