Fátima, la única guía de turismo mujer de Afganistán, escapó a Italia: “Tuve que decidir entre quedarme o vivir”

Martes 19 de Octubre 2021

La situación crítica tras el regreso al poder de los talibanes. El turismo y los atractivos culturales en peligro.
“En este momento, estar en el infierno es mejor que estar en Afganistán”, dice Fatima Haidari, la primera y única mujer en convertirse en guía de turismo en ese país.
 
Luego de la retirada de Estados Unidos, en agosto, los talibanes volvieron a tomar el poder y la vida de todos los ciudadanos cambió por completo. “No queda ni un solo hueso en Afganistán con esperanza en el futuro”, afirma en una videollamada con Clarín.
 
Antes de que estas tropas extremistas asumieran el control, ella estaba cumpliendo sueños. Había logrado vencer las tradiciones más conservadoras de esa sociedad: pudo estudiar, aprender inglés y trabajar. También se convirtió en una referente para otras mujeres que se negaban a tener matrimonios arreglados y dedicarse al hogar.
 
Pero todo su mérito, no solo dejó de valer sino que se le volvió en contra. Su nexo con extranjeros y su independencia es algo totalmente inaceptable para el régimen extremista. “Tuve que decidir entre quedarme o vivir”.
 
La situación para las mujeres es crítica. No tienen derecho a salir de sus casas sin el permiso de sus maridos o caminar solas en las calles. Tampoco pueden reírse en la vía pública. Las universidades, las escuelas y los restaurantes pasaron a ser lugares para hombres. Tampoco tienen la posibilidad de elegir cómo vestirse.
 
“Mis amigos me dicen que desde lo profundo de su corazón desean que ninguna otra chica nazca en Afganistán. Las mujeres solo deben ser buenas esposas y madres. Deben abandonar sus sueños”.
 
Escapar para no morir
Fatima nunca había visitado otro país y no se imaginaba que la primera vez fuera en medio de una balacera, con gente herida y perdiendo la vida alrededor de ella. Tampoco pensó que intentar cruzar la frontera pudiera significar morir. Y lograrlo con éxito parecía casi imposible.
 
Tal vez fue inocencia o ilusión. Pero esta joven de 23 años estaba convencida de que los militares iban a luchar y revertir la situación. Cuando su ciudad natal, Herat, cayó en manos de los talibanes, se mudó a Kabul. “Esperaba que los soldados pudieran recuperarla y yo pudiera volver para continuar con mi educación”, explica la estudiante de periodismo.
 
Pero los talibanes no hicieron más que consolidar su autoridad y la compañía de turismo para la que ella trabajaba necesitaba ponerla a salvo. Le consiguieron un vuelo a Pakistán.
 
“El día que tenía que subirme al avión, los talibanes tomaron Kabul. Era algo que no me había imaginado. A las 10 de la mañana, el encargado del lugar donde me estaba quedando tocó la puerta y me dijo: ‘Fatima te tenés que ir porque no podemos seguir protegiendo a las mujeres que se están quedando acá’”.
 
Recuerda que agarró su valija y salió a la calle sin tener a dónde ir. “No sabía si llorar, si buscar ayuda. Estaba aterrada. No tenía un burka y tenía miedo de que los talibanes me vieran así. Me preguntaba qué pasaría, si me matarían. Fue realmente shockeante”.
 
El impacto emocional fue tal que se olvidó de ir al aeropuerto. Pasó ese día caminando por las calles de Kabul colmadas de personas que estaban en su misma situación. “Eran las 20, estaba sin esperanza y me dije a mi misma: ‘Pueden asesinarme en la calle hoy si los talibanes me ven’”.
 
El gerente de la empresa de turismo la llamó y le dijo que fuera a su casa. Allí se enteró que personas de diferentes partes del mundo estaban tratando de localizarla para sacarla del país. De hecho, una ONG española contactó a Clarín para intentar ubicarla, ya que, en mayo este medio la había entrevistado.
 
La embajada de Estados Unidos fue la primera que le ofreció un pasaje. “Fuimos al aeropuerto y estaba lleno. Lograr entrar era el gran problema. Había tanta gente que no pude llegar a la puerta de ingreso y perdí el vuelo. Fue la peor sensación que alguna vez experimenté”, recuerda.
 
Y explica: “Había tiroteos. Los talibanes estaban parados a mi lado disparando al aire; el sonido me hacía mal a los oídos. Vi personas heridas, con sangre. Hasta vi cómo asesinaban a una chica y ponían su cuerpo en una bolsa negra de plástico. Fue terrorífico”.
 
Dos días después, diplomáticos de Polonia le consiguieron un asiento en un avión. Pero la situación se repitió.
 
“Fui al aeropuerto a las 3. Estaba todo oscuro, pero había la misma cantidad de gente, los disparos, los mismos ruidos. Vi cómo un talibán le pegaba a un periodista. Toda su cara estaba llena de sangre. Cuando duermo, sueño y tengo pesadillas con eso. Pienso si estará vivo, si lo habrán matado, qué habrán hecho con él”.
 
Las imágenes que recorrían el mundo en ese momento también eran estremecedoras. Se veían a cientos de personas corriendo por la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, otras trepándose a las alas de los aviones.
 
Fueron varios los videos de ciudadanos que trataron de escapar ubicándose en el exterior de la aeronave, pero una vez que esta despegaba, caían.
 
La posibilidad de salir del país para Fatima llegó días más tarde, cuando la embajada italiana le ofreció un vuelo. Pero eso significaba, una vez más, someterse a todo tipo de situaciones violentas.
 
Las ganas y las fuerzas ya no eran las mismas que cuando lo intentó por primera vez. No creía que dejar la vida tratando de alcanzar la libertad valiera la pena. Mientras estaba en las inmediaciones del aeropuerto se replanteó la posibilidad de volver a su casa y vivir escondida.
 
Sin embargo, la suerte hizo de las suyas.
 
“Un chico se acercó y dijo que él conocía a un talibán que por 300 dólares podía llevarnos a la puerta. Yo no tenía ese dinero, pero una amiga con la que estaba sí. Ese hombre nos acercó a los soldados extranjeros. Nosotras teníamos un cartel que decía: ‘Italia’. Lo levantamos y un soldado italiano nos hizo ingresar. Ahí nos sentimos seguras”.
 
Cultura y monumentos en peligro
Cuando hace cinco meses, este medio se comunicó con Fatima, ella le mostraba los atractivos de ese país a los turistas. Se esmeraba por tratar de despojar a Afganistán de todo lo que tenía que ver con la guerra.
 
“El turismo estaba brillando, había cada vez más personas interesadas en visitarnos. Los viajeros querían ver las bellezas únicas y el lado positivo de mi país”.
 
Consideraba que había seis lugares que todo turista debía conocer: los Budas de Bamiyan, que en 2001 fueron bombardeados por los talibanes; Band Amir, una serie de 5 lagos entrelazados de un azul profundo; Herat Citadel, un barrio que plasma más de tres mil años de historia; la quinta mezquita más grande del mundo que está en Herat y Chilzina y los cuarenta escalones de Kandahar, una cámara excavada en la roca, a la que se llega por una escalera tallada en la montaña.
 
“Las atracciones, monumentos, zonas históricas necesitan estar protegidas. Ellos crecieron en las montañas pensando en matar personas, no saben nada de la cultura, el valor que tienen esos sitios. Cómo pueden protegerlos”.
 
Ella teme por lo que le puede llegar a pasar a estos lugares icónicos. Le preocupa que toda esta historia desaparezca. En esta nueva vuelta al poder, ya destruyeron la estatua de Abdul Ali Mazari, un líder político que fue perseguido por el anterior gobierno talibán y era un punto de interés para los turistas.
 
Nuevo comienzo
Actualmente, Fátima está refugiada en Ferrara, una ciudad de Italia. Pronto se mudará a Varese, a 60 kilómetros de Milán.
 
“La vida acá es más cómoda que en Afganistán pero no significa que sea mejor. Para mi Afganistán era el paraíso antes de los talibanes. Es difícil adaptarse a una nueva cultura, idioma y personas”.
 
Fatima pasa sus días estudiando italiano, conociendo nuevos lugares y planeando su futuro. Continúa con algunas clases de periodismo de manera virtual y piensa en abrir su propio canal de Youtube para poder dar a conocer los lugares más lindos de su país.
 
“Me siento segura ahora. No estoy preocupada por ser asesinada o secuestrada. Estoy viviendo aventuras. Hay cosas que en mi ciudad no podía hacer porque son muy conservadores. Andar en bicicleta era una. En Italia ya aprendí. Es su sueño para mi”.
 
Pese a todo esto, se niega a abandonar sus metas. No se da por vencida. Espera algún día regresar a su tierra natal y convertirse en la primera mujer en tener una empresa de turismo en Afganistán.
 
“Para sobrevivir me tuve que ir. Deseo desde lo más profundo de mi corazón que algún día tengamos un Afganistán pacífico. Que pueda volver a hacer lo que me gusta. Quiero volver a mostrarle las bellezas de Afganistán al mundo, enseñarle inglés a mis alumnos y a cómo ser guías de turismo. Quiero volver a hacer mi trabajo para empoderar a las mujeres”, cierra Fatima.
Con información de Clarín

NOTA22.COM


El stand up de Milei en una cena liberal: chicaneó a sus detractores, elogió a su gabinete y pidió que “tiren la Ley Bases”

El presidente fue el orador central de la gala de la Fundación Libertad, a la que asistieron Mauricio Macri y otros líderes regionales, como Lacalle Pou. Defendió lo hecho en economía y dijo que "vamos a lograr todo esto a pesar de la política".

Ley ómnibus: se sacaron chispas, pero el oficialismo aceptó cambios en la reforma laboral y hay acuerdo

Con sustanciales modificaciones en el capítulo laboral, para permitir que avance su tratamiento, este jueves se emitirá dictamen en Diputados y se tratará en comisión entre lunes y martes.

Wall Street advierte que la clave argentina pasa por la aprobación del paquete fiscal

Temor por el efecto universidades. Tras la caída de 16% del riesgo país en lo que va de abril, ahora los inversores necesitan nuevas señales para alzas. Un informe del JP Morgan destaca los factores esenciales. Difícil contexto internacional.

Suscribite!
Y recibí las noticias más importantes!
NOTA22.COM TV
Nota22.com

LO MÁS VISTO
El Gobierno de Santa Fe baja en la ponderación social y política
Pullaro está dilapidando rápidamente su capital político. Puede que la mayor dificultad la encuentre entre sus colaboradores.
El ex presidente destacó la postura de los legisladores frente a “este momento tan delicado que atravesamos los argentinos”.
El presidente hablará esta noche a las 21hs. sobre el primer trimestre fiscal y con énfasis en los superávits gemelos.
La presidenta de la Cámara de Diputados provincial, Clara García, puso de relieve la sanción del proyecto por el cual se establece un marco para los usuarios santafesinos que produzcan electricidad para inyectar a la red de distribución y adhiere a la ley nacional de generación distribuida de energía renovable.

arrow_upward