SANTA FE
Gravísimo robo a una pareja de ancianos en Sargento Cabral: “Lo único que le pedí es que no me matara”
Jueves 12 de
Septiembre 2019
Las víctimas, dueños de una despensa, fueron encerradas en el baño de la casa mientras el delincuente se llevaba el dinero de la recaudación.
A plena luz del día, un delincuente ingresó violentamente a punta de pistola a un comercio muy conocido en el barrio Sargento Cabral. Allí, encerró a la mujer de 73 años en el baño, esperó la llegada del esposo y lo obligó a permanecer bajo llave en la misma habitación. Todo ocurrió este jueves por la mañana frente a “La Redonda” y a cuatro cuadras de la comisaría 5ta.
Los abuelos de 73 y 76 años viven en el barrio Sargento Cabral desde el año 1950. Sin embargo, aseguran que jamás vivieron un episodio similar. Tienen una pequeña y humilde despensa en calle República de Siria al 5400, a pocos metros de la intersección con Salvador del Carril. La pareja relató lo sucedido esta mañana.
“Entró un muchacho, me apuntó con el arma y me encerró en el baño“, contó la mujer en diálogo con Bruno Ballesteros desde el móvil de Aire de Santa Fe. El hecho de que atendieran el negocio a puertas cerradas no pudo impedir el ingreso del violento ladrón, quien aprovechó que la señora mayor se encontraba sola en la vivienda, al menos por unos minutos.
El delincuente quiso ahorcar a la jubilada en el baño utilizando una bufanda, pero afortunadamente, no lo logró. “Yo le pedía por favor que no me matara, pensé que me moría”, contó angustiada. Finalmente, el delincuente que le exigía dinero, la encerró en el baño.
Minutos más tarde, llegó el esposo, quien había ido a realizar trámites al Pami. Asustado porque no veía a la señora, se dirigió a la cocina, donde lo esperaba el hombre armado. Inmediatamente, lo llevó al baño y lo encerró junto a su pareja. “La vi tirada en el piso y me quedé con ella”, relató.
El delincuente se fugó con el poco dinero que los abuelos tenían en la caja registradora. Era lo único que quería, ya que según aseguraron, no se llevó mercadería de la despensa ni teléfonos celulares.
El abuelo tenía un celular en el bolsillo y así pudo llamar a su hija, quien los auxilió rompiendo la puerta del baño.
La violenta escena ocurrió en una zona sumamente transitada, frente al espacio “La Redonda” y a pocos metros de la comisaría 5ta. Lamentablemente, es sólo uno de los hechos de inseguridad que se registran a diario en cada rincón de la ciudad, sin distinguir horario, víctimas ni límites.
Los abuelos de 73 y 76 años viven en el barrio Sargento Cabral desde el año 1950. Sin embargo, aseguran que jamás vivieron un episodio similar. Tienen una pequeña y humilde despensa en calle República de Siria al 5400, a pocos metros de la intersección con Salvador del Carril. La pareja relató lo sucedido esta mañana.
“Entró un muchacho, me apuntó con el arma y me encerró en el baño“, contó la mujer en diálogo con Bruno Ballesteros desde el móvil de Aire de Santa Fe. El hecho de que atendieran el negocio a puertas cerradas no pudo impedir el ingreso del violento ladrón, quien aprovechó que la señora mayor se encontraba sola en la vivienda, al menos por unos minutos.
El delincuente quiso ahorcar a la jubilada en el baño utilizando una bufanda, pero afortunadamente, no lo logró. “Yo le pedía por favor que no me matara, pensé que me moría”, contó angustiada. Finalmente, el delincuente que le exigía dinero, la encerró en el baño.
Minutos más tarde, llegó el esposo, quien había ido a realizar trámites al Pami. Asustado porque no veía a la señora, se dirigió a la cocina, donde lo esperaba el hombre armado. Inmediatamente, lo llevó al baño y lo encerró junto a su pareja. “La vi tirada en el piso y me quedé con ella”, relató.
El delincuente se fugó con el poco dinero que los abuelos tenían en la caja registradora. Era lo único que quería, ya que según aseguraron, no se llevó mercadería de la despensa ni teléfonos celulares.
El abuelo tenía un celular en el bolsillo y así pudo llamar a su hija, quien los auxilió rompiendo la puerta del baño.
La violenta escena ocurrió en una zona sumamente transitada, frente al espacio “La Redonda” y a pocos metros de la comisaría 5ta. Lamentablemente, es sólo uno de los hechos de inseguridad que se registran a diario en cada rincón de la ciudad, sin distinguir horario, víctimas ni límites.
Con información de
Aire de Santa Fe