CÓRDOBA
Denuncian a un policía por encubrir al violador serial
Lunes 06 de
Febrero 2017
El cabo, que trabaja en la comisaría de La Calera, es investigado por un fiscal luego de que un vecino expusiera una situación llamativa. El sospechoso de los ataques sexuales está prófugo desde fines del año pasado. Lo acusan de al menos seis violaciones en sólo cinco meses.
En medio de la compleja investigación que se lleva adelante en una fiscalía cordobesa para intentar dar con un violador serial acusado de seis ataques en sólo cinco meses, hay un dato que genera demasiada desconfianza.
Un vecino de La Calera que socorrió a una de las denunciantes que acababa de escapar de la casa del hoy prófugo, asegura que un policía de esa zona intentó evitar que la joven radicara la denuncia judicial.
Por eso, este vecino, Gabriel, debió ir a la Unidad Judicial de la Mujer y el Niño, en la ciudad de Córdoba, para dejar expuesto a este uniformado.
Hoy, en otra fiscalía provincial se inició una investigación paralela en contra del agente, según aseguraron fuentes con acceso a la causa.
“Dejé en claro que el policía intentaba en todo momento persuadir a la chica de que no hiciera la denuncia”, asevera Gabriel.
El pasado domingo 18 de diciembre a la madrugada, una joven desnuda ingresó en su casa de La Calera pidiendo auxilio. La muchacha contó que el ahora prófugo la había invitado a su vivienda, ubicada a pocos metros de allí, momento en que la encerró y la desnudó.
Mientras la amenazaba con un cinto, comenzó a llamar a un amigo para invitarlo a una supuesta fiesta sexual.
Ella fingió un malestar estomacal, pidió ir al baño y escapó corriendo.
Antes, el denunciado le había dicho que era policía y que iba a matar a su familia si ella se animaba a realizar alguna presentación judicial en su contra.
Y agregó que el atacante no era ningún desconocido para ella, ya que estaban comenzando a ser amigos luego de que él la contactara por Facebook por una supuesta oferta laboral.
Prófugo
En la edición del domingo, La Voz reveló que la fiscalía de instrucción de Delitos contra la Integridad Sexual de Segundo Turno de la ciudad de Córdoba, a cargo de Ingrid Vago, busca a un violador serial que tiene seis denuncias por abusos en sólo cinco meses.
Desde fines del año pasado está prófugo, pese a que dejó huellas más que evidentes.
Es que, a diferencia de otros depravados seriales que intentan no dejar rastros, en este caso el sospechoso conocía de antes a la mayoría de sus víctimas, a las que contactaba vía Facebook con la excusa de algún ofrecimiento laboral.
Sin embargo, los investigadores policiales no logran atraparlo.
Gabriel, el vecino de La Calera que socorrió a la joven desnuda, no puede ocultar su indignación.
Recuerda que aquel domingo 18 de diciembre último, primero llegó un móvil de Seguridad Ciudadana y luego una patrulla de la comisaría local.
Fue entonces que se bajó un agente al que identificó con nombre y apellido (ese dato se mantiene en reserva en la nota para no entorpecer la investigación judicial), además de su jerarquía de cabo, que no sólo saludó de manera efusiva al denunciado, que seguía toda la situación desde pocos metros, sino que intentó persuadir a la jovencita para que no radicara la denuncia.
“Le decía a la chica que si denunciaba, iba a salir de la comisaría a las 9 de la mañana; le mencionaba todo lo engorroso de la denuncia”, recuerda. Y añade: “En un momento, este cabo le dijo que si no iba a la comisaría, lo mejor era que se fuera a su casa, que tenía dos años para presentar una denuncia. Y ella le contestó que no tenía plata. Entonces el cabo le dijo que el acusado le ofrecía 50 pesos para irse”.
En la comisaría, nada
Gracias a la intervención de este vecino, al final la joven optó por ir a la comisaría.
Ante esto, el policía insistió para llevarla él en el patrullero.
“En la comisaría, la muchacha me dijo que durante el viaje el cabo quería persuadirla de que no hiciera la denuncia”, subraya de nuevo Gabriel.
“No quería denunciar porque la había amenazado con matarle a la familia. Y con mi esposa logramos convencerla de denunciar. Pero en la comisaría nos llamaron primero a mí y a mi esposa juntos para declarar, después nos dijeron que no debería ser así, y cuando yo salgo, no estaba más ahí la chica, se había ido por sus propios medios”, continúa el relato sobre lo sucedido aquella madrugada.
Ante esto, el hombre recorrió distintas paradas de colectivo, pero no la encontró más.
“O sea que la convencieron para que no hiciera la denuncia”, agrega.
En los registros judiciales se corroboró que la denuncia al final no quedó asentada ese día y que desde la comisaría no hubo ninguna notificación de lo sucedido a la Justicia.
“Si lo hubieran parado ese día, no hubiera pasado la violación de un par de días después; pero ese día lo dejaron libre y el tipo volvió a abusar de una chica de La Calera”, reitera con enojo Gabriel.
Se refiere al último caso denunciado hasta ahora. Una joven que fue atacada de noche el 21 de diciembre, en un descampado de esa zona.
Según la investigación, el autor es el mismo violador serial que ahora está prófugo.
Un vecino de La Calera que socorrió a una de las denunciantes que acababa de escapar de la casa del hoy prófugo, asegura que un policía de esa zona intentó evitar que la joven radicara la denuncia judicial.
Por eso, este vecino, Gabriel, debió ir a la Unidad Judicial de la Mujer y el Niño, en la ciudad de Córdoba, para dejar expuesto a este uniformado.
Hoy, en otra fiscalía provincial se inició una investigación paralela en contra del agente, según aseguraron fuentes con acceso a la causa.
“Dejé en claro que el policía intentaba en todo momento persuadir a la chica de que no hiciera la denuncia”, asevera Gabriel.
El pasado domingo 18 de diciembre a la madrugada, una joven desnuda ingresó en su casa de La Calera pidiendo auxilio. La muchacha contó que el ahora prófugo la había invitado a su vivienda, ubicada a pocos metros de allí, momento en que la encerró y la desnudó.
Mientras la amenazaba con un cinto, comenzó a llamar a un amigo para invitarlo a una supuesta fiesta sexual.
Ella fingió un malestar estomacal, pidió ir al baño y escapó corriendo.
Antes, el denunciado le había dicho que era policía y que iba a matar a su familia si ella se animaba a realizar alguna presentación judicial en su contra.
Y agregó que el atacante no era ningún desconocido para ella, ya que estaban comenzando a ser amigos luego de que él la contactara por Facebook por una supuesta oferta laboral.
Prófugo
En la edición del domingo, La Voz reveló que la fiscalía de instrucción de Delitos contra la Integridad Sexual de Segundo Turno de la ciudad de Córdoba, a cargo de Ingrid Vago, busca a un violador serial que tiene seis denuncias por abusos en sólo cinco meses.
Desde fines del año pasado está prófugo, pese a que dejó huellas más que evidentes.
Es que, a diferencia de otros depravados seriales que intentan no dejar rastros, en este caso el sospechoso conocía de antes a la mayoría de sus víctimas, a las que contactaba vía Facebook con la excusa de algún ofrecimiento laboral.
Sin embargo, los investigadores policiales no logran atraparlo.
Gabriel, el vecino de La Calera que socorrió a la joven desnuda, no puede ocultar su indignación.
Recuerda que aquel domingo 18 de diciembre último, primero llegó un móvil de Seguridad Ciudadana y luego una patrulla de la comisaría local.
Fue entonces que se bajó un agente al que identificó con nombre y apellido (ese dato se mantiene en reserva en la nota para no entorpecer la investigación judicial), además de su jerarquía de cabo, que no sólo saludó de manera efusiva al denunciado, que seguía toda la situación desde pocos metros, sino que intentó persuadir a la jovencita para que no radicara la denuncia.
“Le decía a la chica que si denunciaba, iba a salir de la comisaría a las 9 de la mañana; le mencionaba todo lo engorroso de la denuncia”, recuerda. Y añade: “En un momento, este cabo le dijo que si no iba a la comisaría, lo mejor era que se fuera a su casa, que tenía dos años para presentar una denuncia. Y ella le contestó que no tenía plata. Entonces el cabo le dijo que el acusado le ofrecía 50 pesos para irse”.
En la comisaría, nada
Gracias a la intervención de este vecino, al final la joven optó por ir a la comisaría.
Ante esto, el policía insistió para llevarla él en el patrullero.
“En la comisaría, la muchacha me dijo que durante el viaje el cabo quería persuadirla de que no hiciera la denuncia”, subraya de nuevo Gabriel.
“No quería denunciar porque la había amenazado con matarle a la familia. Y con mi esposa logramos convencerla de denunciar. Pero en la comisaría nos llamaron primero a mí y a mi esposa juntos para declarar, después nos dijeron que no debería ser así, y cuando yo salgo, no estaba más ahí la chica, se había ido por sus propios medios”, continúa el relato sobre lo sucedido aquella madrugada.
Ante esto, el hombre recorrió distintas paradas de colectivo, pero no la encontró más.
“O sea que la convencieron para que no hiciera la denuncia”, agrega.
En los registros judiciales se corroboró que la denuncia al final no quedó asentada ese día y que desde la comisaría no hubo ninguna notificación de lo sucedido a la Justicia.
“Si lo hubieran parado ese día, no hubiera pasado la violación de un par de días después; pero ese día lo dejaron libre y el tipo volvió a abusar de una chica de La Calera”, reitera con enojo Gabriel.
Se refiere al último caso denunciado hasta ahora. Una joven que fue atacada de noche el 21 de diciembre, en un descampado de esa zona.
Según la investigación, el autor es el mismo violador serial que ahora está prófugo.
Con información de
lavoz