Gutiérrez Girault: "En este contexto, la provisión de liquidez pasó a ser crucial"
Lunes 06 de
Abril 2020
El economista analizó las crisis económica y dejó algunas propuestas sobre cómo ayudar a las empresas a sobrellevar el momento.
En un contexto donde el control de la emisión “pasó a un segundo plano” y “la provisión de liquidez pasa a ser crucial”, el economista jefe del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas analizó la crisis económica, que se profundizó por la irrupción del coronavirus. Entre otras propuestas, sugirió aumentar la cadena de endosos permitidos y que los bancos compren facturas de proveedores del Estado.
El que sigue es el diálogo que mantuvo con este diario:
Periodista: ¿Observa que haya rupturas en las distintas cadenas de pagos?
Alfredo Gutiérrez Girault: En general hemos visto estiramientos. Las medidas que ha tomado el Gobierno para ayudar a las empresas son un paliativo, que en algunos casos van en la dirección correcta, pero se va a necesitar un poco más si la situación se prolonga.
P.: ¿Qué otras medidas le parece que se podrían tomar?
A.G.G.: Una de las alternativas posibles podría ser aumentar la cadena de endosos permitidos. Es algo que se ha hecho en Argentina ante eventos similares. Otra medida interesante podría ser que la banca, comenzando por la banca pública, compre facturas de proveedores del Estado. O bien que se las anticipe. Por ejemplo: imagínese una empresa que está encargada de mantener los semáforos en determinada localidad y que el municipio le paga a 60 días, una posibilidad interesante sería que la banca pública le compre o le anticipe esa plata al proveedor que hizo ese arreglo. Esas medidas le podrían arreglar la vida a esos sectores, en un momento que va a haber un parate en la obra pública.
P.: ¿Ven mecanismos para aumentar la liquidez?
A.G.G.: Hoy hay 18 mil millones de dólares en cajas de ahorro en dólares. Quizás habría que pensar un mecanismo voluntario para que la gente pueda transformar esos dólares en pesos, para que haya más liquidez. Ahora, si el ahorrista lo tiene que hacer a $64 difícilmente quiera, pero si se busca algún mecanismo como el contado con liquidez, a lo mejor hay aceptación. O también, si el Banco Central puede actuar ofreciendo pesos contra esos dólares, a un tipo de cambio cercano al contado con liqui. Ahí habría una fuente de expansión directa de base monetaria que mejore las condiciones de liquidez, además de que el BCRA puede aumentar su posición de reservas. Esta idea es el inverso de lo que se hizo el año pasado, cuando el Banco Central licitaba dólares para sostener el tipo de cambio. Y puede permitir a ayudar a empresas medianas y pequeñas que necesiten liquidez.
P.: Los empresarios pymes, por ejemplo, ¿aceptarían resignar sus ahorros en dólares para afrontar obligaciones en pesos?
A.G.G.: Por ahí esa pyme tiene 50 mil dólares depositados en una caja de ahorro y le cuesta utilizar ese dinero. Pero también tiene a sus empleados y si se desprende de ellos aumenta la conflictividad y le va a costar recuperarlos. Por otra parte, no cumplir con los proveedores tiene costos reputacionales. Ahí hay un trade off. Todo eso hace que el empresario pyme pueda llegar a pensar “bueno, si hay un sistema ágil y conveniente, puedo cambiar este dinero y cubrir estas necesidades”.
P.: ¿El control de la emisión hoy no es prioridad?
A.G.G.: Pasó a un segundo plano. La provisión de liquidez pasa a ser crucial. Yo creo que la demanda para cierto tipo de consumos va a tardar mucho en recomponerse. Si se alivian las restricciones de la cuarentena, la gente va a pensar dos veces en ir a un restaurante. Además de haber un problema de oferta, va a haber un problema de demanda, no solo por dinero, sino porque la gente no va a querer arriesgarse. Acá hay un trauma sanitario y vamos a tener que ver cómo le pega a la gente y cómo impacta en sus estrategias de consumo. Pero muy posiblemente el consumo elástico se postergue, tanto por cuestiones sanitarias como por razones de dinero.
P.: ¿Cree que Argentina puede tener una recuperación rápida una vez que se terminen las medidas restrictivas?
A.G.G.: El mundo está proyectando que en casi todos los países haya un rebote en V para la actividad económica, como sucedió en China. Las proyecciones de Italia muestran que en el tercer trimestre crecería un 15% o 20%, pero también en el segundo trimestre caería un 15% o 20%. A nosotros lo que nos pasa, a diferencia de Chile o Perú, es que esta crisis nos agarra en la parte de abajo de una L que arrancó en 2018. Eso complica todo.
P.: ¿Cree que puede haber despidos masivos en Argentina?
A.G.G.: Los despidos tienen una implicación humana y, además, una pérdida de capital. Y si uno cree en el razonamiento de quienes ven una V en otros lugares del mundo, va a tratar de esperar antes de tomar una decisión drástica. Eso sí, va a pensar: “denme una ayuda para transitar esta V”.
El que sigue es el diálogo que mantuvo con este diario:
Periodista: ¿Observa que haya rupturas en las distintas cadenas de pagos?
Alfredo Gutiérrez Girault: En general hemos visto estiramientos. Las medidas que ha tomado el Gobierno para ayudar a las empresas son un paliativo, que en algunos casos van en la dirección correcta, pero se va a necesitar un poco más si la situación se prolonga.
P.: ¿Qué otras medidas le parece que se podrían tomar?
A.G.G.: Una de las alternativas posibles podría ser aumentar la cadena de endosos permitidos. Es algo que se ha hecho en Argentina ante eventos similares. Otra medida interesante podría ser que la banca, comenzando por la banca pública, compre facturas de proveedores del Estado. O bien que se las anticipe. Por ejemplo: imagínese una empresa que está encargada de mantener los semáforos en determinada localidad y que el municipio le paga a 60 días, una posibilidad interesante sería que la banca pública le compre o le anticipe esa plata al proveedor que hizo ese arreglo. Esas medidas le podrían arreglar la vida a esos sectores, en un momento que va a haber un parate en la obra pública.
P.: ¿Ven mecanismos para aumentar la liquidez?
A.G.G.: Hoy hay 18 mil millones de dólares en cajas de ahorro en dólares. Quizás habría que pensar un mecanismo voluntario para que la gente pueda transformar esos dólares en pesos, para que haya más liquidez. Ahora, si el ahorrista lo tiene que hacer a $64 difícilmente quiera, pero si se busca algún mecanismo como el contado con liquidez, a lo mejor hay aceptación. O también, si el Banco Central puede actuar ofreciendo pesos contra esos dólares, a un tipo de cambio cercano al contado con liqui. Ahí habría una fuente de expansión directa de base monetaria que mejore las condiciones de liquidez, además de que el BCRA puede aumentar su posición de reservas. Esta idea es el inverso de lo que se hizo el año pasado, cuando el Banco Central licitaba dólares para sostener el tipo de cambio. Y puede permitir a ayudar a empresas medianas y pequeñas que necesiten liquidez.
P.: Los empresarios pymes, por ejemplo, ¿aceptarían resignar sus ahorros en dólares para afrontar obligaciones en pesos?
A.G.G.: Por ahí esa pyme tiene 50 mil dólares depositados en una caja de ahorro y le cuesta utilizar ese dinero. Pero también tiene a sus empleados y si se desprende de ellos aumenta la conflictividad y le va a costar recuperarlos. Por otra parte, no cumplir con los proveedores tiene costos reputacionales. Ahí hay un trade off. Todo eso hace que el empresario pyme pueda llegar a pensar “bueno, si hay un sistema ágil y conveniente, puedo cambiar este dinero y cubrir estas necesidades”.
P.: ¿El control de la emisión hoy no es prioridad?
A.G.G.: Pasó a un segundo plano. La provisión de liquidez pasa a ser crucial. Yo creo que la demanda para cierto tipo de consumos va a tardar mucho en recomponerse. Si se alivian las restricciones de la cuarentena, la gente va a pensar dos veces en ir a un restaurante. Además de haber un problema de oferta, va a haber un problema de demanda, no solo por dinero, sino porque la gente no va a querer arriesgarse. Acá hay un trauma sanitario y vamos a tener que ver cómo le pega a la gente y cómo impacta en sus estrategias de consumo. Pero muy posiblemente el consumo elástico se postergue, tanto por cuestiones sanitarias como por razones de dinero.
P.: ¿Cree que Argentina puede tener una recuperación rápida una vez que se terminen las medidas restrictivas?
A.G.G.: El mundo está proyectando que en casi todos los países haya un rebote en V para la actividad económica, como sucedió en China. Las proyecciones de Italia muestran que en el tercer trimestre crecería un 15% o 20%, pero también en el segundo trimestre caería un 15% o 20%. A nosotros lo que nos pasa, a diferencia de Chile o Perú, es que esta crisis nos agarra en la parte de abajo de una L que arrancó en 2018. Eso complica todo.
P.: ¿Cree que puede haber despidos masivos en Argentina?
A.G.G.: Los despidos tienen una implicación humana y, además, una pérdida de capital. Y si uno cree en el razonamiento de quienes ven una V en otros lugares del mundo, va a tratar de esperar antes de tomar una decisión drástica. Eso sí, va a pensar: “denme una ayuda para transitar esta V”.
Con información de
Ámbito