Aprender idiomas provoca el mismo placer que el sexo
Sábado 01 de
Noviembre 2014
Según una investigación de varias universidades, estudiar una lengua nueva es capaz de empatar con las relaciones sexuales, comer chocolate o jugar a juegos de azar. Todo está en el cerebro
Investigadores de distintos centros de salud, como el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, la Universidad de Barcelona y de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo (Alemania), concluyeron que al estudiar una lengua nueva, el cerebro utiliza las mismas zonas que se activan con el sexo, la comida, el juego y las drogas.
La investigación, publicada por la revista Current Biology señala que aprender idiomas a edad adulta provoca un estímulo no solo circuitos en los corticales de lenguaje sino también de estriado ventral, que es una de las zonas principales de los circuitos motivacionales y de recompensa.
“El objetivo del trabajo era analizar hasta qué punto aprender un lenguaje podría activar estos circuitos del placer y la recompensa. Por otro lado, que el lenguaje se haya podido sustentar en circuitos de este tipo es una hipótesis interesante desde el punto de vista evolutivo», destacó Pablo Ripollés, autor del estudio “El papel de la recompensa en el aprendizaje de las palabras y su implicacion en la adquisición del idioma”, según publica el citado medio especializado.
Este descubrimiento explicaría, además, por qué las personas adultas mantienen el interés por aprender idiomas en su vida adulta y determinaría el instinto que tienen lo seres humanos por comunicarse.
El estudio se realizó en 36 adultos, en dos imágenes de resonancia magnética en cada uno, que reflejaron que el aprendizaje de una nueva lengua como los juegos de azar activan las mismas partes del cerebro.
Estas investigaciones podrían ayudar a descubrir las claves para el desarrollo de las lenguas humanas, como los motivos individuales en el estudio de las lenguas extranjeras.
La investigación, publicada por la revista Current Biology señala que aprender idiomas a edad adulta provoca un estímulo no solo circuitos en los corticales de lenguaje sino también de estriado ventral, que es una de las zonas principales de los circuitos motivacionales y de recompensa.
“El objetivo del trabajo era analizar hasta qué punto aprender un lenguaje podría activar estos circuitos del placer y la recompensa. Por otro lado, que el lenguaje se haya podido sustentar en circuitos de este tipo es una hipótesis interesante desde el punto de vista evolutivo», destacó Pablo Ripollés, autor del estudio “El papel de la recompensa en el aprendizaje de las palabras y su implicacion en la adquisición del idioma”, según publica el citado medio especializado.
Este descubrimiento explicaría, además, por qué las personas adultas mantienen el interés por aprender idiomas en su vida adulta y determinaría el instinto que tienen lo seres humanos por comunicarse.
El estudio se realizó en 36 adultos, en dos imágenes de resonancia magnética en cada uno, que reflejaron que el aprendizaje de una nueva lengua como los juegos de azar activan las mismas partes del cerebro.
Estas investigaciones podrían ayudar a descubrir las claves para el desarrollo de las lenguas humanas, como los motivos individuales en el estudio de las lenguas extranjeras.
Con información de
rosario3
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