SAN LUIS
Un vecino le tiró agua hirviendo a su perro: "Cuando lo vi mojado, pensé lo peor"
Martes 05 de
Abril 2016
Paula Martínez denunció a un hombre por agredir a su mascota, que sufrió quemaduras de primer y segundo grado. Ocurrió en la ciudad puntana de Villa Mercedes.
Paula Martínez, una mujer de 35 años, nunca imaginó el sufrimiento que iba a tener su labrador Noah, de tres años. Mientras terminaba unos trabajos, el perro dormía la siesta en una de las galerías del barrio La Rioja, a pocos metros de la casa. De repente, su pareja y una amiga la llamaron a los gritos porque un vecino salió con un balde y arrojó agua hirviendo sobre el animal.
Aunque en principio no quiso hacer nada, el estado de su mascota y la insistencia de sus allegados consiguieron que Paula llevara el caso hasta la Fiscalía Nº 1 para denunciar al agresor.
"Cuando lo vi mojado, pensé lo peor. Noah se revolcaba pero nunca imaginé que era agua hirviendo. En ese momento, vi que el vecino corría y se encerró en su casa, no salió más y desapareció del barrio por cuatro días", contó Martínez.
Una semana después, Paula se cruzó con el vecino - su apellido sería Oliva-. "No lo insulté pero le dije que estaba loco, que no lo entendía, ya le pegó una vez y no dije nada. El perro no le hace daño a nadie y si le molestaba hubiera hablado conmigo. Cuando me veía me decía que lo iba a matar y después manifestaba que era broma. Mis perros (tiene dos más) están adentro y hacen sus necesidades en mi casa y si ensucian en otro lado lo limpio", aseguró la mujer.
El agresor no negó los hechos pero argumentó que el perro no lo dejaba salir de la vivienda, que lo ladraba y que sólo le había arrojado un vaso de agua tibia.
Al principio, Martínez no quiso hacer la denuncia y sólo se preocupó por la salud del labrador. Pero, un grupo de proteccionistas la asesoró y finalmente acudió a los tribunales del Poder Judicial para asentar los detalles del episodio en la Fiscalía Nº 1, que los elevará al Juzgado de Instrucción en lo Correccional y Contravencional, a cargo de Santiago Ortíz.
"No soy de hacer escraches pero tenía mucha bronca. No pido ni que me abone lo que estoy gastando, quiero que sepa que esto no se hace, no se le hace a Noah ni a ningún animal. Nada justifica el maltrato", agregó.
"Noah vino de sorpresa, fue un regalo que me hicieron. Lo crié re mañoso. Adora a los niños, toma el té con uno de mis vecinos y las mujeres más grandes lo pasan a buscar para que las acompañe a comprar. Es mi hijo", dijo.
Con información de
minutouno