25 DE ABRIL 2024
Los libertarios y la Iglesia: de los intentos para un acercamiento a un nuevo quiebre por las críticas de Milei al Papa
Por:
Maia Jastreblansky
Lunes 18 de
Septiembre 2023
Desde La Libertad Avanza habían buscado un diálogo con los curas villeros antes de la misa de desagravio a Franciso; los dichos de Milei en la entrevista a Carlson dificultan un entendimiento; incertidumbre por el posible viaje del Papa a la Argentina
Hasta el jueves pasado, cuando se conoció la entrevista que Javier Milei le dio al periodista estadounidense Tucker Carlson, algunos en La Libertad Avanza (LLA) trataban de relativizar las fricciones con la Iglesia y caracterizar como extemporánea la misa de desagravio al Papa que organizaron los curas villeros el 5 de septiembre, a raíz de las descalificaciones del líder libertario, quien había llamado a Francisco “nefasto” y “representante del maligno en la Tierra”. Explicaban que el candidato presidencial emitió esos términos ofensivos años atrás y que era un material de archivo que fue reflotado con malicia en redes sociales en el medio de la campaña.
Un referente muy cercano a Milei, de hecho, se comunicó por teléfono con el obispo Gustavo Carrara (vicario general de la arquidiócesis y responsable de la Pastoral de las Villas) antes de que se celebrara la misa en la Villa 21-24. Le transmitió que en LLA hay respeto por el trabajo social que hacen los curas villeros y que existen temas de posibles acuerdos que se podrían trabajar en conjunto.
En LLA querían aclarar, más allá de los dichos de Milei hacia el Papa, cómo es la agenda del libertario hacia los más pobres, otro tema sensible que preocupa a la Iglesia. Y advertir que Milei no está en contra de quienes reciben planes sociales, sino que solo quiere apartar a los intermediarios. Que la eventual supresión de las asignaciones no sería una reforma de primera generación en un eventual gobierno libertario.
Pero un día después de la misa de los curas villeros, Milei le brindó la entrevista a Carlson, controvertido periodista estadounidense que viajó especialmente a Buenos Aires para ver al libertario. Allí, el candidato presidencial de LLA volvió a criticar a Francisco. “El Papa juega políticamente, tiene una fuerte injerencia política y ha demostrado, además, una gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro. Es decir, está del lado de dictaduras sangrientas”, lanzó. La entrevista a Milei -que se publicó este jueves- superó sorpresivamente las 300 millones de visualizaciones en el mundo, más que las que tuvo el reportaje que Carlson le hizo a Donald Trump.
Un estrecho colaborador de Milei intentó enmarcar las declaraciones del candidato presidencial a Carlson. “Javier está en contra del alineamiento político que él entiende que tiene Francisco, pero no es un problema con el papado, de hecho es un gran admirador de Juan Pablo II por su lucha contra el comunismo”, dijo a LA NACION. Y subrayó que la postura de Milei en contra de la legalización del aborto es un punto de encuentro con la Iglesia. “Si tuvieramos un problema con los católicos, Victoria Villarruel no sería candidata a vicepresidenta”, abundó.
La actualización que hizo Milei de su visión sobre el Papa, no obstante, complejiza el acercamiento que habían intentado algunos de sus colaboradores con el sector de la Iglesia que defiende a Francisco. Será difícil que los curas villeros se sienten a hablar con Milei -como hicieron con Sergio Massa y Patricia Bullrich- sin que el libertario pida disculpas públicas. Así lo señaló explícitamente José María Di Paola, el “padre Pepe”. Antes de la entrevista a Carlson, en tanto, también se había pronunciado el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, quien había manifestado que “el Papa es un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión” y “un jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”.
Los dichos de Milei contra el Papa llegan cuando existe una expectativa por un posible viaje de Francisco a la Argentina el año próximo. Antes de las PASO, el pontífice transmitió que la visita al país estaba “en programa” y que “terminadas las elecciones” se podría hacer”. Sin embargo, en el vuelo que lo llevó de regreso al Vaticano desde Mongolia el lunes de la semana pasada, luego de las primarias en la Argentina, Francisco fue consultado sobre una posible visita a Vietnam y otros viajes y advirtió sobre su estado de salud. “Para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay limitaciones para caminar y esto limita. Pero ya veremos”, apuntó.
Acercamiento a las confesiones
Para muchos dirigentes del sector de Milei sería costoso políticamente que el Papa no viajara a la Argentina por la coyuntura política. Hay una pata de La Libertad Avanza, de perfil conservador, que está muy identificada con el catolicismo. Son jóvenes que se integraron al partido de Milei porque el candidato fue enfático en su oposición a la legalización del aborto y tiene en su agenda derogar la ley que habilitó la interrupción voluntaria del embarazo.
Santiago Santurio, que es asesor parlamentario del bloque de Milei en la Cámara de Diputados, participó activamente del movimiento Frente Joven, que ejerció un fuerte activismo Pro Vida durante el debate por la legalización del aborto. Luego creó la organización política Ciudadanos, un grupo que se integró al proyecto de Milei. Santurio es candidato a diputado nacional. Cerca de él trabaja Nahuel Sotelo, que es legislador bonaerense y tiene un rol relevante en la campaña de la provincia de Buenos Aires.
Dentro de los equipos técnicos de Milei, Santurio es quien tiene el rol de tender puentes con los distintos credos ya que tiene buen diálogo con curas y sacerdotes, pero además conoce a algunos referentes evangélicos de la época de la militancia celeste. La boleta de Milei tuvo buena llegada en una parte de la feligresía evangelista. A estos grupos evangélicos que respaldan a Milei se los identifica con un pensamiento neoliberal, afín a Jair Bolsonaro en Brasil, a Trump en Estados Unidos y a otros grupos fundamentalistas en América Central.
En LLA aseguraron a LA NACION que no existió ningún tipo de acuerdo con las federaciones de iglesias evangélicas o con los pastores y señalaron que el fenómeno se da porque muchas de las consignas de Milei interpelan naturalmente a ese sector. Además de la postura antiaborto, su posición en contra de la Educación Sexual Integral (ESI) y su crítica a la “ideología de género”, además de la afinidad con algunas consignas ultraliberales.
“Nosotros no trabajamos por segmentos, como sí hizo Pro, y no nos juntamos con las asociaciones evangélicas. Pero Javier tiene posiciones muy claras en temas sensibles y pudo haber ocurrido que algunos pastores y sus fieles apoyen en su libertad individual”, señalaron en LLA.
En las listas de Milei, no obstante, hubo distintos candidatos evangélicos. La pastora Andrea Almirón de Pauli, que conduce la iglesia “Hay Vida en Jesús” en Río Grande, fue candidata a gobernadora en las últimas elecciones de Tierra del Fuego. Las candidatas a diputadas nacionales Nadia Márquez (de Neuquén) y Lourdes Arrieta (de Mendoza) también se identifican con la fe evangélica.
La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) manifestó que no hubo bendición institucional para ningún candidato y que “ningún partido político puede representar a las iglesias evangélicas”. La figura de Milei, en tanto, genera un fuerte rechazo en la otra entidad del sector, la Federación de Iglesias Evangélicas (FAIE), en la que predominan posturas progresistas y un diálogo con agrupaciones de izquierda y organizaciones de derechos humanos. “No comparten la actitud de agredir e insultar a quienes piensan distinto”, explicó el pastor metodista Néstor Míguez, de larga trayectoria en el campo religioso y social.
Un referente muy cercano a Milei, de hecho, se comunicó por teléfono con el obispo Gustavo Carrara (vicario general de la arquidiócesis y responsable de la Pastoral de las Villas) antes de que se celebrara la misa en la Villa 21-24. Le transmitió que en LLA hay respeto por el trabajo social que hacen los curas villeros y que existen temas de posibles acuerdos que se podrían trabajar en conjunto.
En LLA querían aclarar, más allá de los dichos de Milei hacia el Papa, cómo es la agenda del libertario hacia los más pobres, otro tema sensible que preocupa a la Iglesia. Y advertir que Milei no está en contra de quienes reciben planes sociales, sino que solo quiere apartar a los intermediarios. Que la eventual supresión de las asignaciones no sería una reforma de primera generación en un eventual gobierno libertario.
Pero un día después de la misa de los curas villeros, Milei le brindó la entrevista a Carlson, controvertido periodista estadounidense que viajó especialmente a Buenos Aires para ver al libertario. Allí, el candidato presidencial de LLA volvió a criticar a Francisco. “El Papa juega políticamente, tiene una fuerte injerencia política y ha demostrado, además, una gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro. Es decir, está del lado de dictaduras sangrientas”, lanzó. La entrevista a Milei -que se publicó este jueves- superó sorpresivamente las 300 millones de visualizaciones en el mundo, más que las que tuvo el reportaje que Carlson le hizo a Donald Trump.
Un estrecho colaborador de Milei intentó enmarcar las declaraciones del candidato presidencial a Carlson. “Javier está en contra del alineamiento político que él entiende que tiene Francisco, pero no es un problema con el papado, de hecho es un gran admirador de Juan Pablo II por su lucha contra el comunismo”, dijo a LA NACION. Y subrayó que la postura de Milei en contra de la legalización del aborto es un punto de encuentro con la Iglesia. “Si tuvieramos un problema con los católicos, Victoria Villarruel no sería candidata a vicepresidenta”, abundó.
La actualización que hizo Milei de su visión sobre el Papa, no obstante, complejiza el acercamiento que habían intentado algunos de sus colaboradores con el sector de la Iglesia que defiende a Francisco. Será difícil que los curas villeros se sienten a hablar con Milei -como hicieron con Sergio Massa y Patricia Bullrich- sin que el libertario pida disculpas públicas. Así lo señaló explícitamente José María Di Paola, el “padre Pepe”. Antes de la entrevista a Carlson, en tanto, también se había pronunciado el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, quien había manifestado que “el Papa es un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión” y “un jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”.
Los dichos de Milei contra el Papa llegan cuando existe una expectativa por un posible viaje de Francisco a la Argentina el año próximo. Antes de las PASO, el pontífice transmitió que la visita al país estaba “en programa” y que “terminadas las elecciones” se podría hacer”. Sin embargo, en el vuelo que lo llevó de regreso al Vaticano desde Mongolia el lunes de la semana pasada, luego de las primarias en la Argentina, Francisco fue consultado sobre una posible visita a Vietnam y otros viajes y advirtió sobre su estado de salud. “Para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay limitaciones para caminar y esto limita. Pero ya veremos”, apuntó.
Acercamiento a las confesiones
Para muchos dirigentes del sector de Milei sería costoso políticamente que el Papa no viajara a la Argentina por la coyuntura política. Hay una pata de La Libertad Avanza, de perfil conservador, que está muy identificada con el catolicismo. Son jóvenes que se integraron al partido de Milei porque el candidato fue enfático en su oposición a la legalización del aborto y tiene en su agenda derogar la ley que habilitó la interrupción voluntaria del embarazo.
Santiago Santurio, que es asesor parlamentario del bloque de Milei en la Cámara de Diputados, participó activamente del movimiento Frente Joven, que ejerció un fuerte activismo Pro Vida durante el debate por la legalización del aborto. Luego creó la organización política Ciudadanos, un grupo que se integró al proyecto de Milei. Santurio es candidato a diputado nacional. Cerca de él trabaja Nahuel Sotelo, que es legislador bonaerense y tiene un rol relevante en la campaña de la provincia de Buenos Aires.
Dentro de los equipos técnicos de Milei, Santurio es quien tiene el rol de tender puentes con los distintos credos ya que tiene buen diálogo con curas y sacerdotes, pero además conoce a algunos referentes evangélicos de la época de la militancia celeste. La boleta de Milei tuvo buena llegada en una parte de la feligresía evangelista. A estos grupos evangélicos que respaldan a Milei se los identifica con un pensamiento neoliberal, afín a Jair Bolsonaro en Brasil, a Trump en Estados Unidos y a otros grupos fundamentalistas en América Central.
En LLA aseguraron a LA NACION que no existió ningún tipo de acuerdo con las federaciones de iglesias evangélicas o con los pastores y señalaron que el fenómeno se da porque muchas de las consignas de Milei interpelan naturalmente a ese sector. Además de la postura antiaborto, su posición en contra de la Educación Sexual Integral (ESI) y su crítica a la “ideología de género”, además de la afinidad con algunas consignas ultraliberales.
“Nosotros no trabajamos por segmentos, como sí hizo Pro, y no nos juntamos con las asociaciones evangélicas. Pero Javier tiene posiciones muy claras en temas sensibles y pudo haber ocurrido que algunos pastores y sus fieles apoyen en su libertad individual”, señalaron en LLA.
En las listas de Milei, no obstante, hubo distintos candidatos evangélicos. La pastora Andrea Almirón de Pauli, que conduce la iglesia “Hay Vida en Jesús” en Río Grande, fue candidata a gobernadora en las últimas elecciones de Tierra del Fuego. Las candidatas a diputadas nacionales Nadia Márquez (de Neuquén) y Lourdes Arrieta (de Mendoza) también se identifican con la fe evangélica.
La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) manifestó que no hubo bendición institucional para ningún candidato y que “ningún partido político puede representar a las iglesias evangélicas”. La figura de Milei, en tanto, genera un fuerte rechazo en la otra entidad del sector, la Federación de Iglesias Evangélicas (FAIE), en la que predominan posturas progresistas y un diálogo con agrupaciones de izquierda y organizaciones de derechos humanos. “No comparten la actitud de agredir e insultar a quienes piensan distinto”, explicó el pastor metodista Néstor Míguez, de larga trayectoria en el campo religioso y social.
