Larga lista de perdedores
“No es pesimista, es un optimista informado”
El socialismo, sectario según Juan Domingo Perón, recurrió a sectores otrora lejanos. Muchos sindicatos apoyaron, trabajaron, para que Miguel Lifschitz sea Gobernador. El puntapié inicial en la “pública” lo dio un sindicato que “educó” sobre el camino a seguir.
La estrategia era demostrar que la política es cosa seria. El debate era una herramienta fundamental, por ejemplo, en el “tópico” educación.
Del Sel fustigó que le metieron miedo a los docentes. Aunque el que esgrimió frases contundentes fue él mismo.
No se puede negar que el radicalismo se convenció finalmente de que era mejor que siguiera el socialismo en el poder antes que el PRO. Rara situación porque a nivel nacional la convención mayoritariamente se fue con “Mauricio”. El mensaje de los primeros días pos PASO era de enojo y “no apoyo” a Lifschitz.
Se tejieron estrategias como nunca. Despacho por despacho el socialismo se arrimó a acercar posiciones.
Mediáticamente había que instalar a Lifschitz en el centro norte. El sur lo conocía. En esa estrategia también cumplieron un rol fundamental ciertos medios y periodistas. Fundamentalmente jóvenes.
Omar Perotti, luego de las PASO sufrió hacer campaña sin dinero. La casa Rosada cerró el grifo. Sin embargo, el candidato a Presidente Daniel Scioli se metió fuerte con su propia imagen, su propia compañera Karina Rabolini, y otros allegados. Redundó en que Perotti fue el candidato que más votos acrecentó. Largó tarde pero peleó con éxito.
Comentarios palaciegos dicen que si “Omar” crecía limaba las posibilidades que Lifschitz tenía de superar a Del Sel.
“Si nos daban uno días más no sé sino ganábamos”, se escuchó decir. El “gringo” de Rafaela aplastó a Miguel del Sel quién sólo pudo crecer alrededor de 20.000 votos. Perotti recuperó muchos votos peronistas que se habían fugado a la esfera de custodia del “cómico”.
El domingo 14 a la noche, el búnker PRO de “Miguel” estaba saturado de personajes políticos de la CABA: Carlos Melconian, María Eugenia Vidal, Esteban Bullrich, Patricia Bullrich, Mauricio Macri, se destacaban. La propia acreditación a periodistas las realizaban personas provenientes “de afuera” de Santa Fe y era muy difícil ingresar para el común.
El sindicalismo cumplió un rol fundamental, a favor de Lifschitz. Operadores y encuestadores relegaron en sus análisis previos a Perotti a un tercer lugar indefectiblemente (finalmente, pese a la excelente elección, fue lo que ocurrió).
Los sindicatos de origen peronista no ven con buenos ojos que Mauricio Macri llegue a Presidente. Igualmente que un delegado local del PRO sea Gobernador.
El único sindicato que puso todo para que Miguel Del Sel gane fue UPCN. Fracasó. El sindicato no es el mismo desde que falleció su máximo líder Alberto Maguid. Algunas opiniones dicen que Jorge Molina “se quemó políticamente” por “un diputado” y “dos concejales”. Asimilan que un gremio tiene fines superiores. Internamente, muchos delegados no apoyaron la decisión por lo bajo y “no trabajaron” la candidatura de Miguel.
En la ciudad de Santa Fe, Sebastián Pignata salió tercero, desplazado por la justiciaslista Silvina Frana con quien no quiso acordar. La Contadora hizo hincapié en su lealtad al partido y principios sosteniendo que “no se cambió de camiseta” y que “sigue siendo peronista”. “Seba” enterró por un largo tiempo sus altas apetencias políticas. Operaciones desdeñables hacían notar que el joven cambió cuatro camisetas en 6 años.
A niveles de la macro política se analiza la jugada de la UPCN local. En estadio nacional se cuestiona que la Seccional de un gremio ultra peronista se haya vestido de amarillo. La Seccional quedó aislada en la jugada.
El peronismo local voraz reconocedor del poder rechaza la vuelta cual hijo pródigo del llamado sector “Producción y Trabajo”. “Fueron”, dicen.
“Al resultar derrotado Del Sel la cascara PRO desaparece como fuerza provincial, pretenderán volver a identificarse como peronistas, pero ya no lo son, si son hombres de bien deben renunciar al PJ”, dijo un dirigente durante la espera de los resultados la noche del domingo
Por otro lado, “demostró lo que da”, dijo jocoso un dirigente cercano que quería más a “Alberto”.
A nivel de Diputados, el PJ no tuvo a la altura de las circunstancias.
El socialista Héctor Cavallero, Luis Rubeo y Leandro Busatto son los grandes “mariscales de la derrota”. Pese a que algunos amigos de los medios los siguen alentado para ablandar el crepúsculo irremediable de quienes han dejado el saldo de la pérdida del poder legislativo.
¿Pretenderán otra vez posicionarse en lugares de decisión y articulación en el partido?. Políticos y militantes de vastos sectores se cansaron.
Aquello de que “hicieron de la derrota su mejor negocio” se repite en el eco de las charlas políticas. Tomó fuerza a la luz de los resultados.
Pese a trabajar con la impronta de la Presidencia de la Cámara, Luis Rubeo y Leandro Busatto llevaron al peronismo, desde los primeros lugares de la lista, a obtener similar cantidad de escaños que el joven Roy López Molina de 29 años.
Se escucha que viajan a Capital Federal e intentan posicionarse “ahora” en el Sciolismo que antaño criticaban. Busatto compone un minúsculo grupo que se da manija desde el departamento La Capital. El acercamiento a las grandes ligas de la política a nivel nacional lo pretenderían a instancia de relaciones de Luis Rubeo padre. A Agustín Rossi se le va terminando la persuasión a medida que se acerca el 10 de diciembre.
En el peronismo se viene una renovación y muchos dicen que este pelotón de dirigentes empezó a ser parte del pasado. El verborrágico Leandro Busatto de pretenso candidato a gobernador terminó vencido (con Rubeo) en las PASO en la categoría –Diputados- frente al socialista Héctor Cavallero.
En la provincia de Santa Fe, desde la Presidencia de la Cámara baja, la dupla Rubeo-Busatto -denunciados por supuesto tráfico de influencias- “fueron los verdaderos socios del frente progresista y lo seguirán siendo”, esgrimen dirigentes críticos. A nivel nacional la consideración política de los perdidosos no sería la mejor.
El rossismo quiere sobrevivir con Agustín Rossi electo Diputado Nacional nuevamente. Cristina “no habla” sobre las listas a legisladores nacionales, su lapicera espera serena sobre el escritorio. Va a ver muchísimas sorpresas.
José Corral nuevamente Intendente de la capital de la provincia, en gran parte a consecuencia de la división del peronismo. UPCN y Sebastián Pignata ocuparon similar rol protagónico que Oscar “Cachi” Martínez en el año 2007. Por entonces, Mario Barletta se coló entre la disputa personal de Martín Balbarrey y “Cachi”. Como dice el filosofo la “historia primero se da como tragedia, luego como comedia”.
Muy digno el trabajo de Silvina Frana. Es la dirigente que superó el sector que la hizo diputada y hoy representa ella misma un cuadro político.
Algunas cuestiones dan aliento a la política. En el Consejo santafesino participaran Juan Cesoni y Sergio Basile. Aire fresco.
El obeidismo se apaga casi sin oxigeno para despertar el fuego. Alejandra Obeid ingresó al Concejo perdiendo una interna a “concejal” con la ex militante 100% santafesino -hoy cercana a Rubeo y Busatto- Marcela Aeberhard. Mario Lacava no ocupará cargos electivos.
Emilio Jatón sigue hablando en los medios como relator de noticias y fue el más votado. El discurso es por momento distante del gobierno provincial, no se hace cargo del sector político en materia de errores, de seguridad asegura no saber y mantiene similar tesis de conducta que Miguel Del Sel cuando explica que va a estudiar los temas.
El gobernador electo deberá trabajar con todos. Porque la legitimidad de origen le viene dada por un tercio de los electores de la invencible Santa Fe.
