SANTA FE | ROSARIO
El incendio en el edificio de Laprida al 900 se cobró una nueva víctima fatal
Lunes 22 de
Febrero 2016
El voraz incendido intencional registrado en Laprida 972 se llevó ayer también la vida Elías Aguirre, de 84 años, después de haber luchado por más de dos semanas en el hospital Italiano, al que ingresó esa mañana trágica del 3 de febrero pasado.
Así, el siniestro se cobró una segunda vida. La primera había sido Elisa Demaría, una mujer de 98 años, que murió por asfixia cuando intentaba alcanzar la azotea.
Según allegados a la familia, la salud de Aguirre comenzó a desmejorar el jueves pasado y falleció en la madrugada de ayer. Elías vivía con su mujer desde hacía más de una década en el cuarto piso del contrafrente del edificio de calle Laprida.
Elías ya había pasado en los últimos meses por una internación, pero el humo inhalado durante el incendio complicó muchísimo su cuadro de salud. “A medida que pasan los días se suman complicaciones y todo parece estar más complicado”, comentaron sus familiares el 6 de febrero.
Para el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el incendio que afectó al edificio de Laprida 972 fue un robo seguido de muerte. La fiscal Mariana Prunotto, en base a las imágenes que surgieron a partir de las cámaras de videovigilancia analizadas, se ve a un hombre que logra abrir el portón del garaje, ingresa, sale minutos después, y tras él se ven los destellos de lo que se presume es el inicio del fuego en el lugar. Todo hace presuponer que el siniestro fue intencional. Pero todavía no hay ningún detenido.
Otros vecinos. A la prioritaria preocupación por la salud de cada uno de los habitantes del lugar, persiste la de la vivienda y la recuperación del edificio como espacio habitable y seguro. El incendio provocó daños estructurales de envergadura.
Desde la Secretaría de Obras Públicas informaron que están avanzando con los trabajos de reparación estructural del edificio. Las tareas de apuntalamiento comenzaron el lunes 15 de febrero y se extenderán por alrededor de un mes. Cuando finalicen los trabajos de apuntalamiento se prevé que será el consorcio el responsable de continuar con las obras de conectividad de servicios como agua, luz y gas y todo lo inherente al funcionamiento general.
Con información de
La Capital