JUEVES 9 DE MAYO
El juez de la furia
Martes 05 de
Agosto 2014
La Justicia Federal de La Pampa procesó al juez que subrogó el año pasado el Juzgado Federal de Santa Rosa, José Antonio Charlín. El magistrado fue denunciado por amenazas a los empleados, acoso y hasta la exhibición de un arma de fuego en el juzgado. También fue acusado de realizar compras personales con fondos públicos. El Consejo de la Magistratura ya le había quitado la subrogancia.
El juez ad hoc del juzgado Federal de Santa Rosa, La Pampa, José Rodríguez Berdier procesó al ex juez subrogante de ese juzgado, José Antonio Charlín por amenazas, acoso y malversación de fondos durante su estadía en el juzgado.
Se trata de una causa que se inició luego de la denuncia realizada por una de las funcionarias del juzgado. Charlín había sido designado por la Corte Suprema como juez subrogante aunque cuenta con designación en el juzgado Federal de General Pico.
El caso de Charlín salió a la luz el año pasado cuando el Consejo de la Magistratura decidió sacarle la subrogancia luego de que se conocieran distintos hechos que este juez había llevado adelante en el juzgado.
Según consignan los testimonios brindados por el fiscal Juan José Baric, estando Charlín “totalmente desequilibrado”, le pidió a su custodia el arma reglamentaria que portaba y amenazó a los empleados. Esos testimonios llegaron en su momento a manos de los consejeros porque el fiscal envió a la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca un sumario de todos los testimonios que fue girado al Consejo de la Magistratura.
El juez que ahora lo procesó también comunicó al organismo del procesamiento que se suma una denuncia realizada por la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), firmada por Julio Piumato, que denuncia los “malos tratos” y el “mal desempeño en sus funciones” del magistrado.
Rodríguez Berdier procesó a Charlín por los delitos de abuso de autoridad en concurso ideal con malversación de caudales públicos; abuso sexual simple en situación de violencia de género; por daño en dos oportunidades y por amenazas coactivas.
El magistrado sostuvo que Charlín “con su accionar quiso amedrentar y amenazar a todos los empleados contratados, aprovechándose de la juventud de casi todos”, es que los amenazaba con que iban a ser echados.
En la causa se corroboró que el juez había acosado sexualmente a una empleada al decirle obscenidades sobre su físico. “El juez hacía valer su condición jerárquica respecto de la nombrada a los fines de propasarse con ella sabiendo que no iba a reaccionar”, dice la sentencia.
“De las constancias y testimonios obrantes en autos, advierto que es la única empleada con que realizaba estas acciones, quien justo tenía un despacho privado, aprovechando esa circunstancia para comportarse de ese modo con ella, violentándola de tal modo que la situación se volvió insoportable, sin poder reaccionar S., por el temor de sufrir consecuencias que pudieran afectar su legajo personal como así también su carrera judicial”, explica el juez en el procesamiento.
Se trata de una causa que se inició luego de la denuncia realizada por una de las funcionarias del juzgado. Charlín había sido designado por la Corte Suprema como juez subrogante aunque cuenta con designación en el juzgado Federal de General Pico.
El caso de Charlín salió a la luz el año pasado cuando el Consejo de la Magistratura decidió sacarle la subrogancia luego de que se conocieran distintos hechos que este juez había llevado adelante en el juzgado.
Según consignan los testimonios brindados por el fiscal Juan José Baric, estando Charlín “totalmente desequilibrado”, le pidió a su custodia el arma reglamentaria que portaba y amenazó a los empleados. Esos testimonios llegaron en su momento a manos de los consejeros porque el fiscal envió a la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca un sumario de todos los testimonios que fue girado al Consejo de la Magistratura.
El juez que ahora lo procesó también comunicó al organismo del procesamiento que se suma una denuncia realizada por la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), firmada por Julio Piumato, que denuncia los “malos tratos” y el “mal desempeño en sus funciones” del magistrado.
Rodríguez Berdier procesó a Charlín por los delitos de abuso de autoridad en concurso ideal con malversación de caudales públicos; abuso sexual simple en situación de violencia de género; por daño en dos oportunidades y por amenazas coactivas.
El magistrado sostuvo que Charlín “con su accionar quiso amedrentar y amenazar a todos los empleados contratados, aprovechándose de la juventud de casi todos”, es que los amenazaba con que iban a ser echados.
En la causa se corroboró que el juez había acosado sexualmente a una empleada al decirle obscenidades sobre su físico. “El juez hacía valer su condición jerárquica respecto de la nombrada a los fines de propasarse con ella sabiendo que no iba a reaccionar”, dice la sentencia.
“De las constancias y testimonios obrantes en autos, advierto que es la única empleada con que realizaba estas acciones, quien justo tenía un despacho privado, aprovechando esa circunstancia para comportarse de ese modo con ella, violentándola de tal modo que la situación se volvió insoportable, sin poder reaccionar S., por el temor de sufrir consecuencias que pudieran afectar su legajo personal como así también su carrera judicial”, explica el juez en el procesamiento.
Con información de
DJU
