Un niño le "robó" el solideo del papa Francisco
Jueves 21 de
Octubre 2021
Un niño se robó la atención el miércoles en la audiencia del papa Francisco en el Vaticano, al conseguir sentarse a su lado y llevarse como recompensa un solideo blanco por su persistencia luego de subir al escenario.
Pablo, de diez años, con retraso cognitivo, llegó a Roma con su familia desde San Ferdinando di Puglia y se acercó al Sumo Pontífice con paso tambaleante al inicio de la audiencia en el salón Paulo VI. No causó la alarma de los funcionarios de seguridad, que no intentaron detenerlo.
Estrechó la mano del Papa, saltando frente a él. Cuando se hizo evidente que quería seguir allí por un tiempo, monseñor Leonardo Sapienza, jefe de protocolo, se levantó y le ofreció su silla a la derecha del Santo Padre.
El pequeño, que aplaudió con entusiasmo una vez que se sentó junto a Francisco, entró y salió con libertad del escenario, regresando al centro en varias ocasiones mientras continuaba la audiencia con el Papa leyendo su discurso.
En varias oportunidades se lo observó queriéndole sacar el casquete blanco al Sumo Pontífice, conocido como solideo. Por ello es que los funcionarios le regalaron un casquete similar, lo que motivó el aplauso y las risas de la multitud de varios miles de personas.
Francisco aprovechó la situación para realizar una reflexión: “Cuando este chico tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviese en su casa me acordé de lo que decía Cristo, que tenemos que actuar como niños para ingresar al reino de los cielos. Hay que tener ese valor de acercarse a Dios sin tener miedo y con la sencillez de los niños
"Le agradezco a este niño la lección que nos ha dado a todos. Que el Señor lo ayude con su limitación, a medida que crezca, porque lo que hizo vino del corazón", concluyó el Papa.
Estrechó la mano del Papa, saltando frente a él. Cuando se hizo evidente que quería seguir allí por un tiempo, monseñor Leonardo Sapienza, jefe de protocolo, se levantó y le ofreció su silla a la derecha del Santo Padre.
El pequeño, que aplaudió con entusiasmo una vez que se sentó junto a Francisco, entró y salió con libertad del escenario, regresando al centro en varias ocasiones mientras continuaba la audiencia con el Papa leyendo su discurso.
En varias oportunidades se lo observó queriéndole sacar el casquete blanco al Sumo Pontífice, conocido como solideo. Por ello es que los funcionarios le regalaron un casquete similar, lo que motivó el aplauso y las risas de la multitud de varios miles de personas.
Francisco aprovechó la situación para realizar una reflexión: “Cuando este chico tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviese en su casa me acordé de lo que decía Cristo, que tenemos que actuar como niños para ingresar al reino de los cielos. Hay que tener ese valor de acercarse a Dios sin tener miedo y con la sencillez de los niños
"Le agradezco a este niño la lección que nos ha dado a todos. Que el Señor lo ayude con su limitación, a medida que crezca, porque lo que hizo vino del corazón", concluyó el Papa.
Con información de
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