El Banco Nación inició un sumario por el préstamo que le dio a Vicentin
Lunes 27 de
Enero 2020
Por presuntas irregularidades, la entidad bancaria analiza una línea de crédito que le otorgó la gestión anterior a la agroexportadora. La deuda que contrajo es por más de $ 18.000 millones
Las nuevas autoridades del Banco Nación iniciaron un sumario administrativo luego de haber tomado conocimiento de que, durante la gestión de Cambiemos, la entidad bancaria le otorgó una línea de crédito por $ 18.700 millones a la firma agroindustrial Vicentin, que entró en cesación de pagos por "estrés financiero" a comienzos de diciembre del año pasado.
Los motivos están relacionados a posibles evasiones de mecanismos de control internos, según señaló una fuente allegada al banco estatal, que, actualmente, es el mayor acreedor de la aceitera defaulteada.
"Se hizo un análisis de la situación y se advirtió la existencia de este préstamo, un tanto llamativo, por los volúmenes y porque, aparentemente, no se cumplieron la mejoras prácticas en su otorgamiento. Entonces, se dispuso iniciar un sumario administrativo", indicó el portavoz que prefirió el off.
Según detalló, la deuda por este préstamo, que tuvo lugar durante el mandato de Javier González Fraga, fue renegociada varias veces ante las irregularidades en los pagos y luego se amplió por la evolución del tipo de cambio. "Se ignoraron los análisis de riesgo crediticio. Generalmente, frente a situaciones de estas características, se suelen poner en marcha controles que en este caso no se activaron", comentó el vocero.
En este sentido, desde la entidad, aclararon que, al comienzo, el holding santafesino se encontraba en categoría número 1. Es decir que, aunque estaba incumpliendo sus pagos era considerada una empresa sin un riesgo crediticio. Pero más tarde escaló a categoría 4.
"Esto significa que tiene una alta probabilidad de no cumplir con los compromisos financieros ya asumidos. Cuando las empresas llegan a esta instancia se encuentran cerca de la quiebra o la convocatoria de acreedores", agregaron al respecto.
Según los datos publicados en la central de deudores del Banco Central (BCRA), a la fecha, la empresa acumula una deuda bancaria que asciende a $ 23.500 millones, entre ellos los $ 18.700 millones tomados con el Banco Nación. Además, la compañía ya tiene 12 cheques rechazados por $60 millones.
Aunque en la primera reunión que tuvo lugar esta semana con los acreedores de la cadena granaria –productores, correacopios y otros proveedores– la cerealera adelantó cuatro premisas que tendrá su propuesta de pago, por el momento, la empresa no presentó un plan con el que pretende salir de la crisis en la que se encuentra inmersa, transcurridos más de 40 días de haberse declarado en default.
En tanto, Vicentin negocia con dos importantes acreedores. El principal es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), a la que le debe poco más de u$s 110 millones. La agroexportadora acelera las conversaciones con ACA para que vuelva a entregarle materia prima en breve. Además, hay otros dos grupos acopiadores a los que les debe entre u$s 30 y 50 millones.
Desde el sector, informaron que la intención de la aceitera rosarina es evitar una posible convocatoria o el concurso de acreedores. "Se está buscando un inversor o un grupo de inversores interesados en recomponer la compañía, cuya actividad vale mucho más que su deuda. Hay conversaciones con al menos cinco grandes jugadores internacionales de gran peso, algunos con escasa o nula presencia en el país", adelantaron fuentes cercanas al proceso.
Los motivos están relacionados a posibles evasiones de mecanismos de control internos, según señaló una fuente allegada al banco estatal, que, actualmente, es el mayor acreedor de la aceitera defaulteada.
"Se hizo un análisis de la situación y se advirtió la existencia de este préstamo, un tanto llamativo, por los volúmenes y porque, aparentemente, no se cumplieron la mejoras prácticas en su otorgamiento. Entonces, se dispuso iniciar un sumario administrativo", indicó el portavoz que prefirió el off.
Según detalló, la deuda por este préstamo, que tuvo lugar durante el mandato de Javier González Fraga, fue renegociada varias veces ante las irregularidades en los pagos y luego se amplió por la evolución del tipo de cambio. "Se ignoraron los análisis de riesgo crediticio. Generalmente, frente a situaciones de estas características, se suelen poner en marcha controles que en este caso no se activaron", comentó el vocero.
En este sentido, desde la entidad, aclararon que, al comienzo, el holding santafesino se encontraba en categoría número 1. Es decir que, aunque estaba incumpliendo sus pagos era considerada una empresa sin un riesgo crediticio. Pero más tarde escaló a categoría 4.
"Esto significa que tiene una alta probabilidad de no cumplir con los compromisos financieros ya asumidos. Cuando las empresas llegan a esta instancia se encuentran cerca de la quiebra o la convocatoria de acreedores", agregaron al respecto.
Según los datos publicados en la central de deudores del Banco Central (BCRA), a la fecha, la empresa acumula una deuda bancaria que asciende a $ 23.500 millones, entre ellos los $ 18.700 millones tomados con el Banco Nación. Además, la compañía ya tiene 12 cheques rechazados por $60 millones.
Aunque en la primera reunión que tuvo lugar esta semana con los acreedores de la cadena granaria –productores, correacopios y otros proveedores– la cerealera adelantó cuatro premisas que tendrá su propuesta de pago, por el momento, la empresa no presentó un plan con el que pretende salir de la crisis en la que se encuentra inmersa, transcurridos más de 40 días de haberse declarado en default.
En tanto, Vicentin negocia con dos importantes acreedores. El principal es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), a la que le debe poco más de u$s 110 millones. La agroexportadora acelera las conversaciones con ACA para que vuelva a entregarle materia prima en breve. Además, hay otros dos grupos acopiadores a los que les debe entre u$s 30 y 50 millones.
Desde el sector, informaron que la intención de la aceitera rosarina es evitar una posible convocatoria o el concurso de acreedores. "Se está buscando un inversor o un grupo de inversores interesados en recomponer la compañía, cuya actividad vale mucho más que su deuda. Hay conversaciones con al menos cinco grandes jugadores internacionales de gran peso, algunos con escasa o nula presencia en el país", adelantaron fuentes cercanas al proceso.
Con información de
Cronista