ESCOCIA
Por terror a la comida dejó de crecer a los 11 años
Viernes 23 de
Marzo 2018
Una joven bailarina escocesa sufrió un episodio que le generó miedo a la comida y dejó comer.
Cuando tenía solo un año de vida, Errin Godwin Whalley, tuvo una reacción alérgica a un bocado que le dio su madre. Era un poco de humus en una galleta de arroz, pero fue tal la emergencia que la nena tuvo que ser trasladada a un hospital en helicóptero.
Luego de ese preocupante incidente, la pequeña empezó a rechazar todo tipo de comida, incluso llegó un momento en el que su peso era tan bajo y estaba tan deshidratada que debió ser alimentada a través de un tubo para sobrevivir.
La enfermedad de Errin era más que simplemente elegir no comer. La doctora Gillian Harris, una psicóloga clínica que se especializa en la aceptación y el rechazo de los alimentos en la infancia, dijo que esto le sucede a uno de cada 600 niños.
"Errin parece tener un trastorno alimentario que restringe y evita la ingesta y creo que también tiene una hipersensibilidad sensorial", señaló la especialista.
A pesar de que los allegados a la familia creían que se trataba de un capricho de la niña, Harris aclaró que "Esto no es algo que los niños quieran hacer. No están siendo traviesos y la mayoría de los padres lo han intentado todo, así que no es su culpa".
Encontrar el diagnóstico no fue fácil, y Errin también fue diagnosticada con deficiencia de hormona pituitaria múltiple (MPHD) que debilita los músculos y dificulta el movimiento.
"Estaba bastante asustada porque se me había metido en la cabeza que la comida me enfermaba" dijo Errin quien recuerda estar tan asustada de probar cosas nuevas que solo comía salchichas y pasta".
Al respecto Harris explica que el tratamiento adecuado para esta enfermedad es a través de un sistema de alimentación moderado: "Le permites al niño comer los alimentos con los que se siente seguro, que por lo general, son carbohidratos secos, lo que la gente considera comida chatarra", dijo.
"Pero no es comida chatarra para ellos porque necesitan comer. Pan, pasta, cereales, papas fritas, chocolate o yogur, sigues con los alimentos que les gustan y poco a poco, fuera del horario de las comidas, los expones a otros alimentos", detalló la especialista.
"Con ayuda médica y mucho trabajo duro, desarrolló la fuerza y las técnicas necesarias para convertirse en bailarina de ballet", dijo aliviada su madre, Myette Whalley.
Ahora, con 17 años, Errin ha superado su miedo. Creció hasta el tamaño de un adulto pequeño y logró ocupar un lugar en la prestigiosa escuela de baile británica Ballet West.
Luego de ese preocupante incidente, la pequeña empezó a rechazar todo tipo de comida, incluso llegó un momento en el que su peso era tan bajo y estaba tan deshidratada que debió ser alimentada a través de un tubo para sobrevivir.
La enfermedad de Errin era más que simplemente elegir no comer. La doctora Gillian Harris, una psicóloga clínica que se especializa en la aceptación y el rechazo de los alimentos en la infancia, dijo que esto le sucede a uno de cada 600 niños.
"Errin parece tener un trastorno alimentario que restringe y evita la ingesta y creo que también tiene una hipersensibilidad sensorial", señaló la especialista.
A pesar de que los allegados a la familia creían que se trataba de un capricho de la niña, Harris aclaró que "Esto no es algo que los niños quieran hacer. No están siendo traviesos y la mayoría de los padres lo han intentado todo, así que no es su culpa".
Encontrar el diagnóstico no fue fácil, y Errin también fue diagnosticada con deficiencia de hormona pituitaria múltiple (MPHD) que debilita los músculos y dificulta el movimiento.
"Estaba bastante asustada porque se me había metido en la cabeza que la comida me enfermaba" dijo Errin quien recuerda estar tan asustada de probar cosas nuevas que solo comía salchichas y pasta".
Al respecto Harris explica que el tratamiento adecuado para esta enfermedad es a través de un sistema de alimentación moderado: "Le permites al niño comer los alimentos con los que se siente seguro, que por lo general, son carbohidratos secos, lo que la gente considera comida chatarra", dijo.
"Pero no es comida chatarra para ellos porque necesitan comer. Pan, pasta, cereales, papas fritas, chocolate o yogur, sigues con los alimentos que les gustan y poco a poco, fuera del horario de las comidas, los expones a otros alimentos", detalló la especialista.
"Con ayuda médica y mucho trabajo duro, desarrolló la fuerza y las técnicas necesarias para convertirse en bailarina de ballet", dijo aliviada su madre, Myette Whalley.
Ahora, con 17 años, Errin ha superado su miedo. Creció hasta el tamaño de un adulto pequeño y logró ocupar un lugar en la prestigiosa escuela de baile británica Ballet West.
Con información de
tn