Contrastes: en la ciudad más rica de la Argentina, uno de cada tres habitantes son pobres
Viernes 11 de
Diciembre 2020
En un año, la Ciudad de Buenos Aires tiene 331.000 pobres más que un año atrás. En el tercer trimestre la pobreza porteña saltó del 19,4% en 2019 al 30,1% de la población porteña este año.
Son 926.000 personas pobres. En tanto, la indigencia trepó del 5,5% un año atrás al 14,3,%. Son 439.000 personas que no cubren el costo de una canasta básica sólo de alimentos, 271.000 más que 12 meses atrás.
Esos datos son de la Dirección de Estadística y Censos porteña, “siendo las marcas más altas de la serie iniciada en 2015 para un tercer trimestre y la segunda más alta para todos los periodos, sólo superada en el trimestre anterior”.
Entre abril y junio, la pobreza fue del 33,1% con lo que la flexibilización de la cuarentena apenas 42.000 hogares y algo más de 100 mil personas lograron superar el umbral de pobreza.
En CABA residen 3.072.000 personas. Así, casi uno de cada 3 porteños es pobre porque tiene ingresos que no le permiten comprar una canasta básica.
Si se suman los hogares no pobres vulnerables, porque sus ingresos apenas superan la línea de pobreza, el porcentaje de pobres y en condición de vulnerabilidad asciende al 38,3% o 1.178.000 personas. Y al 45,9%, con el sector medio frágil – porque sus ingresos no alcanzan 1,25 veces la Canasta Total de Consumo En total 1.411.000.
En base a todos estos datos y además porque “se redujeron todos los estratos no pobres “, el Informe oficial dice que hay “una pauperización generalizada en la población de la Ciudad”.
El Informe detalla que “en la comparación interanual, se agregan a la pobreza unos 109.000 hogares y 331.000 personas, lo que en puntos porcentuales representa un cambio de 8,1 puntos en hogares y 10,7 puntos en personas. En particular, pasan a la indigencia unos 89.000 hogares y 271.000 personas, lo que motoriza el aumento de la pobreza en la Ciudad”. Y puntualiza que “una parte importante de los hogares en condición de indigencia no tuvo ingresos en el período como resultado del aumento de la desocupación, la demora en el pago de salarios o trabajos y la inactividad de sus miembros”.
Primeros los niños y las mujeres
El Informe destaca que algunos sectores “resultan más afectados que otros”. Y detalla:
+ Los niños, niñas y adolescentes : 45,9% habitan en hogares que no alcanzan a costear la Canasta básica total).
+ La población que habita en hogares encabezados por mujeres. La incidencia de la pobreza es de 32,7%, frente al 28% de los que tienen jefe varón.
+ La que reside en hogares con jefe desocupado (prácticamente triplica la incidencia del total) + La que vive en la zona sur de la Ciudad (41,8%).
El Informe explica que este retroceso en las condiciones de vida de la Ciudad se da en el contexto de la pandemia y la cuarentena con una fuerte caída en la ocupación y el deterioro del ingreso.
“ Unas 200.000 personas pierden su ocupación -la mayoría pasando a la inactividad-, el desempleo sube al 13,4% con casi 209.000 personas desocupadas, y aquellos que conservan su ocupación ven reducir sus ingresos en términos reales -la variación de precios superó el 34% mientras que el ingreso total familiar solo aumentó 13,2%. Al mismo tiempo, dentro del menguado conjunto de ocupados, se produce un aumento significativo de los que no perciben ingreso. Esta situación en el mercado de trabajo, fuente del 75% de los ingresos con los que se sostienen los hogares de la Ciudad, afecta más a los hogares en los que hay miembros que quedaron sin ocupación, o donde hay presencia de ocupados con una inserción endeble (asalariados precarios, cuenta propias informales, etc.), en la Industria y la Construcción y población de entre 25 y 49 años”.
En tanto, “la ayuda estatal a través de la AUH, la Tarjeta Alimentar y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se concentra en los estratos más bajos de la distribución (en condición de pobreza y en vulnerabilidad) y sirve para amortiguar el deterioro en sus ingresos. En el caso particular del IFE -que se cobró en junio, julio y agosto- el alcance es acotado, porque los requisitos para el cobro son varios y extendidos a la condición de todo el grupo familiar. Por otra parte, los subsidios para el pago de salarios abarcan solo a los trabajadores registrados en la seguridad social y se fueron reduciendo en el transcurso del trimestre”.
Esos datos son de la Dirección de Estadística y Censos porteña, “siendo las marcas más altas de la serie iniciada en 2015 para un tercer trimestre y la segunda más alta para todos los periodos, sólo superada en el trimestre anterior”.
Entre abril y junio, la pobreza fue del 33,1% con lo que la flexibilización de la cuarentena apenas 42.000 hogares y algo más de 100 mil personas lograron superar el umbral de pobreza.
En CABA residen 3.072.000 personas. Así, casi uno de cada 3 porteños es pobre porque tiene ingresos que no le permiten comprar una canasta básica.
Si se suman los hogares no pobres vulnerables, porque sus ingresos apenas superan la línea de pobreza, el porcentaje de pobres y en condición de vulnerabilidad asciende al 38,3% o 1.178.000 personas. Y al 45,9%, con el sector medio frágil – porque sus ingresos no alcanzan 1,25 veces la Canasta Total de Consumo En total 1.411.000.
En base a todos estos datos y además porque “se redujeron todos los estratos no pobres “, el Informe oficial dice que hay “una pauperización generalizada en la población de la Ciudad”.
El Informe detalla que “en la comparación interanual, se agregan a la pobreza unos 109.000 hogares y 331.000 personas, lo que en puntos porcentuales representa un cambio de 8,1 puntos en hogares y 10,7 puntos en personas. En particular, pasan a la indigencia unos 89.000 hogares y 271.000 personas, lo que motoriza el aumento de la pobreza en la Ciudad”. Y puntualiza que “una parte importante de los hogares en condición de indigencia no tuvo ingresos en el período como resultado del aumento de la desocupación, la demora en el pago de salarios o trabajos y la inactividad de sus miembros”.
Primeros los niños y las mujeres
El Informe destaca que algunos sectores “resultan más afectados que otros”. Y detalla:
+ Los niños, niñas y adolescentes : 45,9% habitan en hogares que no alcanzan a costear la Canasta básica total).
+ La población que habita en hogares encabezados por mujeres. La incidencia de la pobreza es de 32,7%, frente al 28% de los que tienen jefe varón.
+ La que reside en hogares con jefe desocupado (prácticamente triplica la incidencia del total) + La que vive en la zona sur de la Ciudad (41,8%).
El Informe explica que este retroceso en las condiciones de vida de la Ciudad se da en el contexto de la pandemia y la cuarentena con una fuerte caída en la ocupación y el deterioro del ingreso.
“ Unas 200.000 personas pierden su ocupación -la mayoría pasando a la inactividad-, el desempleo sube al 13,4% con casi 209.000 personas desocupadas, y aquellos que conservan su ocupación ven reducir sus ingresos en términos reales -la variación de precios superó el 34% mientras que el ingreso total familiar solo aumentó 13,2%. Al mismo tiempo, dentro del menguado conjunto de ocupados, se produce un aumento significativo de los que no perciben ingreso. Esta situación en el mercado de trabajo, fuente del 75% de los ingresos con los que se sostienen los hogares de la Ciudad, afecta más a los hogares en los que hay miembros que quedaron sin ocupación, o donde hay presencia de ocupados con una inserción endeble (asalariados precarios, cuenta propias informales, etc.), en la Industria y la Construcción y población de entre 25 y 49 años”.
En tanto, “la ayuda estatal a través de la AUH, la Tarjeta Alimentar y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se concentra en los estratos más bajos de la distribución (en condición de pobreza y en vulnerabilidad) y sirve para amortiguar el deterioro en sus ingresos. En el caso particular del IFE -que se cobró en junio, julio y agosto- el alcance es acotado, porque los requisitos para el cobro son varios y extendidos a la condición de todo el grupo familiar. Por otra parte, los subsidios para el pago de salarios abarcan solo a los trabajadores registrados en la seguridad social y se fueron reduciendo en el transcurso del trimestre”.
Con información de
Clarín
