¿Quién está en el círculo íntimo de Putin y dirige la guerra?
Por:
Paul Kirby
Miércoles 02 de
Marzo 2022
Vladimir Putin es una figura solitaria que lleva al ejército de Rusia a una guerra de alto riesgo que amenaza con destrozar la economía de su país.
Rara vez se ha visto más aislado que en dos apariciones coreografiadas recientes con su círculo íntimo, donde se sienta a una distancia decidida de sus asesores más cercanos.
Como comandante en jefe, la responsabilidad final de la invasión recae en él, pero siempre ha contado con un séquito profundamente leal, muchos de los cuales también comenzaron sus carreras en los servicios de seguridad de Rusia. La pregunta es quién tiene su oído, durante este momento más fatídico de su presidencia.
Si alguien lo hace, es su viejo confidente Sergei Shoigu, quien ha repetido la línea de Putin de desmilitarizar a Ucrania y proteger a Rusia de la llamada amenaza militar de Occidente.
Este es un hombre que realiza viajes de caza y pesca con el presidente a Siberia, y en el pasado ha sido visto como un posible sucesor.
Pero mire esta extraordinaria foto de él al final de esta mesa, sentado torpemente al lado del jefe de las fuerzas armadas, y se preguntará qué parte de la oreja del presidente Putin es capaz de alcanzar.
Esta foto fue tomada tres días después de una campaña militar que luchaba contra la inesperada resistencia ucraniana y la baja moral militar.
"Se suponía que Shoigu marcharía a Kiev; es ministro de defensa y se suponía que iba a ganar", dice Vera Mironova, especialista en conflictos armados.
Se le atribuyó la toma militar de Crimea en 2014. También estuvo a cargo de la agencia de inteligencia militar GRU, acusado de dos envenenamientos con agentes nerviosos: el ataque mortal de 2018 en Salisbury en el Reino Unido y el ataque casi fatal contra el líder opositor Alexei. Navalni en Siberia 2020.
La imagen se ve aún peor como un primer plano. "Parecen que alguien acaba de morir, parece un funeral", dice la Sra. Mironova.
Valery Gerasimov (L) y el Ministro de Defensa Sergei Shoigu han jugado un papel clave en las decisiones estratégicas del presidente Putin.
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Puede parecer incómodo, pero el experto en seguridad y escritor ruso Andrei Soldatov cree que el ministro de defensa sigue siendo la voz más influyente que escucha el presidente.
"Shoigu no solo está a cargo del ejército, también está parcialmente a cargo de la ideología, y en Rusia la ideología se trata principalmente de historia y él tiene el control de la narrativa".
Como jefe de personal, era su trabajo invadir Ucrania y completar el trabajo rápido, y según ese estándar, se le ha encontrado deficiente.
Ha desempeñado un papel importante en las campañas militares de Vladimir Putin desde que comandó un ejército en la Guerra de Chechenia de 1999, y también estuvo al frente de la planificación militar para Ucrania, supervisando ejercicios militares en Bielorrusia el mes pasado.
Descrito por el especialista en Rusia Mark Galeotti como un "matón duro y sin sonrisas", el general Gerasimov también desempeñó un papel clave en la campaña militar para anexar Crimea.
Algunos informes sugieren que ahora ha sido dejado de lado debido al comienzo titubeante de la invasión de Ucrania y los informes de baja moral entre las tropas.
Pero Andrei Soldatov cree que eso es una ilusión de algunos sectores: "Putin no puede controlar cada camino y cada batallón, y ese es su papel". Y aunque al ministro de defensa le encanten sus uniformes, no tiene entrenamiento militar y necesita confiar en los profesionales, agrega.
"Patrushev es el halcón más agresivo, pensando que Occidente ha estado tratando de atrapar a Rusia durante años", dice Ben Noble, profesor asociado de política rusa en el University College London.
Es uno de los tres leales a Putin que han servido con él desde la década de 1970 en San Petersburgo, cuando la segunda ciudad de Rusia todavía se conocía como Leningrado.
Los otros dos incondicionales son el jefe del servicio de seguridad Alexander Bortnikov y el jefe de inteligencia extranjera Sergei Naryshkin. Todo el círculo íntimo del presidente se conoce como siloviki, o ejecutores, pero este trío es aún más cercano.
Pocos tienen tanta influencia sobre el presidente como Nikolai Patrushev. No solo trabajó con él en la antigua KGB durante la era comunista, sino que lo reemplazó como jefe de su organización sucesora, el FSB, de 1999 a 2008.
Fue durante una extraña reunión del consejo de seguridad de Rusia, tres días antes de la invasión, que Patrushev planteó su punto de vista de que el "objetivo concreto" de Estados Unidos era la desintegración de Rusia.
La sesión fue una obra de teatro extraordinaria, que mostraba al presidente sentado detrás de un escritorio mientras su equipo de seguridad se acercaba a un atril y expresaba su opinión sobre el reconocimiento de la independencia de los rebeldes respaldados por Rusia en Ucrania.
Nikolai Patrushev pasó la prueba. “Él es el que tiene el grito de batalla principal, y hay un sentido en el que Putin se ha movido hacia su posición más extrema”, dice Ben Noble.
Los observadores del Kremlin dicen que el presidente confía en la información que recibe de los servicios de seguridad más que en cualquier otra fuente, y Alexander Bortnikov es visto como parte del santuario interior de Putin.
Otro veterano de la KGB de Leningrado, asumió el liderazgo de su FSB de reemplazo cuando Nikolai Patrushev se mudó.
Se sabe que ambos hombres son cercanos al presidente, pero como señala Ben Noble: "No es como si pudiéramos decir con total confianza quién manda y quién toma las decisiones".
El FSB tiene una influencia considerable sobre otros servicios policiales e incluso tiene sus propias fuerzas especiales.
Es importante, pero no está allí para desafiar al líder ruso o dar consejos como los demás, cree Andrei Soldatov.
Completando el trío de viejos espías de Leningrado, Sergei Naryshkin ha permanecido junto al presidente durante gran parte de su carrera.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer con una reprimenda notable a la que fue sometido cuando se salió del mensaje durante la reunión del consejo de seguridad?
Cuando se le preguntó por su evaluación de la situación, el jefe de inteligencia se puso nervioso y alteró sus líneas, solo para que el presidente le dijera: "Eso no es lo que estamos discutiendo".
La larga sesión fue editada para que el Kremlin hubiera decidido claramente mostrar su incomodidad frente a una gran audiencia televisiva.
"Fue impactante. Es increíblemente genial y sereno, por lo que la gente habrá preguntado qué está pasando aquí", dijo Ben Noble a la BBC. Mark Galeotti quedó impactado por la atmósfera tóxica de toda la ocasión.
Pero Andrei Soldatov cree que simplemente estaba disfrutando el momento: "A Putin le encanta jugar con su círculo íntimo, haciéndolo [Naryshkin] parecer un tonto".
Sergei Naryshkin ha seguido durante mucho tiempo a Putin, en San Petersburgo en la década de 1990, luego en la oficina de Putin en 2004 y finalmente se convirtió en presidente del parlamento. Pero también dirige la Sociedad Histórica Rusa y, en opinión de Soldatov, ha demostrado ser muy importante al proporcionar al presidente fundamentos ideológicos para sus acciones.
El año pasado concedió una entrevista al corresponsal de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg, en la que negó que Rusia haya llevado a cabo envenenamientos y ciberataques o haya interferido en las elecciones de otros países.
Pero Andrei Soldatov cree que simplemente estaba disfrutando el momento: "A Putin le encanta jugar con su círculo íntimo, haciéndolo [Naryshkin] parecer un tonto".
Sergei Naryshkin ha seguido durante mucho tiempo a Putin, en San Petersburgo en la década de 1990, luego en la oficina de Putin en 2004 y finalmente se convirtió en presidente del parlamento. Pero también dirige la Sociedad Histórica Rusa y, en opinión de Soldatov, ha demostrado ser muy importante al proporcionar al presidente fundamentos ideológicos para sus acciones.
El año pasado concedió una entrevista al corresponsal de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg, en la que negó que Rusia haya llevado a cabo envenenamientos y ciberataques o haya interferido en las elecciones de otros países.
Como comandante en jefe, la responsabilidad final de la invasión recae en él, pero siempre ha contado con un séquito profundamente leal, muchos de los cuales también comenzaron sus carreras en los servicios de seguridad de Rusia. La pregunta es quién tiene su oído, durante este momento más fatídico de su presidencia.
Si alguien lo hace, es su viejo confidente Sergei Shoigu, quien ha repetido la línea de Putin de desmilitarizar a Ucrania y proteger a Rusia de la llamada amenaza militar de Occidente.
Este es un hombre que realiza viajes de caza y pesca con el presidente a Siberia, y en el pasado ha sido visto como un posible sucesor.
Pero mire esta extraordinaria foto de él al final de esta mesa, sentado torpemente al lado del jefe de las fuerzas armadas, y se preguntará qué parte de la oreja del presidente Putin es capaz de alcanzar.
Esta foto fue tomada tres días después de una campaña militar que luchaba contra la inesperada resistencia ucraniana y la baja moral militar.
"Se suponía que Shoigu marcharía a Kiev; es ministro de defensa y se suponía que iba a ganar", dice Vera Mironova, especialista en conflictos armados.
Se le atribuyó la toma militar de Crimea en 2014. También estuvo a cargo de la agencia de inteligencia militar GRU, acusado de dos envenenamientos con agentes nerviosos: el ataque mortal de 2018 en Salisbury en el Reino Unido y el ataque casi fatal contra el líder opositor Alexei. Navalni en Siberia 2020.
La imagen se ve aún peor como un primer plano. "Parecen que alguien acaba de morir, parece un funeral", dice la Sra. Mironova.
Valery Gerasimov (L) y el Ministro de Defensa Sergei Shoigu han jugado un papel clave en las decisiones estratégicas del presidente Putin.
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Puede parecer incómodo, pero el experto en seguridad y escritor ruso Andrei Soldatov cree que el ministro de defensa sigue siendo la voz más influyente que escucha el presidente.
"Shoigu no solo está a cargo del ejército, también está parcialmente a cargo de la ideología, y en Rusia la ideología se trata principalmente de historia y él tiene el control de la narrativa".
Como jefe de personal, era su trabajo invadir Ucrania y completar el trabajo rápido, y según ese estándar, se le ha encontrado deficiente.
Ha desempeñado un papel importante en las campañas militares de Vladimir Putin desde que comandó un ejército en la Guerra de Chechenia de 1999, y también estuvo al frente de la planificación militar para Ucrania, supervisando ejercicios militares en Bielorrusia el mes pasado.
Descrito por el especialista en Rusia Mark Galeotti como un "matón duro y sin sonrisas", el general Gerasimov también desempeñó un papel clave en la campaña militar para anexar Crimea.
Algunos informes sugieren que ahora ha sido dejado de lado debido al comienzo titubeante de la invasión de Ucrania y los informes de baja moral entre las tropas.
Pero Andrei Soldatov cree que eso es una ilusión de algunos sectores: "Putin no puede controlar cada camino y cada batallón, y ese es su papel". Y aunque al ministro de defensa le encanten sus uniformes, no tiene entrenamiento militar y necesita confiar en los profesionales, agrega.
"Patrushev es el halcón más agresivo, pensando que Occidente ha estado tratando de atrapar a Rusia durante años", dice Ben Noble, profesor asociado de política rusa en el University College London.
Es uno de los tres leales a Putin que han servido con él desde la década de 1970 en San Petersburgo, cuando la segunda ciudad de Rusia todavía se conocía como Leningrado.
Los otros dos incondicionales son el jefe del servicio de seguridad Alexander Bortnikov y el jefe de inteligencia extranjera Sergei Naryshkin. Todo el círculo íntimo del presidente se conoce como siloviki, o ejecutores, pero este trío es aún más cercano.
Pocos tienen tanta influencia sobre el presidente como Nikolai Patrushev. No solo trabajó con él en la antigua KGB durante la era comunista, sino que lo reemplazó como jefe de su organización sucesora, el FSB, de 1999 a 2008.
Fue durante una extraña reunión del consejo de seguridad de Rusia, tres días antes de la invasión, que Patrushev planteó su punto de vista de que el "objetivo concreto" de Estados Unidos era la desintegración de Rusia.
La sesión fue una obra de teatro extraordinaria, que mostraba al presidente sentado detrás de un escritorio mientras su equipo de seguridad se acercaba a un atril y expresaba su opinión sobre el reconocimiento de la independencia de los rebeldes respaldados por Rusia en Ucrania.
Nikolai Patrushev pasó la prueba. “Él es el que tiene el grito de batalla principal, y hay un sentido en el que Putin se ha movido hacia su posición más extrema”, dice Ben Noble.
Los observadores del Kremlin dicen que el presidente confía en la información que recibe de los servicios de seguridad más que en cualquier otra fuente, y Alexander Bortnikov es visto como parte del santuario interior de Putin.
Otro veterano de la KGB de Leningrado, asumió el liderazgo de su FSB de reemplazo cuando Nikolai Patrushev se mudó.
Se sabe que ambos hombres son cercanos al presidente, pero como señala Ben Noble: "No es como si pudiéramos decir con total confianza quién manda y quién toma las decisiones".
El FSB tiene una influencia considerable sobre otros servicios policiales e incluso tiene sus propias fuerzas especiales.
Es importante, pero no está allí para desafiar al líder ruso o dar consejos como los demás, cree Andrei Soldatov.
Completando el trío de viejos espías de Leningrado, Sergei Naryshkin ha permanecido junto al presidente durante gran parte de su carrera.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer con una reprimenda notable a la que fue sometido cuando se salió del mensaje durante la reunión del consejo de seguridad?
Cuando se le preguntó por su evaluación de la situación, el jefe de inteligencia se puso nervioso y alteró sus líneas, solo para que el presidente le dijera: "Eso no es lo que estamos discutiendo".
La larga sesión fue editada para que el Kremlin hubiera decidido claramente mostrar su incomodidad frente a una gran audiencia televisiva.
"Fue impactante. Es increíblemente genial y sereno, por lo que la gente habrá preguntado qué está pasando aquí", dijo Ben Noble a la BBC. Mark Galeotti quedó impactado por la atmósfera tóxica de toda la ocasión.
Pero Andrei Soldatov cree que simplemente estaba disfrutando el momento: "A Putin le encanta jugar con su círculo íntimo, haciéndolo [Naryshkin] parecer un tonto".
Sergei Naryshkin ha seguido durante mucho tiempo a Putin, en San Petersburgo en la década de 1990, luego en la oficina de Putin en 2004 y finalmente se convirtió en presidente del parlamento. Pero también dirige la Sociedad Histórica Rusa y, en opinión de Soldatov, ha demostrado ser muy importante al proporcionar al presidente fundamentos ideológicos para sus acciones.
El año pasado concedió una entrevista al corresponsal de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg, en la que negó que Rusia haya llevado a cabo envenenamientos y ciberataques o haya interferido en las elecciones de otros países.
Pero Andrei Soldatov cree que simplemente estaba disfrutando el momento: "A Putin le encanta jugar con su círculo íntimo, haciéndolo [Naryshkin] parecer un tonto".
Sergei Naryshkin ha seguido durante mucho tiempo a Putin, en San Petersburgo en la década de 1990, luego en la oficina de Putin en 2004 y finalmente se convirtió en presidente del parlamento. Pero también dirige la Sociedad Histórica Rusa y, en opinión de Soldatov, ha demostrado ser muy importante al proporcionar al presidente fundamentos ideológicos para sus acciones.
El año pasado concedió una entrevista al corresponsal de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg, en la que negó que Rusia haya llevado a cabo envenenamientos y ciberataques o haya interferido en las elecciones de otros países.
Con información de
BBC
