La sorprendente aclaración del gobierno anterior sobre una prueba educativa que dio bien
Miércoles 13 de
Diciembre 2023
Antes de irse, publicaron los resultados de Aprender 2023 que iban a difundirse en 2024. En el informe destacaron que el operativo 2022, que fue muestral y por eso criticado por expertos, estuvo “sujeto al error de muestreo”.
Antes de irse la semana pasada, una de las últimas actividades del Ministerio de Educación de la gestión anterior fue publicar los resultados de la prueba Aprender que se tomó este mismo año.
Es la primera vez que un Gobierno se anticipa tanto en difundir estos indicadores. De hecho, estaba previsto que ese informe se divulgara entre mayo y junio de 2024.
La prueba Aprender de 2023 fue tomada hace tres meses a los alumnos del último año de la escuela primaria y para presentar los resultados la administración saliente debió enfrentarse a un dilema.
¿Contra qué compararlos? ¿Contra los resultados del años 2022 -que habían dado muy bien, pero cuya metodología había sido criticada por los expertos- o contra los de 2021?
Aquí hay que hacer una aclaración acerca de por qué fue criticado el modo de medir en 2022. Es porque ese operativo fue agregado en forma excepcional al calendario de evaluaciones y porque, por primera vez, se hizo en forma muestral y no censal como es habitual. Es decir, se le tomó a una selección de alumnos y no a todos.
Además, los resultados, que dieron muy bien, fueron presentados en mayo de este año con mucha intensidad. Faltaban tres meses para las PASO.
Desde el kirchnerismo siempre defendieron la evaluación muestral de 2022. “Refleja una mejora sustantiva en Lengua y Matemática, especialmente en estudiantes de menores recursos económicos. Evidencia clara”, había escrito en Twitter el entonces secretario de Evaluación e Información Educativa Germán Lodola, como respuesta a las críticas que recibía la herramienta.
A pesar de la “evidencia clara”, los nuevos resultados de 2023 no fueron comparados con los muestrales de 2022. Los funcionarios salientes optaron por desestimar esa evaluación y usar la de 2021.
En el informe que subieron a la Web explicaron los motivos. “Es importante destacar que el operativo 2022 tuvo carácter muestral y, como tal, está sujeto al error de muestreo (…). Por tal motivo, el resumen de resultados que se presenta compara los resultados de 2023 con los de 2021, ambos operativos censales”, figura en la “Nota metodológica” del informe, en su página 7.
Consultados por Clarín, fuentes de la gestión anterior del Ministerio de Educación ratificaron que eligieron esta opción para hacer una comparación “censal contra censal”.
De todos modos, afirmaron que la prueba censal de 2023 puede compararse con la muestra de 2022, pero que ésta tiene “un margen de error (muestral) de 6,3%” y que eso es lo que destacan en el informe.
Qué dieron los resultados
Más allá de las polémicas, el nuevo operativo Aprender ofrece resultados y estos son -comparados a 2021 como hace el informe oficial- que casi la mitad de los alumnos argentinos de la primaria no alcanzan el nivel esperado en Matemática, que empeoraron con respecto a 2021, y que en Lengua sí hubo una mejora en los últimos dos años.
En Matemática, en 2021 habían sido 45,2% los alumnos que no llegaban a un nivel satisfactorio, ahora suman 48,5%. Es un nivel similar al del año 2013, lo que muestra un estancamiento en esta materia.
Con respecto a Lengua, en 2021 eran 44% los que no podían entender un texto adecuado para su edad. Ahora ese porcentaje bajó a 33,5%. La mejora fue de 10,5 puntos porcentuales. Bastante significativa, pero no tanto como la que había sido informada en 2022, de 18,1 puntos porcentuales.
Al igual que lo que sucedió en PISA, los resultados de Aprender muestran que aunque los resultados siguen siendo peores, las mejoras son más significativas entre los estudiantes de familias de bajos recursos.
En el caso de Matemática, por ejemplo, si bien es cierto que el 59,6% de los chicos de este segmento social siguen sin poder hacer un cálculo básico, hubo una mejora de 8,5 puntos porcentuales con respecto a 2021.
En el caso de Lengua, la mejora fue de 24,4 puntos porcentuales en dos años. Se pasó de 71,1% de los alumnos que no alcanzaban un resultado satisfactorio a 46,7%. Una mejora muy importante, aunque falta todavía muchísimo por mejorar, claro está.
Ahora, ¿por qué la administración anterior anticipó los resultados?
Fue porque “corresponde con el cierre de una gestión de gobierno nacional. Habíamos anticipado esta decisión a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la última sesión del Consejo Federal de Educación. Lo mismo hicimos con el Relevamiento Anual (RA), que por primera vez en más de diez años procesó los resultados en el año calendario del relevamiento”, aseguraron a Clarín.
Quién debe hacer las evaluaciones
Como en otras ocasiones, ante la presentación de los resultados de aprendizaje surgen las discusiones acerca de quién debe ser el encargado de hacer las evaluaciones educativas estandarizadas.
¿Está bien que sea un organismo, o una secretaría, que depende del gobierno de turno, como es ahora? ¿O debe ser, por el contrario, un instituto independiente, especializado en el tema y con autarquía financiera? Y en el caso de crearse ese instituto, ¿qué grado de autonomía política debe tener con respecto al Gobierno?
La Argentina tiene menos independencia política en este asunto que en otros países latinoamericanos, como Uruguay, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México o República Dominicana, muestra un informe que el Observatorio Argentino por la Educación publicó en 2020.
Esos países cuentan con oorganismos autónomos encargados de evaluar la calidad de la educación, así como el avance de los programas educativos oficiales. Si bien hay diferencias entre los países, la mayoría fueron creados por ley con el objetivo de tener una mayor independencia política. Además, varios de ellos eligen a los encargados del área por concurso.
¿Habrá cambios en la repitencia?
En las últimas horas surgió otra novedad en el campo educativo y es la decisión del nuevo gobierno de Santa Fe, comandando ahora por Maximiliano Pullaro, de eliminar la “no repitencia”.
Se trata de una política impulsada por el gobierno anterior de esa provincia -conocida como “Avance Continuo”- que había llegado a 145 escuelas secundarias, y que permitía a los alumnos que adeudan materias poder seguir con su grupo anterior mientras recuperan las asignaturas adeudadas.
Esquemas similares fueron seguidos en otras provincias, sobre todo después de la pandemia. El objetivo es mantener a los alumnos dentro de las escuelas, para evitar que abandonen los estudios.
Todavía no se sabe si otras provincias van a seguir la línea de Pullaro. Según pudo saber Clarín, los nuevos ministros de Educación de otras provincias en donde Juntos por el Cambio le ganó al peronismo aún no tienen como objetivo inmediato revisar las políticas de promoción acompañada, como se conoce a la no repitencia.
Es la primera vez que un Gobierno se anticipa tanto en difundir estos indicadores. De hecho, estaba previsto que ese informe se divulgara entre mayo y junio de 2024.
La prueba Aprender de 2023 fue tomada hace tres meses a los alumnos del último año de la escuela primaria y para presentar los resultados la administración saliente debió enfrentarse a un dilema.
¿Contra qué compararlos? ¿Contra los resultados del años 2022 -que habían dado muy bien, pero cuya metodología había sido criticada por los expertos- o contra los de 2021?
Aquí hay que hacer una aclaración acerca de por qué fue criticado el modo de medir en 2022. Es porque ese operativo fue agregado en forma excepcional al calendario de evaluaciones y porque, por primera vez, se hizo en forma muestral y no censal como es habitual. Es decir, se le tomó a una selección de alumnos y no a todos.
Además, los resultados, que dieron muy bien, fueron presentados en mayo de este año con mucha intensidad. Faltaban tres meses para las PASO.
Desde el kirchnerismo siempre defendieron la evaluación muestral de 2022. “Refleja una mejora sustantiva en Lengua y Matemática, especialmente en estudiantes de menores recursos económicos. Evidencia clara”, había escrito en Twitter el entonces secretario de Evaluación e Información Educativa Germán Lodola, como respuesta a las críticas que recibía la herramienta.
A pesar de la “evidencia clara”, los nuevos resultados de 2023 no fueron comparados con los muestrales de 2022. Los funcionarios salientes optaron por desestimar esa evaluación y usar la de 2021.
En el informe que subieron a la Web explicaron los motivos. “Es importante destacar que el operativo 2022 tuvo carácter muestral y, como tal, está sujeto al error de muestreo (…). Por tal motivo, el resumen de resultados que se presenta compara los resultados de 2023 con los de 2021, ambos operativos censales”, figura en la “Nota metodológica” del informe, en su página 7.
Consultados por Clarín, fuentes de la gestión anterior del Ministerio de Educación ratificaron que eligieron esta opción para hacer una comparación “censal contra censal”.
De todos modos, afirmaron que la prueba censal de 2023 puede compararse con la muestra de 2022, pero que ésta tiene “un margen de error (muestral) de 6,3%” y que eso es lo que destacan en el informe.
Qué dieron los resultados
Más allá de las polémicas, el nuevo operativo Aprender ofrece resultados y estos son -comparados a 2021 como hace el informe oficial- que casi la mitad de los alumnos argentinos de la primaria no alcanzan el nivel esperado en Matemática, que empeoraron con respecto a 2021, y que en Lengua sí hubo una mejora en los últimos dos años.
En Matemática, en 2021 habían sido 45,2% los alumnos que no llegaban a un nivel satisfactorio, ahora suman 48,5%. Es un nivel similar al del año 2013, lo que muestra un estancamiento en esta materia.
Con respecto a Lengua, en 2021 eran 44% los que no podían entender un texto adecuado para su edad. Ahora ese porcentaje bajó a 33,5%. La mejora fue de 10,5 puntos porcentuales. Bastante significativa, pero no tanto como la que había sido informada en 2022, de 18,1 puntos porcentuales.
Al igual que lo que sucedió en PISA, los resultados de Aprender muestran que aunque los resultados siguen siendo peores, las mejoras son más significativas entre los estudiantes de familias de bajos recursos.
En el caso de Matemática, por ejemplo, si bien es cierto que el 59,6% de los chicos de este segmento social siguen sin poder hacer un cálculo básico, hubo una mejora de 8,5 puntos porcentuales con respecto a 2021.
En el caso de Lengua, la mejora fue de 24,4 puntos porcentuales en dos años. Se pasó de 71,1% de los alumnos que no alcanzaban un resultado satisfactorio a 46,7%. Una mejora muy importante, aunque falta todavía muchísimo por mejorar, claro está.
Ahora, ¿por qué la administración anterior anticipó los resultados?
Fue porque “corresponde con el cierre de una gestión de gobierno nacional. Habíamos anticipado esta decisión a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la última sesión del Consejo Federal de Educación. Lo mismo hicimos con el Relevamiento Anual (RA), que por primera vez en más de diez años procesó los resultados en el año calendario del relevamiento”, aseguraron a Clarín.
Quién debe hacer las evaluaciones
Como en otras ocasiones, ante la presentación de los resultados de aprendizaje surgen las discusiones acerca de quién debe ser el encargado de hacer las evaluaciones educativas estandarizadas.
¿Está bien que sea un organismo, o una secretaría, que depende del gobierno de turno, como es ahora? ¿O debe ser, por el contrario, un instituto independiente, especializado en el tema y con autarquía financiera? Y en el caso de crearse ese instituto, ¿qué grado de autonomía política debe tener con respecto al Gobierno?
La Argentina tiene menos independencia política en este asunto que en otros países latinoamericanos, como Uruguay, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México o República Dominicana, muestra un informe que el Observatorio Argentino por la Educación publicó en 2020.
Esos países cuentan con oorganismos autónomos encargados de evaluar la calidad de la educación, así como el avance de los programas educativos oficiales. Si bien hay diferencias entre los países, la mayoría fueron creados por ley con el objetivo de tener una mayor independencia política. Además, varios de ellos eligen a los encargados del área por concurso.
¿Habrá cambios en la repitencia?
En las últimas horas surgió otra novedad en el campo educativo y es la decisión del nuevo gobierno de Santa Fe, comandando ahora por Maximiliano Pullaro, de eliminar la “no repitencia”.
Se trata de una política impulsada por el gobierno anterior de esa provincia -conocida como “Avance Continuo”- que había llegado a 145 escuelas secundarias, y que permitía a los alumnos que adeudan materias poder seguir con su grupo anterior mientras recuperan las asignaturas adeudadas.
Esquemas similares fueron seguidos en otras provincias, sobre todo después de la pandemia. El objetivo es mantener a los alumnos dentro de las escuelas, para evitar que abandonen los estudios.
Todavía no se sabe si otras provincias van a seguir la línea de Pullaro. Según pudo saber Clarín, los nuevos ministros de Educación de otras provincias en donde Juntos por el Cambio le ganó al peronismo aún no tienen como objetivo inmediato revisar las políticas de promoción acompañada, como se conoce a la no repitencia.
La Prueba Aprender Muestral 2022 primaria refleja una mejora sustantiva en Lengua y Matemática, especialmente en estudiantes de menores recursos económicos.
— German Lodola (@GermanLodola) May 31, 2023
Hilo sobre la validez de la muestra 2022 publicada
junto con los resultados.
Evidencia clara.https://t.co/si2WOSs6gM
Con información de
Clarín
