Llegó el Bréxit: Reino Unido le dice adiós a la UE y arranca tensa transición
Viernes 31 de
Enero 2020
Al filo de la medianoche, el primer ministro británico, Boris Johnson, tiene previsto decir que la salida marca el "comienzo" de una era de "renovación" y "cambio" para el país.
Hoy, el Reino Unido le dirá adiós a la Unión Europea. Por ahora, se trata de una transición formal, después de más de tres años y medio del referendo de 2016 marcado por la victoria del "Leave" sobre el "Remain".
De hecho, aún quedan 11 meses de transición en el statu quo, destinados a avanzar rápidamente en la búsqueda frenética de un entendimiento sobre las futuras relaciones con los 27, las comerciales en primer lugar.
Pero mientras tanto, una página de historia realmente se cierra, entre banderas que bajan de los mástiles.
La víspera del paso de despedida tuvo lugar en Bruselas con el último acto de divorcio: la firma del Consejo de la UE -después de la ratificación del Parlamento Europeo y la de Westminster, en virtud del acuerdo de retirada- del documento que vuelve al Reino Unido un "país tercero", casi medio siglo después de la adhesión del club europeo, en 1973.
El primer ministro británico, Boris Johnson, tiene previsto decir que la salida marca el "comienzo" de una era de "renovación" y "cambio" para el país, en un discurso a la nación adelantado por su oficina.
"Esto no es un final sino un comienzo", se espera que diga el líder conservador en un mensaje que será televisado a las 22 (hora local), una hora de la entrada oficial en vigor del Brexit, cuando el Reino Unido se convertirá en el primer país en abandonar la UE.
"Ha llegado el momento de un nuevo amanecer y el telón se levanta para un nuevo acto", debe agregar, según los extractos proporcionados por Downing Street.
"Es el momento de la verdadera renovación y el cambio nacional. Johnson también asegura querer dejar en el pasado las divisiones que han desgarrado al país desde que el Brexit fue aprobado por 52% votos en el referendo.
"Nuestro trabajo en el gobierno -mi trabajo- es unificar a este país y llevarnos hacia adelante", dirá.
Para marcar el Brexit, el jefe de gobierno reunirá a su gabinete en Sunderland, en el noreste de Inglaterra.
La ciudad, que votó a 61% a favor del Brexit en 2016, alberga la principal planta europea del fabricante japonés de automóviles Nissan, cuyo futuro se habría visto amenazado en caso de un Brexit brutal que se pudo evitar gracias al acuerdo de divorcio renegociado por Johnson con Bruselas.
Las incógnitas no faltan sobre lo que vendrá después de un divorcio que la número uno del BCE, Christine Lagarde, ha definido "ordenado" aunque expresando "pesar".
El Banco de Inglaterra ha confirmado el mantenimiento, por ahora, de las tasas sin cambios, pero insinuando una flexibilización monetaria a corto plazo.
También redujo las estimaciones de crecimiento del PBI por los efectos del Brexit, del 1,2 al 0,8% en 2020, y del 1,7 al 1.4% en 2021.
Entretanto, la grieta que arrasó el país en 2016 y las divisiones que continuaron no están destinadas a desvanecerse fácilmente, a pesar de los llamamientos a la unidad efectuados por Johnson.
La verdadera trinchera pasa a través de las fronteras de dos naciones del Reino Unido que, cuando se separaron de la UE, dijeron en su mayoría que no, mientras al dominio demográfico de Inglaterra rechazan ahora resignarse.
Una de ellas es Irlanda del Norte y la otra es Escocia, donde el gobierno local del SNP de Nicola Sturgeon se prepara para volver a lanzar el desafío de un nuevo referéndum sobre la secesión de Londres.
De hecho, aún quedan 11 meses de transición en el statu quo, destinados a avanzar rápidamente en la búsqueda frenética de un entendimiento sobre las futuras relaciones con los 27, las comerciales en primer lugar.
Pero mientras tanto, una página de historia realmente se cierra, entre banderas que bajan de los mástiles.
La víspera del paso de despedida tuvo lugar en Bruselas con el último acto de divorcio: la firma del Consejo de la UE -después de la ratificación del Parlamento Europeo y la de Westminster, en virtud del acuerdo de retirada- del documento que vuelve al Reino Unido un "país tercero", casi medio siglo después de la adhesión del club europeo, en 1973.
El primer ministro británico, Boris Johnson, tiene previsto decir que la salida marca el "comienzo" de una era de "renovación" y "cambio" para el país, en un discurso a la nación adelantado por su oficina.
"Esto no es un final sino un comienzo", se espera que diga el líder conservador en un mensaje que será televisado a las 22 (hora local), una hora de la entrada oficial en vigor del Brexit, cuando el Reino Unido se convertirá en el primer país en abandonar la UE.
"Ha llegado el momento de un nuevo amanecer y el telón se levanta para un nuevo acto", debe agregar, según los extractos proporcionados por Downing Street.
"Es el momento de la verdadera renovación y el cambio nacional. Johnson también asegura querer dejar en el pasado las divisiones que han desgarrado al país desde que el Brexit fue aprobado por 52% votos en el referendo.
"Nuestro trabajo en el gobierno -mi trabajo- es unificar a este país y llevarnos hacia adelante", dirá.
Para marcar el Brexit, el jefe de gobierno reunirá a su gabinete en Sunderland, en el noreste de Inglaterra.
La ciudad, que votó a 61% a favor del Brexit en 2016, alberga la principal planta europea del fabricante japonés de automóviles Nissan, cuyo futuro se habría visto amenazado en caso de un Brexit brutal que se pudo evitar gracias al acuerdo de divorcio renegociado por Johnson con Bruselas.
Las incógnitas no faltan sobre lo que vendrá después de un divorcio que la número uno del BCE, Christine Lagarde, ha definido "ordenado" aunque expresando "pesar".
El Banco de Inglaterra ha confirmado el mantenimiento, por ahora, de las tasas sin cambios, pero insinuando una flexibilización monetaria a corto plazo.
También redujo las estimaciones de crecimiento del PBI por los efectos del Brexit, del 1,2 al 0,8% en 2020, y del 1,7 al 1.4% en 2021.
Entretanto, la grieta que arrasó el país en 2016 y las divisiones que continuaron no están destinadas a desvanecerse fácilmente, a pesar de los llamamientos a la unidad efectuados por Johnson.
La verdadera trinchera pasa a través de las fronteras de dos naciones del Reino Unido que, cuando se separaron de la UE, dijeron en su mayoría que no, mientras al dominio demográfico de Inglaterra rechazan ahora resignarse.
Una de ellas es Irlanda del Norte y la otra es Escocia, donde el gobierno local del SNP de Nicola Sturgeon se prepara para volver a lanzar el desafío de un nuevo referéndum sobre la secesión de Londres.
Con información de
Ámbito