25 DE ABRIL 2024
Dólar y reservas: ¿se termina uno de los beneficios clave para el campo?
Lunes 22 de
Mayo 2023
A fin de mes vence el dólar agro para los exportadores de granos y Economía no tiene en vista, al menos hoy, reformular la herramienta. Seguirá vigente hasta fines de agosto para las economías regionales
A menos de 10 días de que el tipo de cambio especial de $ 300 para la liquidación del agro llegue a su fin, los productores vuelven a meter presión para que el Gobierno habilite un tipo de cambio diferencial, pero el Ministerio de Economía ya tiene tomada una decisión: no habrá una cuarta edición del dólar soja, que en rigor de verdad en esta última etapa se convirtió en dólar agro ya que abarcó a todo el sector.
El argumento que utilizan los productores a la hora de volver a pedir un tratamiento cambiario especial tiene que ver con la sequía. Dicen que les generó una menor producción, por lo que no le pudieron sacar todo el provecho posible a la herramienta.
Pero la decisión del Gobierno está tomada, y hoy las chances de un nuevo dólar soja o dólar agro son nulas, según fuentes consultadas por El Cronista. Esto quiere decir, además, que hay plena confianza en que llegarán los u$s 10.000 millones que se negocian con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lo que vencerá el 31 de mayo próximo, en rigor, será la ventana para que los exportadores de granos (soja, girasol, cebada y sorgo ) aprovechen la cotización especial de $ 300, aunque continuará vigente para las economías regionales hasta el 30 de agosto próximo.
Según referentes del agro, la continuidad de ese segmento no tendrá gran representación en el ingreso de dólares al país, ya que mueven apenas el 10% del total de las exportaciones del agro.
Esta situación, desde ya, no será la ideal para el Gobierno en términos de recaudación de dólares, y los productores quieren sacar provecho de esa necesidad.
Los números oficiales muestran que el dólar agro generó el viernes pasado operaciones por u$s 151 millones, con lo que ya lleva acumulados algo más de u$s 3.000 millones.
Estos movimientos positivos, si bien no son explosivos sobre todo por los efectos de la sequía, le permitieron al Banco Central llegar a la décima jornada consecutiva con saldo positivo y recuperó lo perdido a principios de mayo.
El Central terminó la rueda del viernes pasado con un saldo a favor de más de u$s 100 millones tras su intervención en el mercado oficial de cambios. De este modo, el saldo del mes llega a los cerca de u$s 150 millones.
Los productores entienden que gran parte de este margen de movimientos positivos que tiene el Banco Central se da gracias a la liquidación de granos del sector, por lo que sin ese aporte el BCRA la situación no sería la misma.
Esta situación es la que lleva a los productores a pensar en que un nuevo dólar agro no sería imposible, aunque en Economía insisten en que el dólar soja tiene las horas contadas.
"Los daños que generó la sequía son muy duros e irreversibles; ya no hay forma de pensar que algo puede cambiar", sostuvo a El Cronista una fuente del sector, al momento de argumentar por qué sería necesaria una nueva versión del tipo de cambio especial.
Incluso, al referirse al escenario que se podría plantear hacia adelante en cuanto a la capacidad exportadora del sector "lo peor todavía no se vio", y apunta a junio y julio, donde la situación será todavía más negativa.
Sin embargo, ya sin la motivación de una cotización especial, la ecuación podría ser más compleja.
Más allá de las cuentas que hacen de uno y otro lado al momento de explicar por qué si y por qué no a la medida, todo indica que el nivel que habrá aportado esta tercera y aparentemente última etapa del dólar soja/agro aportará a las arcas oficiales durante el lapso que duró será muy similar a la segunda edición.
En aquella oportunidad -al igual que en la primera, solo con la soja como foco- se habían sumado u$s 3036 millones, una marca que hoy no está tan lejos, y a la que todavía habrá que sumarle el aporte de los tres meses que todavía le quedan de vigencia a las economías regionales.
El argumento que utilizan los productores a la hora de volver a pedir un tratamiento cambiario especial tiene que ver con la sequía. Dicen que les generó una menor producción, por lo que no le pudieron sacar todo el provecho posible a la herramienta.
Pero la decisión del Gobierno está tomada, y hoy las chances de un nuevo dólar soja o dólar agro son nulas, según fuentes consultadas por El Cronista. Esto quiere decir, además, que hay plena confianza en que llegarán los u$s 10.000 millones que se negocian con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lo que vencerá el 31 de mayo próximo, en rigor, será la ventana para que los exportadores de granos (soja, girasol, cebada y sorgo ) aprovechen la cotización especial de $ 300, aunque continuará vigente para las economías regionales hasta el 30 de agosto próximo.
Según referentes del agro, la continuidad de ese segmento no tendrá gran representación en el ingreso de dólares al país, ya que mueven apenas el 10% del total de las exportaciones del agro.
Esta situación, desde ya, no será la ideal para el Gobierno en términos de recaudación de dólares, y los productores quieren sacar provecho de esa necesidad.
Los números oficiales muestran que el dólar agro generó el viernes pasado operaciones por u$s 151 millones, con lo que ya lleva acumulados algo más de u$s 3.000 millones.
Estos movimientos positivos, si bien no son explosivos sobre todo por los efectos de la sequía, le permitieron al Banco Central llegar a la décima jornada consecutiva con saldo positivo y recuperó lo perdido a principios de mayo.
El Central terminó la rueda del viernes pasado con un saldo a favor de más de u$s 100 millones tras su intervención en el mercado oficial de cambios. De este modo, el saldo del mes llega a los cerca de u$s 150 millones.
Los productores entienden que gran parte de este margen de movimientos positivos que tiene el Banco Central se da gracias a la liquidación de granos del sector, por lo que sin ese aporte el BCRA la situación no sería la misma.
Esta situación es la que lleva a los productores a pensar en que un nuevo dólar agro no sería imposible, aunque en Economía insisten en que el dólar soja tiene las horas contadas.
"Los daños que generó la sequía son muy duros e irreversibles; ya no hay forma de pensar que algo puede cambiar", sostuvo a El Cronista una fuente del sector, al momento de argumentar por qué sería necesaria una nueva versión del tipo de cambio especial.
Incluso, al referirse al escenario que se podría plantear hacia adelante en cuanto a la capacidad exportadora del sector "lo peor todavía no se vio", y apunta a junio y julio, donde la situación será todavía más negativa.
Sin embargo, ya sin la motivación de una cotización especial, la ecuación podría ser más compleja.
Más allá de las cuentas que hacen de uno y otro lado al momento de explicar por qué si y por qué no a la medida, todo indica que el nivel que habrá aportado esta tercera y aparentemente última etapa del dólar soja/agro aportará a las arcas oficiales durante el lapso que duró será muy similar a la segunda edición.
En aquella oportunidad -al igual que en la primera, solo con la soja como foco- se habían sumado u$s 3036 millones, una marca que hoy no está tan lejos, y a la que todavía habrá que sumarle el aporte de los tres meses que todavía le quedan de vigencia a las economías regionales.
Con información de
Cronista
