Un nuevo escándalo de Trump hace que vuelva a sonar el impeachment
Martes 24 de
Septiembre 2019
En Estados Unidos es ilegal que una campaña política acepte ayudas de países extranjeros. Para los demócratas, que Trump tratase de impulsar una investigación contra Biden en un país extranjero calificaría como ayuda irregular.
Una llamada en julio entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, hizo saltar un escándalo que puso contra las cuerdas el mandato del norteamericano. Según informan medios locales, durante la comunicación Trump habría presionado a Zelensky para instar a que Ucrania a emprender acciones contra Joe Biden, un rival político directo.
El asunto saltó al conocimiento público la semana pasada, pero se remonta a un tiempo atrás, cuando un funcionario cercano al presidente hizo una denuncia ante las agencias de inteligencia sobre la forma en que el mandatario manejó la conversación. Los demócratas acusan a Trump de buscar la injerencia de un país extranjero para influir en las elecciones de EEUU y dañar a Biden.
Durante la llamada, Trump habría tratado de convencer a Zelensky para que investigue a Hunter Biden, hijo del vicepresidente Joe Biden y uno de los candidatos demócratas mejor situados para disputarle a Trump la elección general de 2020 en Estados Unidos. Su intención sería la de manchar el nombre de la familia Biden con sospechas de corrupción, algo de lo que no existen indicios.
En 2014, Hunter Biden trabajó como directivo de una compañía ucraniana de gas natural llamada Burisma. Dos años más tarde, líderes internacionales de Europa y Estados Unidos –entre ellos el entonces vicepresidente Joe Biden– presionaron para que el fiscal general de Ucrania, Viktor Shokin, fuese apartado de su cargo, bajo el argumento de que no estaba persiguiendo la corrupción en su país.
Los dos hechos no parecen relacionados entre sí pero Shokin, por su parte, alegó que lo expulsaron del puesto por estar investigando al oligarca Mykola Zlochevsky, propietario de la empresa Burisma. Joe Biden dijo a los medios hace tiempo que se enteró a través de los medios de comunicación que su hijo estaba relacionado con la compañía, y que fue un líder entre los muchos que pidieron la destitución del fiscal.
Además, el diario The Washington Post reveló que Trump ordenó a su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, bloquear pagos de casi 400 millones de dólares a Ucrania antes de hablar con Zelenski. Finalmente el monto se pagó, pero sólo después de que el escándalo hubiera saltado a los medios de comunicación.
Trump atajó la polémica el martes anunciando que publicará la transcripción de la llamada telefónica, en un intento de calmar la controversia. El presidente estadounidense insistió en que la llamada fue “totalmente apropiada” y se comprometió a dar a conocer su texto completo este miércoles.
Además, apuntó a que la oleada de acusaciones que viene sufriendo por parte de los legisladores demócratas se enmarca en una “caza de brujas” hacia su persona. “Estoy liderando las encuestas y no tienen idea de cómo detenerme”, dijo Trump este martes a los periodistas minutos antes de su discurso anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“La única forma de la que pueden intentarlo es a través de un juicio político”, añadió. Según los últimos datos publicados, el actual presidente sigue muy de cerca a los candidatos demócratas.
Algunos funcionarios muy cercanos a Trump le habían recomendado al presidente que no haga públicas las comunicaciones, según informó la CNN. Según el mismo medio, el secretario de Estado Mike Pompeo y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin eran contrarios a la idea por el precedente que podría sentar para otros líderes extranjeros en el futuro, y por miedo a que el siguiente paso del Congreso sea pedir las transcripciones de las llamadas de Trump con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El Congreso avanza para presentar un impeachment
Según publicó el New York Times, la Presidenta del Congreso, Nancy Pelosi planea anunciar este mismo martes que la Cámara comenzará una investigación formal para destituir al presidente Trump. Ella misma había descartado esa opción inicialmente, pero habría cambiado de opinión tras las nuevas evidencias y el impacto que la noticia está causando en Estados Unidos.
Si Pelosi no cambia de opinión y finalmente se inicia el proceso de impeachment, el escándalo habrá puesto fin a meses de precaución por parte de los demócratas, que hasta ahora mantuvieron un perfil poco combativo con el presidente.
La máxima representante del Congreso se habría convencido de que no tiene otra alternativa que proceder con la investigación, después de que un informante revelara que Trump trató de esconder de la Cámara las supuestas irregularidades que cometió.
En Estados Unidos es ilegal que una campaña política acepte ayudas de países extranjeros. Para los demócratas, que Trump tratase de impulsar una investigación contra Biden en un país extranjero calificaría como ayuda irregular. También es ilegal que un presidente presione a un líder extranjero para perjudicar a un rival político, como los medios apuntan que sucedió en la conversación entre Trump y Zelensky.
El asunto saltó al conocimiento público la semana pasada, pero se remonta a un tiempo atrás, cuando un funcionario cercano al presidente hizo una denuncia ante las agencias de inteligencia sobre la forma en que el mandatario manejó la conversación. Los demócratas acusan a Trump de buscar la injerencia de un país extranjero para influir en las elecciones de EEUU y dañar a Biden.
Durante la llamada, Trump habría tratado de convencer a Zelensky para que investigue a Hunter Biden, hijo del vicepresidente Joe Biden y uno de los candidatos demócratas mejor situados para disputarle a Trump la elección general de 2020 en Estados Unidos. Su intención sería la de manchar el nombre de la familia Biden con sospechas de corrupción, algo de lo que no existen indicios.
En 2014, Hunter Biden trabajó como directivo de una compañía ucraniana de gas natural llamada Burisma. Dos años más tarde, líderes internacionales de Europa y Estados Unidos –entre ellos el entonces vicepresidente Joe Biden– presionaron para que el fiscal general de Ucrania, Viktor Shokin, fuese apartado de su cargo, bajo el argumento de que no estaba persiguiendo la corrupción en su país.
Los dos hechos no parecen relacionados entre sí pero Shokin, por su parte, alegó que lo expulsaron del puesto por estar investigando al oligarca Mykola Zlochevsky, propietario de la empresa Burisma. Joe Biden dijo a los medios hace tiempo que se enteró a través de los medios de comunicación que su hijo estaba relacionado con la compañía, y que fue un líder entre los muchos que pidieron la destitución del fiscal.
Además, el diario The Washington Post reveló que Trump ordenó a su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, bloquear pagos de casi 400 millones de dólares a Ucrania antes de hablar con Zelenski. Finalmente el monto se pagó, pero sólo después de que el escándalo hubiera saltado a los medios de comunicación.
Trump atajó la polémica el martes anunciando que publicará la transcripción de la llamada telefónica, en un intento de calmar la controversia. El presidente estadounidense insistió en que la llamada fue “totalmente apropiada” y se comprometió a dar a conocer su texto completo este miércoles.
Además, apuntó a que la oleada de acusaciones que viene sufriendo por parte de los legisladores demócratas se enmarca en una “caza de brujas” hacia su persona. “Estoy liderando las encuestas y no tienen idea de cómo detenerme”, dijo Trump este martes a los periodistas minutos antes de su discurso anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“La única forma de la que pueden intentarlo es a través de un juicio político”, añadió. Según los últimos datos publicados, el actual presidente sigue muy de cerca a los candidatos demócratas.
Algunos funcionarios muy cercanos a Trump le habían recomendado al presidente que no haga públicas las comunicaciones, según informó la CNN. Según el mismo medio, el secretario de Estado Mike Pompeo y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin eran contrarios a la idea por el precedente que podría sentar para otros líderes extranjeros en el futuro, y por miedo a que el siguiente paso del Congreso sea pedir las transcripciones de las llamadas de Trump con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El Congreso avanza para presentar un impeachment
Según publicó el New York Times, la Presidenta del Congreso, Nancy Pelosi planea anunciar este mismo martes que la Cámara comenzará una investigación formal para destituir al presidente Trump. Ella misma había descartado esa opción inicialmente, pero habría cambiado de opinión tras las nuevas evidencias y el impacto que la noticia está causando en Estados Unidos.
Si Pelosi no cambia de opinión y finalmente se inicia el proceso de impeachment, el escándalo habrá puesto fin a meses de precaución por parte de los demócratas, que hasta ahora mantuvieron un perfil poco combativo con el presidente.
La máxima representante del Congreso se habría convencido de que no tiene otra alternativa que proceder con la investigación, después de que un informante revelara que Trump trató de esconder de la Cámara las supuestas irregularidades que cometió.
En Estados Unidos es ilegal que una campaña política acepte ayudas de países extranjeros. Para los demócratas, que Trump tratase de impulsar una investigación contra Biden en un país extranjero calificaría como ayuda irregular. También es ilegal que un presidente presione a un líder extranjero para perjudicar a un rival político, como los medios apuntan que sucedió en la conversación entre Trump y Zelensky.
Con información de
Aire de Santa Fe
