Bolsonaro ordena prohibir la “ideología de género” en las escuelas
Jueves 05 de
Septiembre 2019
Una regresión para los derechos de la comunidad LGBTI. El presidente de Brasil Jair Bolsonaro le solicitó al Ministerio de Educación que redacte un proyecto de ley para prohibir la “ideología de género” en la escuela primaria.
“Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución brasileña” y “observar las leyes, por el bien del pueblo brasileño”, fueron las primeras palabras de Jair Bolsonaro durante su ceremonia de asunción. El mandatario llegó al poder con una promesa: “combatir la ideología de género conservando nuestros valores”. Esta semana, reafirmó una vez más su postura a contramano de la lucha histórica en el país por la defensa de derechos LGBTI.
El proyecto de Jair Bolsonaro en el ámbito educativo es cada vez más evidente. Junto con los recortes anunciados en el presupuesto nacional y en las becas de investigación, ahora se le suma su anuncio para prohibir la “ideología de género” en la enseñanza básica.
“Di orden al Ministerio de Educación para que prepare una propuesta legislativa que prohíba la ideología de género en la enseñanza básica”, anunció. Y justificó su decisión en “el principio de protección integral a la infancia, previsto en la Constitución” nacional brasileña.
No es coincidencia que solo haya dos mujeres en su gabinete sobre un total de 22 ministros. Una de ellas es Damares Alves, titular de la cartera de Mujer, Familia y Derechos Humanos. En su discurso de toma de posesión, aclaraba sus lineamientos: “Comienza una nueva era en Brasil, en la que los niños visten de azul y las niñas de rosa“. No hay matices ni nada que perturbe las rígidas categorías de la ministra.
Lo que llaman “ideología de género” no es otra cosa más que el derecho por la identidad de género: la percepción que una persona tiene sobre sí misma en cuanto a su propio género, evitando recurrir a los binarismos femenino/masculino.
Existe todavía un imaginario colectivo que sostiene que a cada cuerpo le corresponde un sexo y a cada sexo un género. Lo que se entiende por femenino y masculino no son hechos naturales o biológicos. Se trata de construcciones culturales acerca de cómo aprendemos a ser mujeres y varones tanto en la esfera individual (la construcción del sujeto, la subjetividad misma y el sentido que las culturales le otorgan a los cuerpos) como social (en la distribución de recursos, en las jerarquías y divisiones de trabajo). Todo bajo el esquema de ideas y creencias religiosas, económicas, políticas, psicológicas, culturales, de etnia y clase en cada contexto histórico.
A diferencia de sus países vecinos como Argentina y Uruguay, Brasil no cuenta con una ley específica sobre identidad de género. Sin embargo, en marzo del 2018, el Tribunal Supremo Federal fue protagonista del fallo unánime que permite que personas trans mayores de 21 años cambien su nombre en el registro civil sin la necesidad de someterse a cirugías -lo cual era obligatorio anteriormente. Jair Bolsonaro se había opuesto firmemente al fallo durante su campaña y al matrimonio igualitario -ley vigente desde 2013.
El proyecto de Jair Bolsonaro en el ámbito educativo es cada vez más evidente. Junto con los recortes anunciados en el presupuesto nacional y en las becas de investigación, ahora se le suma su anuncio para prohibir la “ideología de género” en la enseñanza básica.
“Di orden al Ministerio de Educación para que prepare una propuesta legislativa que prohíba la ideología de género en la enseñanza básica”, anunció. Y justificó su decisión en “el principio de protección integral a la infancia, previsto en la Constitución” nacional brasileña.
No es coincidencia que solo haya dos mujeres en su gabinete sobre un total de 22 ministros. Una de ellas es Damares Alves, titular de la cartera de Mujer, Familia y Derechos Humanos. En su discurso de toma de posesión, aclaraba sus lineamientos: “Comienza una nueva era en Brasil, en la que los niños visten de azul y las niñas de rosa“. No hay matices ni nada que perturbe las rígidas categorías de la ministra.
Lo que llaman “ideología de género” no es otra cosa más que el derecho por la identidad de género: la percepción que una persona tiene sobre sí misma en cuanto a su propio género, evitando recurrir a los binarismos femenino/masculino.
Existe todavía un imaginario colectivo que sostiene que a cada cuerpo le corresponde un sexo y a cada sexo un género. Lo que se entiende por femenino y masculino no son hechos naturales o biológicos. Se trata de construcciones culturales acerca de cómo aprendemos a ser mujeres y varones tanto en la esfera individual (la construcción del sujeto, la subjetividad misma y el sentido que las culturales le otorgan a los cuerpos) como social (en la distribución de recursos, en las jerarquías y divisiones de trabajo). Todo bajo el esquema de ideas y creencias religiosas, económicas, políticas, psicológicas, culturales, de etnia y clase en cada contexto histórico.
A diferencia de sus países vecinos como Argentina y Uruguay, Brasil no cuenta con una ley específica sobre identidad de género. Sin embargo, en marzo del 2018, el Tribunal Supremo Federal fue protagonista del fallo unánime que permite que personas trans mayores de 21 años cambien su nombre en el registro civil sin la necesidad de someterse a cirugías -lo cual era obligatorio anteriormente. Jair Bolsonaro se había opuesto firmemente al fallo durante su campaña y al matrimonio igualitario -ley vigente desde 2013.
Con información de
Aire de Santa Fe
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