SANTA FE | ROSARIO
Dos policías salvaron a dos jóvenes de un auto envuelto por las llamas en zona sur
Sábado 27 de
Febrero 2016
El deber los llamó y dijeron presente. Sin dudar. Leonardo Lemos y Fabricio Rivas son dos agentes policiales que en la madrugada de ayer rescataron a dos jóvenes de un auto en llamas, luego de un choque con un colectivo, en Serrano e Hilarión de la Quintana, plena zona sur de la ciudad.
Calmos, sabiendo que cumplieron con sus obligaciones, los dos integrantes del Cuerpo de Guardia de Infantería, que estaban realizando adicionales sobre la unidad de transporte público, repasaron sus acciones con La Capital. “Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, y por suerte no hubo que lamentar ningún herido de gravedad”, confiaron satisfechos con su labor.
“Recién estamos cayendo sobre lo que sucedió. Fue una situación complicada. Nosotros somos nuevos en la policía y hace un año que estamos trabajando en la fuerza. Es la primera vez que nos toca vivir una situación así”, comentó Lemos.
“En ese momento no pensamos mucho, la idea fue socorrerlos y salvarles las vidas. Gracias a Dios se logró, sin consecuencias mayores”, agregó Rivas.
Al momento de precisar lo que sucedió en el accidente nocturno, recordaron que “cerca de la 1.15 fue el choque, y ni bien se produjo la colisión comenzaron a salir muchas llamas del auto. Entonces primero bajamos a los dos únicos pasajeros que quedaban arriba del colectivo, después bajó el chofer y luego lo pudimos hacer nosotros”.
“El chofer buscó el matafuego y se dedicó a tratar de extinguir las llamas, y en ese momento salió el joven que estaba del lado del acompañante, que tenía algunos cortes en el rostro. Enseguida mi compañero empezó a tratar de sacar al que quedaba adentro del auto, que era uno solo y estaba atrapado. Ahí pegamos varios tirones para sacarlo, y entre los dos lo pudimos llevar hasta la vereda”, se encargó de ampliar Lemos.
Mientras Juan C., el joven de 23 años que rescataron del lado del conductor, estaba en la vereda, acudió personal del Comando Radioeléctrico de Rosario, que colaboró activamente, le brindaron los primeros auxilios a los accidentados y los trasladaron al Hospital Roque Sáenz Peña, uno de los centros de salud más importantes de la zona sur de la ciudad.
Los policías apuntaron que se encontraban sobre el interno 38 de la línea 122 del transporte urbano debido a que “estábamos haciendo adicionales. La línea 122 cuenta con ese servicio de noche, por seguridad, y nosotros estábamos tratando de cuidar al chofer y a los pasajeros”.
Acerca de las particularidades del choque, los agentes señalaron que “el colectivo iba cruzando por calle Serrano, y la Chevrolet Meriva venía muy rápido. Cuando bajamos vimos que no había ningún tipo de indicios sobre una frenada, ni nada por el estilo. No sabemos por qué venía a esa velocidad. Sentimos un impacto bastante fuerte, y después bajamos rápidamente, con el auto ya en llamas”.
La agitación de la situación no permitió lecturas demasiado claras. Sin embargo, los dos policías protagonistas de esta secuencia no se dejaron intimidar por las llamas, ni tampoco por el riesgo que corría la vida del conductor de la Meriva.
“En el choque mi cabeza golpeó contra un parante de la máquina expendedora de tickets. Ahí escucho «levantáte Negro que hay fuego», y por suerte reaccioné rápido para poder sacar a los pasajeros. La verdad es que en el momento estuve un poco mareado, pero tenía en claro que había que ayudar a los que venían en el auto”, sostuvo Lemos.
Más tarde, el fuego fue controlado por Bomberos Zapadores. La Chevrolet Meriva quedó destruída por las llamas, mientras que el ómnibus del transporte público de pasajeros sufrió algunos daños materiales de consideración.
Una vez rescatadas las dos personas del auto, dieron aviso al servicio telefónico 911. Primero arribó un patrullero de Prefectura Naval y luego personal del Comando Radieléctrico, y como la unidad del Sies demoró un poco, fueron los policías los que trasladaron los heridos al Hospital Sáenz Peña, donde quedaron en observación con politraumatismos y quemaduras, pero fuera de peligro, gracias a la asistencia de los agentes Lemos y Rivas.
Con información de
La Capital