25 DE ABRIL 2024
SANTA FE | CIUDAD
Consultorios anegados y caída de mampostería en el Iturraspe
Miércoles 02 de
Marzo 2016
Dos sectores del efector de la avenida Freyre tienen serios inconvenientes cuando llueve. El personal reclama mejoras urgentes.
El agua escurre por las paredes, se extiende por el piso y el torrente se bifurca entre las patas de una camilla en un pasillo silencioso. De a pocos, amenazante, partes del techo de un consultorio se desprenden, generando una suciedad impropia de un lugar destinado al cuidado de la salud. Durante la torrencial lluvia de este martes, dos consultorios y una sala de espera del hospital J.B. Iturraspe presentaron anegamientos y la caída de parte del durlock de un techo.
Según indicaron pacientes que se comunicaron con El Litoral (ver fotos en la galería de imágenes) se trata del consultorio de alergia, ubicado sobre la avenida Freyre y el área de dermatología, sobre la avenida Presidente Perón. En este lugar, el agua avanzó por el pasillo de espera, por las salas de consulta y la de curaciones.
A raíz de los inconvenientes, los sectores indicados fueron cerrados y el personal continuó con la atención a los pacientes en consultorios linderos. Este miércoles por la mañana, uno de los consultorios fue habilitado, pero el otro no.
Años de espera
El estado general del hospital J.B. Iturraspe preocupa al personal que debe prestar servicio en condiciones que a veces no son las mejores. Mientras en la intersección de las avenidas Gorriti y Blas Parera se construye el nuevo edificio para el nosocomio (comenzó hace ocho años), el centenario hospital de la avenida Freyre parece no aguantar más. Los problemas estructurales no son nuevos, fueron reflejados por este medio en innumerables oportunidades, a la vez que la demanda de atención en la salud pública es cada vez mayor.
“Los problemas edilicios empeoran. Hay paredes rajadas, los techos ‘se llueven’. Las salas se van utilizando a partir de las necesidades pero por los problemas, cuando en realidad tienen otra finalidad”, comentó una mujer que trabaja en el hospital hace 30 años. En ese sentido, agregó que temen que algún desprendimiento de material lastime a algún paciente o a los trabajadores.
“En ese sector se vacunan bebés y de paso, los invito a que vengan a recorrer el área de pediatría, clínica médica, eso es una vergüenza. Y lo principal que por estas cuestiones hay gente que queda sin atención”, dijo la trabajadora que solicitó reserva de su identidad. Finalmente, advirtió que este martes entre los pasillos del hospital corrió la versión de que una de las paredes estaba electrificada.
Con información de
ellitoral