Perpetua constitucional
La sala III de la Cámara de Casación Penal, con las firmas de Eduardo Riggi, Liliana Catucci y Mariano Borinsky, confirmó la prisión perpetua contra un hombre autor de varios homicidios en la zona del bajo Flores en 2010.
Se trata de la causa “Antelo, Marcelo Alejandro s/recurso de casación” donde los jueces, además de confirmar la sentencia, rechazaron un planteo de inconstitucionalidad presentado contra la prisión perpetua.
Antelo fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 27 de la Capital Federal a prisión perpetua por el homicidio de cuatro personas y por las heridas causadas a otros tres.
La defensa llegó a la Cámara de Casación con un recurso apelando esta sentencia y planteó la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua prevista en el art. 80 inciso 7º, de la libertad condicional, artículo 14 y del concurso de delitos, artículos 55 y 12 del Código Penal.
Los jueces sostuvieron que “más allá de que el planteo de inconstitucionalidad no cuenta con suficiente fundamentación, la pena de prisión perpetua que se le impuso a Marcelo Alejandro Antelo no resulta desproporcional con la magnitud del injusto y el grado de culpabilidad exhibido por el nombrado”.
“La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha advertido en forma reiterada que la declaración de inconstitucionalidad de una disposición legal es un acto de suma gravedad institucional que debe ser considerada como la última ratio del orden jurídico, a la que sólo cabe acudir cuando la repugnancia con la cláusula constitucional es manifiesta e incompatiblemente inconciliable”, agrega el fallo.
Sobre la inconstitucionalidad de la concesión de salidas transitorias, semilibertad y libertad condicional los jueces destacaron que consideraron que “el planteo que se formula resulta inoportuno, habida cuenta que actualmente Marcelo Alejandro Antelo no se encuentra en condiciones de obtener los beneficios previstos”.
Por todo ello los jueces rechazaron el recurso de casación presentado por la defensa y confirmaron la prisión perpetua del hombre.
