Más del 70% de las mujeres policías de Santa Fe sufrieron violencia de género en la fuerza
Jueves 10 de
Octubre 2019
Los datos surgen de una encuesta realizada por la Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe. Buscan crear un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN).
Las mujeres policías de nuestro país reclaman desde hace tiempo la incorporación de la perspectiva de género a los reglamentos policiales. Argumentan que fueron creados por y para hombres, redactados en un contexto histórico en el que ellas no eran contempladas como parte de la fuerza. En muchas de las instituciones de Argentina la misoginia sigue vigente y la Policía no es la excepción.
Integrantes de la Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe trabajaron durante meses en busca de generar herramientas para visibilizar las situaciones de violencias y abusos de poder que sufren en la cotidianeidad. Ante la falta de datos oficiales, pusieron en marcha a principios de julio del 2019 una encuesta provincial a 300 mujeres policías entre las 4000 empleadas de la fuerza, del Servicio Penitenciario y el Instituto Autárquico de Industrias Penitenciarias (Iapip).
¿Qué pretendían ver? A partir de indicadores vinculados a la violencia de género, el objetivo era recabar estadísticas sobre: las condiciones de salud, las distancias entre sus puestos de trabajo y sus hogares, los niveles educativos, el acoso laboral y las licencias otorgadas o no, entre otros.
“Ahora Vengo” dialogó con Tania, referente de la Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe. “Las cifras son fuertes. Nosotras lo veíamos necesario porque son muchas las compañeras que se comunican permanentemente con distintas necesidades. Y esto se ve reflejado con el proyecto de ley para hacer un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN). Era necesario abordarlo de alguna forma concreta”, explicó.
¿Quién escucha a las que escuchan? Las denuncias que no fueron
Más del 70% de las mujeres de la Policía de la provincia de Santa Fe dijo haber sufrido violencia de género. De ese porcentaje, casi el 26% afirmó haber sufrido este tipo de violencia en más de una ocasión. En el 86% de los casos no hubo resolución ni administrativa ni judicial (apenas el 14% de los casos se resolvieron).
La violencia psicológica es la más frecuente con el 56%, a lo que le siguen la violencia simbólica (25,8%) y violencia sexual (8,1%). Otras compañeras atravesaron sometimientos físicos (5,6%) y perjuicios económicos (4,4%).
Los datos dejan al descubierto un dato aún más preocupante: en el 69% de los casos la violencia fue ejercida por sus jefes o superiores. El 20,6% fueron sus compañeros de trabajo y el 10,5% por su pareja policial.
“Las cifras de acoso laboral son muy altas. A muchas les ha pasado que no han podido entrar a la comisaría porque sentían pánico”, contó Tania.
Las mujeres policías y penitenciarias se encuentran doblemente vulneradas al trabajar en espacios históricamente masculinizados. Muchas de ellas manifestaron en las encuestas que perciben cierta connivencia entre los agresores y quienes están a cargo de diligenciar las denuncias porque sus casos son archivados o desestimados rápidamente, incluso a muchas les recomendaron no denunciar.
En otros casos, el victimario fue “alertado” por personal de estos organismos sobre la presencia en el lugar de una mujer que se disponía a denunciarlo. Por otro lado, en el diligenciamiento de los expedientes de este tipo se encontraron irregularidades como la falta de toma de declaraciones a los denunciados o la no resolución de conflictos laborales graves, donde sucedieron agresiones físicas, verbales, hostigamiento, incluso casos de abuso sexual.
La maternidad muchas veces acarrea complicaciones en cuanto a lo laboral. La mitad de las empleadas policiales son jefas de hogar o madres solteras. El 82,3% tiene hijos/as pero el 44% trabaja en una localidad diferente de donde reside.
Por estas dinámicas afrontan dificultades ante la necesidad de amamantar a su bebé: el 63,9% afirmó no haber podido cumplir con las horas para amamantar. Muchas otras reconocieron no haber tomado franco por “día femenino” (menstruación).
Dentro de la división sexual de roles en la sociedad, a las mujeres les toca el reparto de las tareas de cuidado de familiares. Y no solamente de sus hijos/as, sino también familiares enfermos por ejemplo. De acuerdo a la encuesta, el 45% de las trabajadoras policiales mantienen familiares a cargo.
Otro dato que llamó la atención fue que el 86,2% tiene un hijo/a con discapacidad. “Las compañeras tienen muchas horas de viaje y los pases interprovinciales de una unidad a la otra son necesarios. Estamos hablando de violencia económica y psicológica porque no es fácil tener hijos con problemas de salud y estar lejos de tu hogar o no tener con quién dejarlo”, argumentó la referente Tania.
Ausentes en los cargos de poder
Todo este continuum de obstáculos para coordinar la vida pública con la privada fomenta que muchas de ellas no puedan llegar a puestos jerárquicos dentro de la fuerza. La encuesta dejó ver que el 74,9 por ciento de las mujeres policías consultadas no ejerció nunca un cargo de mando.
“Hay muy pocas mujeres en lugares operativos. Hay compañeras a las que le han contestado que no cumplían con las expectativas porque para ellos tenés que ser un poco patriarcal para poder dar órdenes. Si tenés otro tipo de filosofía para trabajar quedás excluida. Muchas quedan atrasadas por tener un bebé cuando la maternidad es algo natural y la que quiere ser mamá tiene derecho a hacerlo”, agregó la referente de la Red.
Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias
Junto con la diputada Alicia Gutiérrez crearon conjuntamente el proyecto de ley para hacer un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN). Aprobado recientemente por unanimidad en la Cámara de Diputados de Santa Fe, la iniciativa fue girada a Senadores para su tratamiento.
El centro (CIPGEN) tiene por objetivo garantizar la asistencia y acompañamiento integral a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito laboral que se desempeñen tanto en la Policía de la Provincia, la Dirección General del Servicio Penitenciario como en el Instituto Autárquico de Industria Penitenciaria.
El proyecto incluye la implementación de mecanismos de contención y acompañamiento para las mujeres que así lo necesiten. Incluso contempla los casos de violencia intrafamiliar. Propone brindar a las víctimas asesoramiento jurídico y contención psicológica, así también como instar al Ministerio de Seguridad para que genere las herramientas necesarias tales como otorgar licencias, readecuar tareas, implementar traslados y, por sobre todas las cosas, dejar constancia de las situaciones en los legajos laborales.
“El proyecto de ley ya pasó la primera comisión del Senado. Son cinco comisiones, pero esperamos que los senadores nos escuchen, entiendan y comprendan estos números. Nosotras trabajamos por una institución mejor porque somos trabajadoras del servicio de la comunidad. Es fundamental que estemos bien para poder bajar eso a la sociedad y mejorar la calidad de vida de todos”, concluyó Tania.
Integrantes de la Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe trabajaron durante meses en busca de generar herramientas para visibilizar las situaciones de violencias y abusos de poder que sufren en la cotidianeidad. Ante la falta de datos oficiales, pusieron en marcha a principios de julio del 2019 una encuesta provincial a 300 mujeres policías entre las 4000 empleadas de la fuerza, del Servicio Penitenciario y el Instituto Autárquico de Industrias Penitenciarias (Iapip).
¿Qué pretendían ver? A partir de indicadores vinculados a la violencia de género, el objetivo era recabar estadísticas sobre: las condiciones de salud, las distancias entre sus puestos de trabajo y sus hogares, los niveles educativos, el acoso laboral y las licencias otorgadas o no, entre otros.
“Ahora Vengo” dialogó con Tania, referente de la Red de Mujeres Policías de la provincia de Santa Fe. “Las cifras son fuertes. Nosotras lo veíamos necesario porque son muchas las compañeras que se comunican permanentemente con distintas necesidades. Y esto se ve reflejado con el proyecto de ley para hacer un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN). Era necesario abordarlo de alguna forma concreta”, explicó.
¿Quién escucha a las que escuchan? Las denuncias que no fueron
Más del 70% de las mujeres de la Policía de la provincia de Santa Fe dijo haber sufrido violencia de género. De ese porcentaje, casi el 26% afirmó haber sufrido este tipo de violencia en más de una ocasión. En el 86% de los casos no hubo resolución ni administrativa ni judicial (apenas el 14% de los casos se resolvieron).
La violencia psicológica es la más frecuente con el 56%, a lo que le siguen la violencia simbólica (25,8%) y violencia sexual (8,1%). Otras compañeras atravesaron sometimientos físicos (5,6%) y perjuicios económicos (4,4%).
Los datos dejan al descubierto un dato aún más preocupante: en el 69% de los casos la violencia fue ejercida por sus jefes o superiores. El 20,6% fueron sus compañeros de trabajo y el 10,5% por su pareja policial.
“Las cifras de acoso laboral son muy altas. A muchas les ha pasado que no han podido entrar a la comisaría porque sentían pánico”, contó Tania.
Las mujeres policías y penitenciarias se encuentran doblemente vulneradas al trabajar en espacios históricamente masculinizados. Muchas de ellas manifestaron en las encuestas que perciben cierta connivencia entre los agresores y quienes están a cargo de diligenciar las denuncias porque sus casos son archivados o desestimados rápidamente, incluso a muchas les recomendaron no denunciar.
En otros casos, el victimario fue “alertado” por personal de estos organismos sobre la presencia en el lugar de una mujer que se disponía a denunciarlo. Por otro lado, en el diligenciamiento de los expedientes de este tipo se encontraron irregularidades como la falta de toma de declaraciones a los denunciados o la no resolución de conflictos laborales graves, donde sucedieron agresiones físicas, verbales, hostigamiento, incluso casos de abuso sexual.
La maternidad muchas veces acarrea complicaciones en cuanto a lo laboral. La mitad de las empleadas policiales son jefas de hogar o madres solteras. El 82,3% tiene hijos/as pero el 44% trabaja en una localidad diferente de donde reside.
Por estas dinámicas afrontan dificultades ante la necesidad de amamantar a su bebé: el 63,9% afirmó no haber podido cumplir con las horas para amamantar. Muchas otras reconocieron no haber tomado franco por “día femenino” (menstruación).
Dentro de la división sexual de roles en la sociedad, a las mujeres les toca el reparto de las tareas de cuidado de familiares. Y no solamente de sus hijos/as, sino también familiares enfermos por ejemplo. De acuerdo a la encuesta, el 45% de las trabajadoras policiales mantienen familiares a cargo.
Otro dato que llamó la atención fue que el 86,2% tiene un hijo/a con discapacidad. “Las compañeras tienen muchas horas de viaje y los pases interprovinciales de una unidad a la otra son necesarios. Estamos hablando de violencia económica y psicológica porque no es fácil tener hijos con problemas de salud y estar lejos de tu hogar o no tener con quién dejarlo”, argumentó la referente Tania.
Ausentes en los cargos de poder
Todo este continuum de obstáculos para coordinar la vida pública con la privada fomenta que muchas de ellas no puedan llegar a puestos jerárquicos dentro de la fuerza. La encuesta dejó ver que el 74,9 por ciento de las mujeres policías consultadas no ejerció nunca un cargo de mando.
“Hay muy pocas mujeres en lugares operativos. Hay compañeras a las que le han contestado que no cumplían con las expectativas porque para ellos tenés que ser un poco patriarcal para poder dar órdenes. Si tenés otro tipo de filosofía para trabajar quedás excluida. Muchas quedan atrasadas por tener un bebé cuando la maternidad es algo natural y la que quiere ser mamá tiene derecho a hacerlo”, agregó la referente de la Red.
Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias
Junto con la diputada Alicia Gutiérrez crearon conjuntamente el proyecto de ley para hacer un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN). Aprobado recientemente por unanimidad en la Cámara de Diputados de Santa Fe, la iniciativa fue girada a Senadores para su tratamiento.
El centro (CIPGEN) tiene por objetivo garantizar la asistencia y acompañamiento integral a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito laboral que se desempeñen tanto en la Policía de la Provincia, la Dirección General del Servicio Penitenciario como en el Instituto Autárquico de Industria Penitenciaria.
El proyecto incluye la implementación de mecanismos de contención y acompañamiento para las mujeres que así lo necesiten. Incluso contempla los casos de violencia intrafamiliar. Propone brindar a las víctimas asesoramiento jurídico y contención psicológica, así también como instar al Ministerio de Seguridad para que genere las herramientas necesarias tales como otorgar licencias, readecuar tareas, implementar traslados y, por sobre todas las cosas, dejar constancia de las situaciones en los legajos laborales.
“El proyecto de ley ya pasó la primera comisión del Senado. Son cinco comisiones, pero esperamos que los senadores nos escuchen, entiendan y comprendan estos números. Nosotras trabajamos por una institución mejor porque somos trabajadoras del servicio de la comunidad. Es fundamental que estemos bien para poder bajar eso a la sociedad y mejorar la calidad de vida de todos”, concluyó Tania.
Con información de
Aire de Santa Fe
