¿Cómo responder ante la avalancha de información sobre el coronavirus?
Viernes 06 de
Marzo 2020
El doctor Mario Perichón brindó una serie de recomendaciones para prevenir la enfermedad y analizó el manejo que están teniendo las autoridades al respecto
“El miedo lo que hace es paralizar a las sociedades”, le decía a Rosario3.com el doctor Mario Perichón, de quien habíamos recibido unas horas antes, las recomendaciones del Ministerio de Salud sobre qué hacer frente a la alarma que pesa sobre el mundo por el coronavirus.
Más adelante, Perichón afirmaba que es aún más preocupante “cuando se habla de epidemias por un virus 'raro', un virus 'nuevo'; se cubre con un manto de ambigüedad aquello que se comunica, entonces, hace su aparición el pensamiento mágico que se impone a la evidencia científica”. El facultativo interroga a la distancia a los gobiernos de los países y a algunas instituciones globales, y se pregunta si “¿no será la hora de discutir estrategias de comunicación globales para evitar trasladar el pánico a las poblaciones?”.
- ¿Qué evaluación hace del rol de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este caso?
- Creo que se equivoca la OMS con esta generación de alarmas permanentes y publicadas diariamente. Todos los noticieros se la pasan informando con chapa roja y la palabra alerta cada vez que muere un paciente por el coronavirus. Pero lo paradojal es que no hay alertas por las dos muertes por dengue en nuestro país y que representa un verdadero problema para los países de América Latina. Deberíamos hacer un esfuerzo por poner todo en su justa dimensión.
- ¿Cuáles son los temas de los que deberíamos ocuparnos más?
- En nuestros países tenemos el chagas y la tuberculosis, reaparece el sarampión por el movimiento antivacuna que si bien tiene su epicentro en otros países ha logrado adeptos en el nuestro. Ha vuelto a circular el sarampión cuando hace unos años se había logrado superar.
- ¿Qué es lo que se persigue con esta comunicación alarmista?
- No lo sé, pero hace ruido. Nosotros, en Argentina, recuperamos la categoría de Ministerio de Salud, con un ministro que es un lujo para el país; el doctor Ginés González García tiene una mirada eminentemente sanitarista. Hace poco terminó en Córdoba la reunión del Consejo Federal de Salud, donde se habló de colocar en sintonía coronavirus, dengue, y el calendario de vacunación con la intención de desarrollar una comunicación sencilla y transparente, común para que esté al alcance de todos; para luego desarrollar una línea de acción acorde.
- Uno de los tópicos de las recomendaciones del Ministerio de Salud que nos envió está destinado al barbijo. Vemos y escuchamos información errónea y confusa, ¿a qué debemos atenernos, doctor Perichón?
- El barbijo tiene una utilidad finita en el tiempo; luego se humedece y podemos contaminarnos con otras bacterias y otros virus. El barbijo se debe utilizar en dos situaciones puntuales: lo usa el enfermo por ser portador del virus y para proteger a quienes lo rodeamos; a modo de una barrera física para evitar contagiar; el otro caso es cuando personal de la salud deben atender a personas infectadas o deben desplegar actividad en aeropuertos donde se reciben personas que vienen de lugares en donde circula el virus.
Más adelante, Perichón afirmaba que es aún más preocupante “cuando se habla de epidemias por un virus 'raro', un virus 'nuevo'; se cubre con un manto de ambigüedad aquello que se comunica, entonces, hace su aparición el pensamiento mágico que se impone a la evidencia científica”. El facultativo interroga a la distancia a los gobiernos de los países y a algunas instituciones globales, y se pregunta si “¿no será la hora de discutir estrategias de comunicación globales para evitar trasladar el pánico a las poblaciones?”.
- ¿Qué evaluación hace del rol de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en este caso?
- Creo que se equivoca la OMS con esta generación de alarmas permanentes y publicadas diariamente. Todos los noticieros se la pasan informando con chapa roja y la palabra alerta cada vez que muere un paciente por el coronavirus. Pero lo paradojal es que no hay alertas por las dos muertes por dengue en nuestro país y que representa un verdadero problema para los países de América Latina. Deberíamos hacer un esfuerzo por poner todo en su justa dimensión.
- ¿Cuáles son los temas de los que deberíamos ocuparnos más?
- En nuestros países tenemos el chagas y la tuberculosis, reaparece el sarampión por el movimiento antivacuna que si bien tiene su epicentro en otros países ha logrado adeptos en el nuestro. Ha vuelto a circular el sarampión cuando hace unos años se había logrado superar.
- ¿Qué es lo que se persigue con esta comunicación alarmista?
- No lo sé, pero hace ruido. Nosotros, en Argentina, recuperamos la categoría de Ministerio de Salud, con un ministro que es un lujo para el país; el doctor Ginés González García tiene una mirada eminentemente sanitarista. Hace poco terminó en Córdoba la reunión del Consejo Federal de Salud, donde se habló de colocar en sintonía coronavirus, dengue, y el calendario de vacunación con la intención de desarrollar una comunicación sencilla y transparente, común para que esté al alcance de todos; para luego desarrollar una línea de acción acorde.
- Uno de los tópicos de las recomendaciones del Ministerio de Salud que nos envió está destinado al barbijo. Vemos y escuchamos información errónea y confusa, ¿a qué debemos atenernos, doctor Perichón?
- El barbijo tiene una utilidad finita en el tiempo; luego se humedece y podemos contaminarnos con otras bacterias y otros virus. El barbijo se debe utilizar en dos situaciones puntuales: lo usa el enfermo por ser portador del virus y para proteger a quienes lo rodeamos; a modo de una barrera física para evitar contagiar; el otro caso es cuando personal de la salud deben atender a personas infectadas o deben desplegar actividad en aeropuertos donde se reciben personas que vienen de lugares en donde circula el virus.
Con información de
Rosario3
