El avión venezolano-iraní que estuvo retenido en Ezeiza dejó el país luego de un año y 8 meses
Lunes 12 de
Febrero 2024
Voló hacia los Estados Unidos, que había pedido el decomiso. La semana pasada hubo un confuso episodio que incluyó a un diplomático del país bolivariano
En la madrugada de este lunes, el avión venezolano-iraní, retenido desde el 8 de junio de 2022 en Ezeiza, partió rumbo a los Estados Unidos. El Boeing 747-300 matrícula YV3531 de la venezolana Emtrasur, secuestrado en el Aeropuerto Internacional, fue retirado del país mientras Venezuela reclamaba que le sea devuelto. El decomiso había sido pedido por la Justicia y el Gobierno de Estados Unidos, en base a la transferencia irregular por parte de la aerolínea iraní Mahan Air a Emtrasur.
El avión despegó alrededor de la 1:25 de la madrugada de hoy, del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y sobrevoló el territorio argentino para luego hacerlo sobre Chile, Perú, Ecuador y Colombia, con rumbo hacia el norte.
La aeronave de carga, fabricada en EE.UU., Venezuela se la compró a la iraní Mahan Air y llegó a la Argentina transportando autopartes de Volkswagen. No obstante, desde los Estados Unidos sostienen que la venta de Mahan Air a la empresa venezolana Conviasa violó el embargo dispuesto contra esa aerolínea e Irán, por lo que solicitó su decomiso. La situación se agravó entre febrero y mayo de 2022, porque la empresa venezolana permitió que el avión viajara desde Caracas a Teherán y Moscú.
La aeronave llegó a Buenos Aires el 6 de junio de 2022 con una carga de autopartes de SAS Automotriz, una firma que comercializa asientos y panel de instrumentos para Volkswagen. El 8 de junio, dos días después de su llegada, el avión intentó volar a Uruguay para cargar combustible, pero el gobierno de ese país le impidió aterrizar.
En ese momento, la Justicia argentina retuvo a la tripulación de la nave, integrada por quince venezolanos y cuatro iraníes, pero al concluir que no cometieron delito alguno, todos fueron liberados con falta de mérito. Mientras que el pasado 29 de diciembre, el juez federal Federico Villena ordenó el decomiso definitivo del avión iraní de Emtrasur.
Este capítulo final del avión venezolano-iraní en la Argentina se da días después de un confuso episodio -revelado por Infobae- en el que un diplomático de la embajada de Venezuela que llegó hasta la aeronave retenida en Ezeiza.
El hombre, identificado como José Jesús Jatar Díaz, ingresó al aeropuerto internacional de Ezeiza y se dirigió hasta una zona restringida donde está el avión. En ese lugar, sacó varias fotos de la aeronave con su teléfono celular hasta que fue sorprendido por efectivos de la PSA. Por ese episodio, todavía confuso, se abrió una investigación judicial.
Un informe de la PSA elevado a la Justicia destaca que Jatar Díaz, primer secretario de la embajada venezolana, estaba acompañado por un empleado de la ANAC, que le habría permitido el ingreso hasta el área restringida. “Estuvo demorado por unos minutos mientras se hacía la consulta con el juzgado”, explicó una fuente aeronáutica.
Por el hecho se abrió una causa judicial y ya se pidieron varias medidas de prueba para saber cómo entró el diplomático al aeropuerto, por qué lugar ingresó, quién lo autorizó, entre otras cosas. También se pidieron las cámaras de seguridad del aeropuerto como en otros episodios que ocurren dentro de la terminal.
La aeronave estuvo más de un año bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos. De hecho, realizaron inspecciones mecánicas y de los lugares de almacenamiento aunque todas las tareas de mantenimiento quedaron a cargo de la empresa Risk Mondial, Aviation & Recovery. En los últimos meses, el avión se puso en movimiento más de una vez y circularon videos en las redes.
El avión despegó alrededor de la 1:25 de la madrugada de hoy, del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y sobrevoló el territorio argentino para luego hacerlo sobre Chile, Perú, Ecuador y Colombia, con rumbo hacia el norte.
La aeronave de carga, fabricada en EE.UU., Venezuela se la compró a la iraní Mahan Air y llegó a la Argentina transportando autopartes de Volkswagen. No obstante, desde los Estados Unidos sostienen que la venta de Mahan Air a la empresa venezolana Conviasa violó el embargo dispuesto contra esa aerolínea e Irán, por lo que solicitó su decomiso. La situación se agravó entre febrero y mayo de 2022, porque la empresa venezolana permitió que el avión viajara desde Caracas a Teherán y Moscú.
La aeronave llegó a Buenos Aires el 6 de junio de 2022 con una carga de autopartes de SAS Automotriz, una firma que comercializa asientos y panel de instrumentos para Volkswagen. El 8 de junio, dos días después de su llegada, el avión intentó volar a Uruguay para cargar combustible, pero el gobierno de ese país le impidió aterrizar.
En ese momento, la Justicia argentina retuvo a la tripulación de la nave, integrada por quince venezolanos y cuatro iraníes, pero al concluir que no cometieron delito alguno, todos fueron liberados con falta de mérito. Mientras que el pasado 29 de diciembre, el juez federal Federico Villena ordenó el decomiso definitivo del avión iraní de Emtrasur.
Este capítulo final del avión venezolano-iraní en la Argentina se da días después de un confuso episodio -revelado por Infobae- en el que un diplomático de la embajada de Venezuela que llegó hasta la aeronave retenida en Ezeiza.
El hombre, identificado como José Jesús Jatar Díaz, ingresó al aeropuerto internacional de Ezeiza y se dirigió hasta una zona restringida donde está el avión. En ese lugar, sacó varias fotos de la aeronave con su teléfono celular hasta que fue sorprendido por efectivos de la PSA. Por ese episodio, todavía confuso, se abrió una investigación judicial.
Un informe de la PSA elevado a la Justicia destaca que Jatar Díaz, primer secretario de la embajada venezolana, estaba acompañado por un empleado de la ANAC, que le habría permitido el ingreso hasta el área restringida. “Estuvo demorado por unos minutos mientras se hacía la consulta con el juzgado”, explicó una fuente aeronáutica.
Por el hecho se abrió una causa judicial y ya se pidieron varias medidas de prueba para saber cómo entró el diplomático al aeropuerto, por qué lugar ingresó, quién lo autorizó, entre otras cosas. También se pidieron las cámaras de seguridad del aeropuerto como en otros episodios que ocurren dentro de la terminal.
La aeronave estuvo más de un año bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos. De hecho, realizaron inspecciones mecánicas y de los lugares de almacenamiento aunque todas las tareas de mantenimiento quedaron a cargo de la empresa Risk Mondial, Aviation & Recovery. En los últimos meses, el avión se puso en movimiento más de una vez y circularon videos en las redes.
Con información de
Infobae
