25 DE ABRIL 2024
Paladini: "Esta situación ya es de hiperinflación"
Viernes 19 de
Mayo 2023
Para conocer su mirada sobre la Argentina, iProfesional entrevistó a Pablo Paladini, vicepresidente de la marca alimenticia con 100 años de historia.
La inflación descontrolada y la escalada del precio del dólar afectan a todos los actores de la economía. En esta tónica, Pablo Paladini, vicepresidente de la icónica marca alimenticia que lleva su apellido y tiene 100 años de vida, no duda en afirmar a iProfesional que "ya estamos en una situación de hiperinflación".
La charla con el empresario que forma parte de la cuarta generación familiar que dirige Paladini, se produjo en la misma localidad donde nació esta firma, allá por 1923, con la elaboración de salames y bondiolas para consumo personal y amigos, en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe.
Hoy esta compañía tiene 3.800 empleados entre directos e indirectos, y posee el 23% del mercado nacional de fiambres y chacinados, llegando a unos 3 millones de hogares por día. De hecho, es el elaborador más grande de Argentina de productos de cerdo.
Asimismo, desde 2011, comenzó a transformarse en una empresa integral de alimentos, ya que incorporó otros productos como salchichas, hamburguesas de carne y pollo, tapas para tartas y empanadas, ravioles, entre otros. También sumó otras marcas a su portafolio, ya que además de Paladini tiene 5 insignias más, que buscan atender distintos segmentos de mercado: L´Abratto, Espuña, Fela, Tívoli y Paladar.
En este marco, Pablo Paladini dialogó cara a cara con iProfesional, donde brindó su opinión sobre el país, del que considera que está atravesando una crisis profunda porque todas las instituciones están cuestionadas.
Además, sostuvo que la inflación es muy alta y afecta a todos, incluyendo a las empresas. Por lo que contó cómo hace la empresa para sortear los problemas que trae la situación actual del país.
Incluso, el entrevistado considera que Argentina está en una hiperinflación y que las restricciones cambiarias ya están impactando en los costos de insumos y maquinaria importada. De hecho, menciona que tuvo un caso de quiebre de stock por la falta de materias primas.
-¿Cómo definiría a la situación del país?
-Creo que estamos en una situación compleja en lo económico, pero quizás el mayor problema, y que no es de este gobierno, sino de los gobiernos o de la sociedad que venimos atravesando hace años, es que tenemos crisis institucionales. Todas las instituciones están cuestionadas. La educación está cuestionada, la Justicia está cuestionada, los empresarios estamos cuestionados, los políticos obviamente están cuestionados. Entonces, es muy difícil poder encontrar un lugar donde, como ciudadano a pie, poder resguardarse, donde se puede decir: "Bueno, tengo una institución o algo que me proteja". Hasta La salud pública está cuestionada por su calidad edilicia.
Está todo cuestionado, entonces es muy difícil poder establecer un punto solo. Estamos en un momento complejo.
-Como empresario, ¿de qué manera le juega esta crisis económica donde la inflación es muy alta?
-Nos afecta a todos también como personas, porque tenemos que trabajar en esto en no ser más parte del problema sino tratar de ser parte de la solución. Eso va muchas veces en detrimento de nuestra rentabilidad como compañía, porque no podemos estar trasladando todo a precio permanentemente. Es una realidad que el bolsillo del consumidor, el bolsillo de todos nosotros, está sumamente castigado. Entonces, no podemos estar trasladando el 100% de la inflación de todos los meses. Bueno, algo tenemos que guardarnos.
Por ello, como compañía, tenemos que trabajar puertas adentro para mejorar nuestros costos, para que no tengamos gastos que sean innecesarios, para poder mantener la rentabilidad y no terminar trasladando todo al precio y poder seguir siendo competitivos en el volumen.
-¿Se puede ser competitivo en este marco económico?
-Sí, se puede ser competitivo. Ojo, la inflación muchas veces también tapa ineficiencias, porque uno traslada precio y hay gente que traslada más a precio de lo que es la inflación real, y entonces se termina generando una pseudo-rentabilidad, pero no es la rentabilidad real. Ahí hay que trabajar mucho en los procesos productivos, en los costos, en los desperdicios. La clave pasa por ahí.
-¿Cuánto repercute tener una inflación de 8,4% mensual?
-Cuesta muchísimo. También tenemos mucha experiencia porque tenemos gerentes históricos dentro de la organización que han vivido la hiperinflación de Alfonsín o la hiperinflación que tuvo también el comienzo del gobierno de Menem, y en eso tenemos que ir viendo sobre cómo trabajar. Pero acá hay que trabajar mucho internamente como compañía, la clave es eso. Ser eficientes, optimizar los lugares, optimizar los fletes, optimizar el uso de materia prima, de insumos, saber qué productos hay que acopiar para protegernos de la inflación y cuáles no.
-Recién comparó las épocas de hiperinflación con el momento actual, ¿piensa que estamos camino a la hiperinflación?
-Creo que sí, creo que esto es una hiperinflación, no son los números de aquellos momentos de fines de los ´80, pero es una hiperinflación porque si analizamos cuáles son los países con mayor inflación del mundo, en ese ranking estamos entre los primeros. Y los que están con una inflación intermedia están en menos de un dígito, es decir, tienen 7 puntos u 8 puntos anuales. Entonces, analicemos Latinoamérica, analicemos Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú: están todos abajo. Entonces, lo nuestro es una hiperinflación porque el mundo no viene con este nivel de precios.
Dólar y cepo cambiario
El cepo cambiario y la amplia brecha cambiaria entre el dólar oficial y las referencias libres también tienen su impacto en la industria. De hecho, desde Paladini mencionan que el 20% de los insumos utilizados son importados, donde se tienen en cuenta ítems como las tripas para hacer embutidos, ganchos para envases, especias que no se consiguen localmente y repuestos de máquinas, que en su mayoría son del exterior.
-¿Cómo los está afectando el cepo cambiario y el incremento del dólar?
-Sí, obviamente que complica la importación, impacta el costo del tipo de cambio y debemos llevarlo al proceso de costos y trabajar a partir de ahí para tener obviamente el menor impacto posible dentro de la compañía.
-¿Tienen problemas para abastecerse de insumos importados?
-Sí, trabajamos también con importadores y a ellos se les está complicando la importación. Hay restricciones que nos ha llegado, a veces, hasta hacer quiebres de stock. En concreto, tuvimos quiebre de stock de un insumo determinado para un producto que lo tuvimos que importar por avión, porque nos lo autorizaron a último momento, y el barco obviamente de Europa no salía. Fue un caso excepcional, pero nos trajo un conflicto en la suba de los gastos.
-¿Y de qué forma están viendo la evolución de la situación porque cada vez hay más restricciones?
-Creo que esto se va a seguir agravando hasta que el Gobierno vea las prioridades necesarias para la producción local y qué cosas son necesarias para la importación perse, porque me asombra ver productos en alguna página web que uno dice: ¿Para qué están importando esto si no me dejan importar lo otro que es fundamental para producir?
-¿Qué medidas están necesitando para ser más competitivos?
-Necesitamos un tipo de cambio que sea lógico, no estoy pidiendo otro nuevo tipo de cambio. Creo que hay que unificar el tipo de cambio. Eso es lo más importante para poder ser lógico en la exportación, aunque obviamente va a salir más cara la importación, pero estamos en un contexto de un tipo de cambio totalmente irreal.
-¿Cuál es el precio de dólar que ustedes necesitan?
-Nosotros trabajamos con el contado con liquidación, por ejemplo. Es un número que tenemos de referencia, no sé si ese es el tipo de cambio real. Hablar del tipo de cambio es hablar de uno de los tantos problemas que tiene Argentina. Nos está faltando un plan económico en serio.
Antes hablábamos de los ´90, ahí hubo un plan económico que también, sacando la parte romántica en la que podíamos viajar por el mundo, fundió a muchas empresas o muchas de ellas tuvieron graves problemas porque nos abrimos al mundo y entraba y salía cualquier insumo o producto.
Ahora necesitamos un plan económico en serio, que establezca cuáles van a ser las reglas en el corto, mediano y largo plazo, que nos ayude a ser previsibles. Es la tarea pendiente que tiene el partido que gane en las próximas elecciones a nivel presidencial.
-Justamente, estamos en un año de elecciones presidenciales, ¿cómo ve el panorama político respecto a lo que viene y cómo puede impactar en la empresa?
-Desde el oficialismo todavía no hay candidatos, hace unos días se bajó la vicepresidenta. Y vemos que hay muchas ideas dando vueltas, pero tampoco veo ningún plan económico. Me gustaría saber quiénes van a ser miembros de este Poder Ejecutivo, tampoco lo sabemos.
Creo que tiene que haber un consenso del que gane, es decir, llamar a la oposición, armar una mesa de diálogo y establecer un plan económico en serio para la Argentina para los próximos 20 años.-
La charla con el empresario que forma parte de la cuarta generación familiar que dirige Paladini, se produjo en la misma localidad donde nació esta firma, allá por 1923, con la elaboración de salames y bondiolas para consumo personal y amigos, en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe.
Hoy esta compañía tiene 3.800 empleados entre directos e indirectos, y posee el 23% del mercado nacional de fiambres y chacinados, llegando a unos 3 millones de hogares por día. De hecho, es el elaborador más grande de Argentina de productos de cerdo.
Asimismo, desde 2011, comenzó a transformarse en una empresa integral de alimentos, ya que incorporó otros productos como salchichas, hamburguesas de carne y pollo, tapas para tartas y empanadas, ravioles, entre otros. También sumó otras marcas a su portafolio, ya que además de Paladini tiene 5 insignias más, que buscan atender distintos segmentos de mercado: L´Abratto, Espuña, Fela, Tívoli y Paladar.
En este marco, Pablo Paladini dialogó cara a cara con iProfesional, donde brindó su opinión sobre el país, del que considera que está atravesando una crisis profunda porque todas las instituciones están cuestionadas.
Además, sostuvo que la inflación es muy alta y afecta a todos, incluyendo a las empresas. Por lo que contó cómo hace la empresa para sortear los problemas que trae la situación actual del país.
Incluso, el entrevistado considera que Argentina está en una hiperinflación y que las restricciones cambiarias ya están impactando en los costos de insumos y maquinaria importada. De hecho, menciona que tuvo un caso de quiebre de stock por la falta de materias primas.
-¿Cómo definiría a la situación del país?
-Creo que estamos en una situación compleja en lo económico, pero quizás el mayor problema, y que no es de este gobierno, sino de los gobiernos o de la sociedad que venimos atravesando hace años, es que tenemos crisis institucionales. Todas las instituciones están cuestionadas. La educación está cuestionada, la Justicia está cuestionada, los empresarios estamos cuestionados, los políticos obviamente están cuestionados. Entonces, es muy difícil poder encontrar un lugar donde, como ciudadano a pie, poder resguardarse, donde se puede decir: "Bueno, tengo una institución o algo que me proteja". Hasta La salud pública está cuestionada por su calidad edilicia.
Está todo cuestionado, entonces es muy difícil poder establecer un punto solo. Estamos en un momento complejo.
-Como empresario, ¿de qué manera le juega esta crisis económica donde la inflación es muy alta?
-Nos afecta a todos también como personas, porque tenemos que trabajar en esto en no ser más parte del problema sino tratar de ser parte de la solución. Eso va muchas veces en detrimento de nuestra rentabilidad como compañía, porque no podemos estar trasladando todo a precio permanentemente. Es una realidad que el bolsillo del consumidor, el bolsillo de todos nosotros, está sumamente castigado. Entonces, no podemos estar trasladando el 100% de la inflación de todos los meses. Bueno, algo tenemos que guardarnos.
Por ello, como compañía, tenemos que trabajar puertas adentro para mejorar nuestros costos, para que no tengamos gastos que sean innecesarios, para poder mantener la rentabilidad y no terminar trasladando todo al precio y poder seguir siendo competitivos en el volumen.
-¿Se puede ser competitivo en este marco económico?
-Sí, se puede ser competitivo. Ojo, la inflación muchas veces también tapa ineficiencias, porque uno traslada precio y hay gente que traslada más a precio de lo que es la inflación real, y entonces se termina generando una pseudo-rentabilidad, pero no es la rentabilidad real. Ahí hay que trabajar mucho en los procesos productivos, en los costos, en los desperdicios. La clave pasa por ahí.
-¿Cuánto repercute tener una inflación de 8,4% mensual?
-Cuesta muchísimo. También tenemos mucha experiencia porque tenemos gerentes históricos dentro de la organización que han vivido la hiperinflación de Alfonsín o la hiperinflación que tuvo también el comienzo del gobierno de Menem, y en eso tenemos que ir viendo sobre cómo trabajar. Pero acá hay que trabajar mucho internamente como compañía, la clave es eso. Ser eficientes, optimizar los lugares, optimizar los fletes, optimizar el uso de materia prima, de insumos, saber qué productos hay que acopiar para protegernos de la inflación y cuáles no.
-Recién comparó las épocas de hiperinflación con el momento actual, ¿piensa que estamos camino a la hiperinflación?
-Creo que sí, creo que esto es una hiperinflación, no son los números de aquellos momentos de fines de los ´80, pero es una hiperinflación porque si analizamos cuáles son los países con mayor inflación del mundo, en ese ranking estamos entre los primeros. Y los que están con una inflación intermedia están en menos de un dígito, es decir, tienen 7 puntos u 8 puntos anuales. Entonces, analicemos Latinoamérica, analicemos Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú: están todos abajo. Entonces, lo nuestro es una hiperinflación porque el mundo no viene con este nivel de precios.
Dólar y cepo cambiario
El cepo cambiario y la amplia brecha cambiaria entre el dólar oficial y las referencias libres también tienen su impacto en la industria. De hecho, desde Paladini mencionan que el 20% de los insumos utilizados son importados, donde se tienen en cuenta ítems como las tripas para hacer embutidos, ganchos para envases, especias que no se consiguen localmente y repuestos de máquinas, que en su mayoría son del exterior.
-¿Cómo los está afectando el cepo cambiario y el incremento del dólar?
-Sí, obviamente que complica la importación, impacta el costo del tipo de cambio y debemos llevarlo al proceso de costos y trabajar a partir de ahí para tener obviamente el menor impacto posible dentro de la compañía.
-¿Tienen problemas para abastecerse de insumos importados?
-Sí, trabajamos también con importadores y a ellos se les está complicando la importación. Hay restricciones que nos ha llegado, a veces, hasta hacer quiebres de stock. En concreto, tuvimos quiebre de stock de un insumo determinado para un producto que lo tuvimos que importar por avión, porque nos lo autorizaron a último momento, y el barco obviamente de Europa no salía. Fue un caso excepcional, pero nos trajo un conflicto en la suba de los gastos.
-¿Y de qué forma están viendo la evolución de la situación porque cada vez hay más restricciones?
-Creo que esto se va a seguir agravando hasta que el Gobierno vea las prioridades necesarias para la producción local y qué cosas son necesarias para la importación perse, porque me asombra ver productos en alguna página web que uno dice: ¿Para qué están importando esto si no me dejan importar lo otro que es fundamental para producir?
-¿Qué medidas están necesitando para ser más competitivos?
-Necesitamos un tipo de cambio que sea lógico, no estoy pidiendo otro nuevo tipo de cambio. Creo que hay que unificar el tipo de cambio. Eso es lo más importante para poder ser lógico en la exportación, aunque obviamente va a salir más cara la importación, pero estamos en un contexto de un tipo de cambio totalmente irreal.
-¿Cuál es el precio de dólar que ustedes necesitan?
-Nosotros trabajamos con el contado con liquidación, por ejemplo. Es un número que tenemos de referencia, no sé si ese es el tipo de cambio real. Hablar del tipo de cambio es hablar de uno de los tantos problemas que tiene Argentina. Nos está faltando un plan económico en serio.
Antes hablábamos de los ´90, ahí hubo un plan económico que también, sacando la parte romántica en la que podíamos viajar por el mundo, fundió a muchas empresas o muchas de ellas tuvieron graves problemas porque nos abrimos al mundo y entraba y salía cualquier insumo o producto.
Ahora necesitamos un plan económico en serio, que establezca cuáles van a ser las reglas en el corto, mediano y largo plazo, que nos ayude a ser previsibles. Es la tarea pendiente que tiene el partido que gane en las próximas elecciones a nivel presidencial.
-Justamente, estamos en un año de elecciones presidenciales, ¿cómo ve el panorama político respecto a lo que viene y cómo puede impactar en la empresa?
-Desde el oficialismo todavía no hay candidatos, hace unos días se bajó la vicepresidenta. Y vemos que hay muchas ideas dando vueltas, pero tampoco veo ningún plan económico. Me gustaría saber quiénes van a ser miembros de este Poder Ejecutivo, tampoco lo sabemos.
Creo que tiene que haber un consenso del que gane, es decir, llamar a la oposición, armar una mesa de diálogo y establecer un plan económico en serio para la Argentina para los próximos 20 años.-
Con información de
IProfesional
