Estaba de vacaciones y le desvalijaron la casa
“¡Vengan cuanto antes, porque la ventana de su casa está abierta!”
La frase cayó como un rayo en el seno de una familia que se encontraba de vacaciones. Y nadie necesitó de mayores explicaciones.
“Mi primera reacción fue decirle al vecino que cierre la ventana como pueda, que yo ya emprendía el regreso de inmediato”, dijo hoy Marcos, el dueño de casa, en diálogo con este diario.
Poco antes de las 21 el nombrado llegaba hasta su domicilio, en Pje. Sastre al 700, esto es, detrás de la Universidad Tecnológica Nacional.
Apenas arribó vio que la reja de una ventana estaba violentada. En rigor, el o los intrusos habían arrancado un aplique del enrejado y con ello hicieron el lugar que les permitió ganarse al interior del inmueble.
Es de hacer notar que la abertura no tiene grandes dimensiones. La deducción automática indica que quien ingresó a la finca es alguien de complexión muy delgada.
Desde la vivienda sustrajeron gran cantidad de prendas de vestir; calzados, artículos de cocina; además de numerosos objetos de plata y oro, “alhajas que son en su mayoría recuerdos de familia”, precisaron los damnificados.
Los delincuentes también se llevaron un DVD; una parrilla eléctrica; un set de asador; equipos personales de audio; un LED de 32 pulgadas; un monitor de PC de 24 pulgadas y dinero en efectivo, entre otros elementos.
“En general este es un barrio tranquilo, pero últimamente se está viendo gente extraña circular por acá. Ya sabemos que han entrado en otra casa, y también que ha aumentado el número de robos que se producen en la calle”, dijeron los vecinos entrevistados. Acá siempre tratamos de cuidarnos entre todos, pero bueno, parece que es hora de levantar la guardia para que no nos roben tan seguido”, culminaron.
Heladería
También anoche, un delincuente solitario concretó un golpe en una heladería céntrica.
Eran cerca de las 21 cuando un sujeto ingresó a la sucursal que la heladería Véneto tiene en la esquina de bulevar Gálvez y Güemes.
Sin despertar la mínima sospecha, el hombre se acercó al mostrador y solicitó un cuarto del exquisito producto. Pero mientras la empleada lo estaba preparando, este particular “cliente” sacó a relucir un arma de fuego y encañonó a la mujer.
Luego se apoderó del dinero de la caja para finalmente darse a la fuga a bordo de un remís que lo estaba aguardando en la puerta del comercio.
El hecho quedó denunciado en la Seccional 3a. que interviene por jurisdicción.