La inflación pone a la Casa Blanca a la defensiva mientras Manchin plantea preocupaciones sobre nuevos gastos
Jueves 11 de
Noviembre 2021
Biden intenta calmar los temores y dice que "revertir esta tendencia es una prioridad para mí".
La Casa Blanca se puso a la defensiva el miércoles por un informe de inflación que mostró el mayor aumento anual de precios en tres décadas, lo que provocó nuevas críticas a los planes legislativos del presidente Biden en el Capitolio y planteó preguntas sobre qué puede hacer la administración para frenar el marea políticamente peligrosa de precios en aumento.
Los precios subieron un 6,2 por ciento en octubre en comparación con el año pasado, el mayor aumento en 30 años, ya que la inflación ejerce presión sobre la economía.
La alta inflación corre el riesgo de socavar uno de los mensajes centrales de Biden: que ha mejorado la vida de los estadounidenses promedio al crear millones de empleos, supervisar un aumento en los salarios, crear nuevos programas sociales y entregar millones de vacunas. Ese puede ser un caso más difícil de plantear si muchos estadounidenses ven que los precios de sus comestibles y otros productos continúan subiendo.
En una aparición en el puerto de Baltimore para promover su proyecto de ley de infraestructura bipartidista recién aprobado, Biden adoptó un tono claramente comprensivo y señaló el dolor que sienten los consumidores cuando ven el aumento de los costos de un galón de gasolina o una barra de pan. Sugirió que su agenda es la mejor manera de reducir los costos para las familias estadounidenses.
“Todavía nos enfrentamos a desafíos y tenemos que abordarlos. Tenemos que abordarlos de frente ”, dijo Biden. “Mucha gente sigue inquieta por la economía y sabemos por qué. Ven precios más altos. Van a la tienda o se conectan a Internet y no pueden encontrar lo que buscan ".
Pero mientras tanto, la inflación presenta un problema político creciente. Las encuestas sugieren que los votantes están preocupados por los costos crecientes. El senador Joe Manchin III ( DW.Va. ), Cuyo voto, como el de otros 49 demócratas del Senado, es clave para la promulgación del proyecto de ley de gasto social de Biden, citó el aumento de la inflación como una razón para detenerse en algunas partes de la agenda de la Casa Blanca.
"Según todos los informes, la amenaza que representa la inflación récord para el pueblo estadounidense no es 'transitoria' y, en cambio, está empeorando", dijo Manchin en un comunicado el miércoles. "Desde la tienda de comestibles hasta la gasolinera, los estadounidenses saben que el impuesto inflacionario es real y DC ya no puede ignorar el dolor económico que sienten los estadounidenses todos los días". Manchin estaba haciendo una referencia cortante a afirmaciones anteriores de la Casa Blanca de que el aumento de los precios fue un efecto secundario transitorio del surgimiento de la economía de la pandemia.
Sus comentarios señalaron una preocupación de que un mayor gasto gubernamental podría exacerbar la inflación, alarmando a algunos demócratas de que dejaría de apoyar la red de seguridad social y el paquete climático de 1,75 billones de dólares que actualmente está pendiente en el Congreso.
La nueva oleada de reacciones fue provocada por un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales el miércoles de que los precios en octubre subieron un 0,9 por ciento desde septiembre, y más del 6 por ciento durante el año pasado, el mayor aumento anual en 30 años. En una declaración escrita publicada poco después de ese informe, Biden dijo que "la inflación daña los bolsillos de los estadounidenses y revertir esta tendencia es una de las principales prioridades para mí".
Los altos funcionarios de la Casa Blanca se sintieron muy decepcionados por el informe del miércoles y sorprendidos por la gravedad de los problemas inflacionarios en toda la economía, según personas familiarizadas con el asunto. El informe también alimentó la creciente preocupación por los cuellos de botella de la cadena de suministro.
Durante semanas, los funcionarios de la administración han estado luchando para tratar de aliviar los problemas económicos, con frecuencia convocando reuniones entre agencias y buscando soluciones. Pero muchos funcionarios de la administración han admitido que tienen pocas opciones políticas para brindar alivio inmediato a los estadounidenses, y la Casa Blanca está preocupada por las consecuencias políticas en curso, especialmente en la temporada navideña.
Los republicanos están intensificando sus esfuerzos para vincular la inflación a las políticas de gasto de Biden, y aprovecharon el informe del miércoles.
"Este será el Día de Acción de Gracias más caro en la historia de la festividad", tuiteó la representante Elise Stefanik (RN.Y.). "¡El pueblo estadounidense no se merece el impuesto del Día de Acción de Gracias de Biden !"
Dichos comentarios son parte de un esfuerzo republicano más amplio para pintar una imagen de una economía de Biden que está fuera de control, a pesar del notable crecimiento del empleo y los aumentos salariales.
La mayoría de los economistas dicen que hay una cantidad limitada de cosas que los presidentes pueden hacer para controlar la inflación, especialmente cuando una economía está emergiendo de una desaceleración drástica como la impuesta por la pandemia. Pero Biden, a quien le gusta hablar sobre las preocupaciones de los estadounidenses de clase trabajadora como sus antiguos vecinos en Scranton, Pensilvania, es muy consciente de los peligros políticos de los problemas de bolsillo.
El viaje de Biden al puerto de Baltimore tenía la intención de proporcionar un telón de fondo para su argumento de que el proyecto de ley de infraestructura bipartidista recientemente aprobado por el Congreso aliviaría los cuellos de botella del transporte que están reteniendo los bienes y aumentando sus costos. “Este proyecto de ley reducirá el costo de los bienes para los consumidores, las empresas y hará que la gente vuelva a trabajar”, dijo Biden.
La Casa Blanca se ha centrado cada vez más en tratar de eliminar los retrasos en la cadena de suministro de Estados Unidos, con equipos de funcionarios de la administración que buscan formas de expandir las capacidades de los puertos y las vías fluviales.
Los dolores de cabeza inflacionarios han demostrado ser un desafío político y económico para la Casa Blanca desde poco después de que encabezara la aprobación de un paquete de ayuda al covid de 1,9 billones de dólares en marzo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y otros funcionarios de la Casa Blanca inicialmente dijeron que la inflación sería "transitoria", rechazando las críticas de algunos economistas de que el plan de ayuda conduciría a un sobrecalentamiento de la economía. Han sido en gran medida consistentes en apegarse a su mensaje de que la inflación se desvanecería con el tiempo, pero se han visto obligados a ajustar ese argumento ya que la inflación ha seguido dominando las preocupaciones de los votantes durante todo el año.
Una encuesta de Fox News en octubre encontró que el 53 por ciento de los votantes registrados estaban extremadamente preocupados por la inflación y los precios más altos, superando otras 11 preocupaciones, incluido el desempleo, el déficit federal y la delincuencia. En términos más generales, una encuesta de NBC News a fines de octubre encontró que el 57 por ciento de los estadounidenses desaprueba el manejo de la economía por parte de Biden, mientras que el 40 por ciento lo aprobó.
Los funcionarios de la Casa Blanca siguen siendo optimistas de que las presiones inflacionarias eventualmente disminuirán. Jared Bernstein, miembro del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dijo en un discurso a principios de esta semana que el pronóstico promedio prevé una caída de la inflación del 4-5 por ciento al 2-3 por ciento.
Al igual que otros economistas y funcionarios de la administración, Bernstein señaló que muchos estadounidenses gastaron menos en servicios durante la pandemia, cuando muchos establecimientos estaban cerrados, desde restaurantes hasta salones de masajes, y cambiaron sus gastos a bienes, lo que elevó sus precios. Con el tiempo, esos patrones de gasto volverán a la normalidad, agregó.
“La pandemia ha abierto una brecha históricamente grande entre la demanda de bienes y servicios”, dijo Bernstein. "Y esa fuerte demanda de bienes, en parte debido al alivio fiscal, ha interactuado con covid para impulsar temporalmente el crecimiento de los precios".
Pero no está claro si la inflación se desacelerará a tiempo para evitar que los demócratas sufran daños políticos en las elecciones de mitad de período de 2022, donde ya enfrentan un panorama difícil. Incluso si los precios bajan en los próximos meses, dicen los analistas políticos, muchos votantes pueden retener una imagen de los costos en aumento durante la administración de Biden.
Los economistas están divididos sobre lo que significa el aumento de la inflación para la agenda económica más amplia de Biden, que ha estado estancada durante meses en el Congreso. Desde que el proyecto de ley de infraestructura del presidente ganó la aprobación recientemente, la atención se ha centrado en el proyecto de ley familiar y climático de $ 1,75 billones que Biden llama Build Back Better.
Larry Summers, el exsecretario del Tesoro que ha estado advirtiendo sobre el aumento de la inflación durante meses, dijo que el informe del miércoles muestra que el problema está "cada vez más arraigado".
"Me parece poco probable que la inflación regrese a los niveles objetivo del 2 por ciento sin una acción de política monetaria fuerte o algún tipo de interferencia con el crecimiento económico", dijo en una entrevista.
Summers atribuye la inflación persistente al paquete de ayuda covid de Biden, pero dijo que apoya los proyectos de ley de infraestructura y gasto social. “Juntos, son más pequeños en 10 años de lo que fue el estímulo del año pasado en un solo año, y además están sustancialmente pagados”, dijo Summers.
Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, no estuvo de acuerdo y atribuyó la tasa de inflación al impacto del covid-19, particularmente la variante delta, en lugar del paquete de ayuda.
“Este aumento de la inflación que estamos observando es un resultado directo de la pandemia. Y si ese diagnóstico es correcto, a medida que disminuya la ola delta, la inflación se moderará ”, dijo Zandi. "Creo que estamos viendo lo peor de la inflación en este momento".
Zandi dijo que la inflación no es transitoria en el sentido de que desaparecerá en el próximo mes o el próximo trimestre, pero seguirá disminuyendo en los próximos meses y "desaparecerá el próximo año". Por esa razón, argumentó que las tendencias inflacionarias actuales no deberían ser un factor en el debate sobre la agenda económica de Biden.
“No creo que podamos sacar ninguna lección de la alta inflación ahora a lo que significa para la eficacia de aprobar esa legislación”, dijo sobre el marco Build Back Better. "No están conectados".
Un alto funcionario de la administración dijo que la Casa Blanca siempre había esperado que la recuperación de la pandemia fuera desigual, dada la naturaleza sin precedentes de la reapertura de una economía después de que se cerró tan completamente durante la pandemia.
El funcionario cuestionó cualquier idea de que la agenda económica del presidente, ya sea el acuerdo de infraestructura bipartidista recientemente aprobado o la legislación pendiente Build Back Better, exacerbaría los problemas inflacionarios. En cambio, el funcionario argumentó que la agenda de Biden ayudaría a aliviar el problema porque ambas leyes se centran en aumentar la capacidad económica.
El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto han publicado análisis que argumentan que la legislación Build Back Better en realidad reduciría los precios para la mayoría de las familias estadounidenses al reducir el costo de los medicamentos recetados, el cuidado infantil y la vivienda.
“De cara al futuro, es importante que el Congreso apruebe mi plan Build Back Better, que está totalmente pagado y no aumenta la deuda, y hará que más estadounidenses trabajen al reducir el costo del cuidado de niños y ancianos, y ayudarán directamente a reducir costos para las familias estadounidenses al proporcionar cobertura médica y medicamentos recetados más asequibles ”, dijo Biden en un comunicado.
Otros son escépticos. Ben Ritz, director del Center for Funding America's Future, un grupo de expertos de DC, citó preocupaciones de que la agenda Build Back Better aumentaría significativamente el déficit de los próximos años porque el dinero para nuevos programas se gastaría antes de que se pudieran recaudar los impuestos para pagarlos. .
Eso, a su vez, podría hacer subir aún más los precios, sugirió Ritz. "No veo cómo podemos hacer eso cuando la inflación es dos o tres veces nuestro objetivo", dijo.
Stein y Pager informaron desde Washington. Scott Clement contribuyó a este informe.
Los precios subieron un 6,2 por ciento en octubre en comparación con el año pasado, el mayor aumento en 30 años, ya que la inflación ejerce presión sobre la economía.
La alta inflación corre el riesgo de socavar uno de los mensajes centrales de Biden: que ha mejorado la vida de los estadounidenses promedio al crear millones de empleos, supervisar un aumento en los salarios, crear nuevos programas sociales y entregar millones de vacunas. Ese puede ser un caso más difícil de plantear si muchos estadounidenses ven que los precios de sus comestibles y otros productos continúan subiendo.
En una aparición en el puerto de Baltimore para promover su proyecto de ley de infraestructura bipartidista recién aprobado, Biden adoptó un tono claramente comprensivo y señaló el dolor que sienten los consumidores cuando ven el aumento de los costos de un galón de gasolina o una barra de pan. Sugirió que su agenda es la mejor manera de reducir los costos para las familias estadounidenses.
“Todavía nos enfrentamos a desafíos y tenemos que abordarlos. Tenemos que abordarlos de frente ”, dijo Biden. “Mucha gente sigue inquieta por la economía y sabemos por qué. Ven precios más altos. Van a la tienda o se conectan a Internet y no pueden encontrar lo que buscan ".
Pero mientras tanto, la inflación presenta un problema político creciente. Las encuestas sugieren que los votantes están preocupados por los costos crecientes. El senador Joe Manchin III ( DW.Va. ), Cuyo voto, como el de otros 49 demócratas del Senado, es clave para la promulgación del proyecto de ley de gasto social de Biden, citó el aumento de la inflación como una razón para detenerse en algunas partes de la agenda de la Casa Blanca.
"Según todos los informes, la amenaza que representa la inflación récord para el pueblo estadounidense no es 'transitoria' y, en cambio, está empeorando", dijo Manchin en un comunicado el miércoles. "Desde la tienda de comestibles hasta la gasolinera, los estadounidenses saben que el impuesto inflacionario es real y DC ya no puede ignorar el dolor económico que sienten los estadounidenses todos los días". Manchin estaba haciendo una referencia cortante a afirmaciones anteriores de la Casa Blanca de que el aumento de los precios fue un efecto secundario transitorio del surgimiento de la economía de la pandemia.
Sus comentarios señalaron una preocupación de que un mayor gasto gubernamental podría exacerbar la inflación, alarmando a algunos demócratas de que dejaría de apoyar la red de seguridad social y el paquete climático de 1,75 billones de dólares que actualmente está pendiente en el Congreso.
La nueva oleada de reacciones fue provocada por un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales el miércoles de que los precios en octubre subieron un 0,9 por ciento desde septiembre, y más del 6 por ciento durante el año pasado, el mayor aumento anual en 30 años. En una declaración escrita publicada poco después de ese informe, Biden dijo que "la inflación daña los bolsillos de los estadounidenses y revertir esta tendencia es una de las principales prioridades para mí".
Los altos funcionarios de la Casa Blanca se sintieron muy decepcionados por el informe del miércoles y sorprendidos por la gravedad de los problemas inflacionarios en toda la economía, según personas familiarizadas con el asunto. El informe también alimentó la creciente preocupación por los cuellos de botella de la cadena de suministro.
Durante semanas, los funcionarios de la administración han estado luchando para tratar de aliviar los problemas económicos, con frecuencia convocando reuniones entre agencias y buscando soluciones. Pero muchos funcionarios de la administración han admitido que tienen pocas opciones políticas para brindar alivio inmediato a los estadounidenses, y la Casa Blanca está preocupada por las consecuencias políticas en curso, especialmente en la temporada navideña.
Los republicanos están intensificando sus esfuerzos para vincular la inflación a las políticas de gasto de Biden, y aprovecharon el informe del miércoles.
"Este será el Día de Acción de Gracias más caro en la historia de la festividad", tuiteó la representante Elise Stefanik (RN.Y.). "¡El pueblo estadounidense no se merece el impuesto del Día de Acción de Gracias de Biden !"
Dichos comentarios son parte de un esfuerzo republicano más amplio para pintar una imagen de una economía de Biden que está fuera de control, a pesar del notable crecimiento del empleo y los aumentos salariales.
La mayoría de los economistas dicen que hay una cantidad limitada de cosas que los presidentes pueden hacer para controlar la inflación, especialmente cuando una economía está emergiendo de una desaceleración drástica como la impuesta por la pandemia. Pero Biden, a quien le gusta hablar sobre las preocupaciones de los estadounidenses de clase trabajadora como sus antiguos vecinos en Scranton, Pensilvania, es muy consciente de los peligros políticos de los problemas de bolsillo.
El viaje de Biden al puerto de Baltimore tenía la intención de proporcionar un telón de fondo para su argumento de que el proyecto de ley de infraestructura bipartidista recientemente aprobado por el Congreso aliviaría los cuellos de botella del transporte que están reteniendo los bienes y aumentando sus costos. “Este proyecto de ley reducirá el costo de los bienes para los consumidores, las empresas y hará que la gente vuelva a trabajar”, dijo Biden.
La Casa Blanca se ha centrado cada vez más en tratar de eliminar los retrasos en la cadena de suministro de Estados Unidos, con equipos de funcionarios de la administración que buscan formas de expandir las capacidades de los puertos y las vías fluviales.
Los dolores de cabeza inflacionarios han demostrado ser un desafío político y económico para la Casa Blanca desde poco después de que encabezara la aprobación de un paquete de ayuda al covid de 1,9 billones de dólares en marzo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y otros funcionarios de la Casa Blanca inicialmente dijeron que la inflación sería "transitoria", rechazando las críticas de algunos economistas de que el plan de ayuda conduciría a un sobrecalentamiento de la economía. Han sido en gran medida consistentes en apegarse a su mensaje de que la inflación se desvanecería con el tiempo, pero se han visto obligados a ajustar ese argumento ya que la inflación ha seguido dominando las preocupaciones de los votantes durante todo el año.
Una encuesta de Fox News en octubre encontró que el 53 por ciento de los votantes registrados estaban extremadamente preocupados por la inflación y los precios más altos, superando otras 11 preocupaciones, incluido el desempleo, el déficit federal y la delincuencia. En términos más generales, una encuesta de NBC News a fines de octubre encontró que el 57 por ciento de los estadounidenses desaprueba el manejo de la economía por parte de Biden, mientras que el 40 por ciento lo aprobó.
Los funcionarios de la Casa Blanca siguen siendo optimistas de que las presiones inflacionarias eventualmente disminuirán. Jared Bernstein, miembro del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dijo en un discurso a principios de esta semana que el pronóstico promedio prevé una caída de la inflación del 4-5 por ciento al 2-3 por ciento.
Al igual que otros economistas y funcionarios de la administración, Bernstein señaló que muchos estadounidenses gastaron menos en servicios durante la pandemia, cuando muchos establecimientos estaban cerrados, desde restaurantes hasta salones de masajes, y cambiaron sus gastos a bienes, lo que elevó sus precios. Con el tiempo, esos patrones de gasto volverán a la normalidad, agregó.
“La pandemia ha abierto una brecha históricamente grande entre la demanda de bienes y servicios”, dijo Bernstein. "Y esa fuerte demanda de bienes, en parte debido al alivio fiscal, ha interactuado con covid para impulsar temporalmente el crecimiento de los precios".
Pero no está claro si la inflación se desacelerará a tiempo para evitar que los demócratas sufran daños políticos en las elecciones de mitad de período de 2022, donde ya enfrentan un panorama difícil. Incluso si los precios bajan en los próximos meses, dicen los analistas políticos, muchos votantes pueden retener una imagen de los costos en aumento durante la administración de Biden.
Los economistas están divididos sobre lo que significa el aumento de la inflación para la agenda económica más amplia de Biden, que ha estado estancada durante meses en el Congreso. Desde que el proyecto de ley de infraestructura del presidente ganó la aprobación recientemente, la atención se ha centrado en el proyecto de ley familiar y climático de $ 1,75 billones que Biden llama Build Back Better.
Larry Summers, el exsecretario del Tesoro que ha estado advirtiendo sobre el aumento de la inflación durante meses, dijo que el informe del miércoles muestra que el problema está "cada vez más arraigado".
"Me parece poco probable que la inflación regrese a los niveles objetivo del 2 por ciento sin una acción de política monetaria fuerte o algún tipo de interferencia con el crecimiento económico", dijo en una entrevista.
Summers atribuye la inflación persistente al paquete de ayuda covid de Biden, pero dijo que apoya los proyectos de ley de infraestructura y gasto social. “Juntos, son más pequeños en 10 años de lo que fue el estímulo del año pasado en un solo año, y además están sustancialmente pagados”, dijo Summers.
Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, no estuvo de acuerdo y atribuyó la tasa de inflación al impacto del covid-19, particularmente la variante delta, en lugar del paquete de ayuda.
“Este aumento de la inflación que estamos observando es un resultado directo de la pandemia. Y si ese diagnóstico es correcto, a medida que disminuya la ola delta, la inflación se moderará ”, dijo Zandi. "Creo que estamos viendo lo peor de la inflación en este momento".
Zandi dijo que la inflación no es transitoria en el sentido de que desaparecerá en el próximo mes o el próximo trimestre, pero seguirá disminuyendo en los próximos meses y "desaparecerá el próximo año". Por esa razón, argumentó que las tendencias inflacionarias actuales no deberían ser un factor en el debate sobre la agenda económica de Biden.
“No creo que podamos sacar ninguna lección de la alta inflación ahora a lo que significa para la eficacia de aprobar esa legislación”, dijo sobre el marco Build Back Better. "No están conectados".
Un alto funcionario de la administración dijo que la Casa Blanca siempre había esperado que la recuperación de la pandemia fuera desigual, dada la naturaleza sin precedentes de la reapertura de una economía después de que se cerró tan completamente durante la pandemia.
El funcionario cuestionó cualquier idea de que la agenda económica del presidente, ya sea el acuerdo de infraestructura bipartidista recientemente aprobado o la legislación pendiente Build Back Better, exacerbaría los problemas inflacionarios. En cambio, el funcionario argumentó que la agenda de Biden ayudaría a aliviar el problema porque ambas leyes se centran en aumentar la capacidad económica.
El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto han publicado análisis que argumentan que la legislación Build Back Better en realidad reduciría los precios para la mayoría de las familias estadounidenses al reducir el costo de los medicamentos recetados, el cuidado infantil y la vivienda.
“De cara al futuro, es importante que el Congreso apruebe mi plan Build Back Better, que está totalmente pagado y no aumenta la deuda, y hará que más estadounidenses trabajen al reducir el costo del cuidado de niños y ancianos, y ayudarán directamente a reducir costos para las familias estadounidenses al proporcionar cobertura médica y medicamentos recetados más asequibles ”, dijo Biden en un comunicado.
Otros son escépticos. Ben Ritz, director del Center for Funding America's Future, un grupo de expertos de DC, citó preocupaciones de que la agenda Build Back Better aumentaría significativamente el déficit de los próximos años porque el dinero para nuevos programas se gastaría antes de que se pudieran recaudar los impuestos para pagarlos. .
Eso, a su vez, podría hacer subir aún más los precios, sugirió Ritz. "No veo cómo podemos hacer eso cuando la inflación es dos o tres veces nuestro objetivo", dijo.
Stein y Pager informaron desde Washington. Scott Clement contribuyó a este informe.
Con información de
The whashington post
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— 𝗠𝗮𝘅𝗶 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗿𝗼 (@MaxiRomero22) May 7, 2024
Es la “declaración jurada” individual impuesta de modo anterior a una medida colectiva (paro) lo que la censura previa a la libertad de expresión.
Fíjese Gobierno:
Si se dice “designa toda acción u omisión dirigida a dificultar o imposibilitar, en forma…
