Ricardo Lorenzetti: "El Consejo de la Magistratura necesita reformas, evidentemente"
Domingo 23 de
Agosto 2015
El presidente de la Corte cuestionó la ley de subrogancias, calificó de "fricciones normales" a sus disputas con el Gobierno y se mostró en contra de que los jueces participen en marchas
Faltan cuatro meses para el final del mandato de Cristina Kirchner, un gobierno que sostuvo enfrentamientos muy duros con la Corte que preside Ricardo Lorenzetti. Ahora, cuando se acerca la despedida, él dice que fueron "fricciones normales".
Su mensaje es que el tribunal debe "trascender" a los cambios en la Casa Rosada. Dice que es hora de que las Cortes dejen de ser identificadas como "de un gobierno" para ser, como en Estados Unidos, "la Corte del presidente de la Corte". En este caso, él. Preside el tribunal desde 2007 y en abril de este año, cuando el Gobierno amenazaba con cambiar la composición del tribunal y todavía faltaban ocho meses para el fin de su mandato, sus pares lo reeligieron hasta 2019. Amagó con renunciar, pero cambió de planes. Nunca hubo otro que quisiera agarrar, dice.
Además, toma distancia de la Asociación de Magistrados y sus durísimas críticas al Gobierno, y afirma que no es en la calle, en manifestaciones, donde deben estar los jueces. Sostiene que la ley de subrogancias tiene problemas, que hacen falta más jueces titulares y que el Consejo de la Magistratura, donde manda el kirchnerismo, "evidentemente necesita reformas".
-A su proyecto de Código Civil y Comercial se le hicieron cambios, ¿está conforme con la redacción final?
-Hay cambios que no hemos compartido, pero no alteraron la sustancia del anteproyecto. Son las reformas que introdujo el Poder Ejecutivo, pero en el resto quedó consolidado, está enfocado en dar respuesta a los problemas concretos y ya tiene un nivel de aplicación importantísimo.
-Algo que salió del Código fue la responsabilidad civil del Estado y los funcionarios públicos. Opositores denunciaron que ahora se consagra la irresponsabilidad de los funcionarios.
-Cuando Vélez Sarsfield hizo el Código Civil no contempló una regulación de la responsabilidad civil del Estado, surgió de los fallos de los jueces y, sobre todo, de la Corte. Ahora, el Ejecutivo lo sacó y lo pasó a una ley especial del derecho administrativo.
-Más allá de lo formal, ¿cree que es suficiente tal como quedó?
-No, la solución es restrictiva en materia de indemnización. No es la que nosotros compartimos.
-Los últimos años se vio una gran tensión entre la Corte y el Poder Ejecutivo. Está terminando un gobierno, ¿cuál es su balance de la relación?
-Intentamos mostrar que la Corte tiene que ser absolutamente independiente de los cambios de Gobierno porque la Corte siempre ha sido vista como la Corte de un gobierno. En Estados Unidos, el modelo que tomó nuestra Constitución, la Corte no se identifica como la Corte de Clinton o de Bush, es la Corte del presidente de la Corte. Esto es un símbolo no menor porque es muy importante que la confianza pública esté identificada en una Corte que no cambia. Por eso nosotros hicimos un esfuerzo para dar una señal de que por más que haya un cambio de presidente, la Corte va a seguir igual. Sobre el balance, entendemos que las fricciones son normales.
-La Asociación de Magistrados ha denunciado, como no había pasado nunca, muy fuertes avances de este gobierno sobre la Justicia, ¿coincide?
-No podemos opinar como lo hace la Asociación, que tiene carácter gremial. Y no es la única. Hay asociaciones de jueces del interior muchísimo más numerosas.
-El Gobierno cuestionó que los jueces salieran a la calle, hicieran manifestaciones, en contra de decisiones promovidas por el Poder Ejecutivo, ¿qué opina?
-Que los jueces no tienen por qué manifestarse en la calle. Nosotros no hemos ido ni creo que los jueces hayan ido demasiado a manifestaciones.
-Hubo una aquí abajo hace poco por el caso del camarista Cabral.
-Bueno, es una situación especial de un magistrado. En la Corte, cuando hemos visto avances sobre la independencia del Poder Judicial, hemos hecho lo que nos corresponde: declarar la inconstitucionalidad de una ley. Los jueces tienen que saber conservar su lugar. No es a través de las manifestaciones.
-Dijo que las Cortes deben ser identificadas con sus presidentes. La decisión de prorrogarle a usted el mandato cuando faltaban ocho meses para que venciera, ¿tuvo que ver con eso?
-Sí. Nuestra idea fue dar previsibilidad en el inicio de un año electoral, dar un mensaje claro de que la Corte trasciende los procesos electorales.
-¿Después pensó en renunciar a la Presidencia? Horacio Verbitsky escribió que usted le había mandado una carta en la que le decía que planeaba renunciar.
-Yo no voy a opinar sobre lo que escribe un periodista.
-Pero ¿le mandó una carta en la que le decía que renunciaba?
-No, no, lo que yo opiné es lo siguiente: cuando se hizo la prórroga, hubo reacciones de algunos sectores. Entonces dije la verdad es que si opinan todos que esto no está bien, yo renuncio y se terminó.
-¿Y por qué se quedó?
-Porque no hay otro que quiera agarrar la presidencia. El día que venga alguien más a la Corte lo conversaremos. Pero la decisión fue institucional. Y desde que yo fui nombrado presidente nunca nadie quiso serlo.
-¿Cómo está Fayt? ¿Cuándo fue la última vez que usted tuvo una discusión jurídica con él?
-En el acuerdo. Él participa de los acuerdos y la decisión de cada ministro de si sigue o no es personal.
-El Congreso citó a funcionarios de la Corte para declarar por el tema Fayt y no fueron, ¿por qué?
-Es que no se consideró... no nos parece un tema. Nosotros somos respetuosos de la decisión que tome el doctor Fayt.
-¿Cuáles son las deudas del kirchnerismo con la Justicia?
-Creo que la deuda es de todos los gobiernos: planificar una política de Estado de fondo sobre el Poder Judicial. Necesitamos más jueces y procesos más rápidos, más diversificados. Ése es nuestro reclamo.
-¿Qué opina de la reforma procesal penal?
-Depende de cómo se implemente. De la cantidad de recursos, de si va a haber suficientes funcionarios.
-Usted dijo que la Corte puede funcionar perfectamente con cuatro miembros, pero ¿cuántos debería tener?
-La ley dice que cinco. Nosotros no somos legisladores. Dice cinco y eso es lo que opinamos.
-Pasaron siete meses desde la muerte del fiscal Nisman. Hace cinco, usted proyectó la foto de él en el video de la apertura del año judicial. Todavía no se sabe cómo murió, ¿es un problema de ineficacia judicial?
-En esa apertura lo incluimos con casos que no eran todos iguales.
-Eran todos casos de impunidad.
-Sí. Quisimos mostrar el fracaso de las investigaciones. Y dijimos que la solución es crear una policía más sofisticada para investigar estos casos. Más no podemos opinar.
-¿Cómo se resuelve el problema de los jueces subrogantes?
-Hicimos una reunión con los presidentes de las Cámaras: la conclusión fue que la subrogancia tiene que ser algo excepcional y que esta ley presentaba muchísimos problemas en su aplicación.
-Para que sea algo excepcional deberían cubrirse las vacantes, ¿por qué no se cubren?
-Es un tema del Consejo de la Magistratura que, evidentemente, necesita reformas. Tiene una estructura muy parlamentaria, deliberativa, para un organismo que debe tomar decisiones rápidas.
-Los jueces no pagan impuesto a las ganancias. ¿Tienen previsto revisarlo?
-No es una decisión que la Corte pueda tomar sin consultar porque hay provincias enganchadas; está la Procuración, la Defensoría. Requiere un acuerdo salarial importante. Conceptualmente creo que estamos todos de acuerdo con que se pague, pero la solución requiere acuerdos que nunca se produjeron.
-¿Con quién?
-Los otros poderes del Estado.
-¿Están en conversaciones con el Poder Ejecutivo?
-Siempre, pero hasta ahora no se pudo encontrar una solución..
Su mensaje es que el tribunal debe "trascender" a los cambios en la Casa Rosada. Dice que es hora de que las Cortes dejen de ser identificadas como "de un gobierno" para ser, como en Estados Unidos, "la Corte del presidente de la Corte". En este caso, él. Preside el tribunal desde 2007 y en abril de este año, cuando el Gobierno amenazaba con cambiar la composición del tribunal y todavía faltaban ocho meses para el fin de su mandato, sus pares lo reeligieron hasta 2019. Amagó con renunciar, pero cambió de planes. Nunca hubo otro que quisiera agarrar, dice.
Además, toma distancia de la Asociación de Magistrados y sus durísimas críticas al Gobierno, y afirma que no es en la calle, en manifestaciones, donde deben estar los jueces. Sostiene que la ley de subrogancias tiene problemas, que hacen falta más jueces titulares y que el Consejo de la Magistratura, donde manda el kirchnerismo, "evidentemente necesita reformas".
-A su proyecto de Código Civil y Comercial se le hicieron cambios, ¿está conforme con la redacción final?
-Hay cambios que no hemos compartido, pero no alteraron la sustancia del anteproyecto. Son las reformas que introdujo el Poder Ejecutivo, pero en el resto quedó consolidado, está enfocado en dar respuesta a los problemas concretos y ya tiene un nivel de aplicación importantísimo.
-Algo que salió del Código fue la responsabilidad civil del Estado y los funcionarios públicos. Opositores denunciaron que ahora se consagra la irresponsabilidad de los funcionarios.
-Cuando Vélez Sarsfield hizo el Código Civil no contempló una regulación de la responsabilidad civil del Estado, surgió de los fallos de los jueces y, sobre todo, de la Corte. Ahora, el Ejecutivo lo sacó y lo pasó a una ley especial del derecho administrativo.
-Más allá de lo formal, ¿cree que es suficiente tal como quedó?
-No, la solución es restrictiva en materia de indemnización. No es la que nosotros compartimos.
-Los últimos años se vio una gran tensión entre la Corte y el Poder Ejecutivo. Está terminando un gobierno, ¿cuál es su balance de la relación?
-Intentamos mostrar que la Corte tiene que ser absolutamente independiente de los cambios de Gobierno porque la Corte siempre ha sido vista como la Corte de un gobierno. En Estados Unidos, el modelo que tomó nuestra Constitución, la Corte no se identifica como la Corte de Clinton o de Bush, es la Corte del presidente de la Corte. Esto es un símbolo no menor porque es muy importante que la confianza pública esté identificada en una Corte que no cambia. Por eso nosotros hicimos un esfuerzo para dar una señal de que por más que haya un cambio de presidente, la Corte va a seguir igual. Sobre el balance, entendemos que las fricciones son normales.
-La Asociación de Magistrados ha denunciado, como no había pasado nunca, muy fuertes avances de este gobierno sobre la Justicia, ¿coincide?
-No podemos opinar como lo hace la Asociación, que tiene carácter gremial. Y no es la única. Hay asociaciones de jueces del interior muchísimo más numerosas.
-El Gobierno cuestionó que los jueces salieran a la calle, hicieran manifestaciones, en contra de decisiones promovidas por el Poder Ejecutivo, ¿qué opina?
-Que los jueces no tienen por qué manifestarse en la calle. Nosotros no hemos ido ni creo que los jueces hayan ido demasiado a manifestaciones.
-Hubo una aquí abajo hace poco por el caso del camarista Cabral.
-Bueno, es una situación especial de un magistrado. En la Corte, cuando hemos visto avances sobre la independencia del Poder Judicial, hemos hecho lo que nos corresponde: declarar la inconstitucionalidad de una ley. Los jueces tienen que saber conservar su lugar. No es a través de las manifestaciones.
-Dijo que las Cortes deben ser identificadas con sus presidentes. La decisión de prorrogarle a usted el mandato cuando faltaban ocho meses para que venciera, ¿tuvo que ver con eso?
-Sí. Nuestra idea fue dar previsibilidad en el inicio de un año electoral, dar un mensaje claro de que la Corte trasciende los procesos electorales.
-¿Después pensó en renunciar a la Presidencia? Horacio Verbitsky escribió que usted le había mandado una carta en la que le decía que planeaba renunciar.
-Yo no voy a opinar sobre lo que escribe un periodista.
-Pero ¿le mandó una carta en la que le decía que renunciaba?
-No, no, lo que yo opiné es lo siguiente: cuando se hizo la prórroga, hubo reacciones de algunos sectores. Entonces dije la verdad es que si opinan todos que esto no está bien, yo renuncio y se terminó.
-¿Y por qué se quedó?
-Porque no hay otro que quiera agarrar la presidencia. El día que venga alguien más a la Corte lo conversaremos. Pero la decisión fue institucional. Y desde que yo fui nombrado presidente nunca nadie quiso serlo.
-¿Cómo está Fayt? ¿Cuándo fue la última vez que usted tuvo una discusión jurídica con él?
-En el acuerdo. Él participa de los acuerdos y la decisión de cada ministro de si sigue o no es personal.
-El Congreso citó a funcionarios de la Corte para declarar por el tema Fayt y no fueron, ¿por qué?
-Es que no se consideró... no nos parece un tema. Nosotros somos respetuosos de la decisión que tome el doctor Fayt.
-¿Cuáles son las deudas del kirchnerismo con la Justicia?
-Creo que la deuda es de todos los gobiernos: planificar una política de Estado de fondo sobre el Poder Judicial. Necesitamos más jueces y procesos más rápidos, más diversificados. Ése es nuestro reclamo.
-¿Qué opina de la reforma procesal penal?
-Depende de cómo se implemente. De la cantidad de recursos, de si va a haber suficientes funcionarios.
-Usted dijo que la Corte puede funcionar perfectamente con cuatro miembros, pero ¿cuántos debería tener?
-La ley dice que cinco. Nosotros no somos legisladores. Dice cinco y eso es lo que opinamos.
-Pasaron siete meses desde la muerte del fiscal Nisman. Hace cinco, usted proyectó la foto de él en el video de la apertura del año judicial. Todavía no se sabe cómo murió, ¿es un problema de ineficacia judicial?
-En esa apertura lo incluimos con casos que no eran todos iguales.
-Eran todos casos de impunidad.
-Sí. Quisimos mostrar el fracaso de las investigaciones. Y dijimos que la solución es crear una policía más sofisticada para investigar estos casos. Más no podemos opinar.
-¿Cómo se resuelve el problema de los jueces subrogantes?
-Hicimos una reunión con los presidentes de las Cámaras: la conclusión fue que la subrogancia tiene que ser algo excepcional y que esta ley presentaba muchísimos problemas en su aplicación.
-Para que sea algo excepcional deberían cubrirse las vacantes, ¿por qué no se cubren?
-Es un tema del Consejo de la Magistratura que, evidentemente, necesita reformas. Tiene una estructura muy parlamentaria, deliberativa, para un organismo que debe tomar decisiones rápidas.
-Los jueces no pagan impuesto a las ganancias. ¿Tienen previsto revisarlo?
-No es una decisión que la Corte pueda tomar sin consultar porque hay provincias enganchadas; está la Procuración, la Defensoría. Requiere un acuerdo salarial importante. Conceptualmente creo que estamos todos de acuerdo con que se pague, pero la solución requiere acuerdos que nunca se produjeron.
-¿Con quién?
-Los otros poderes del Estado.
-¿Están en conversaciones con el Poder Ejecutivo?
-Siempre, pero hasta ahora no se pudo encontrar una solución..
Con información de
La Nación
