25 DE ABRIL 2024
MISIONES
Exhumaron cuerpo de un bebé ante presunto cambio en un sanatorio
Viernes 08 de
Enero 2016
Los padres denunciaron una presunta mala praxis, pero en fotos de la autopsia vieron que la pulsera no coincidía con la que le colocaron a su hijo
Una denuncia penal por supuesta mala praxis en un sanatorio privado posadeño derivó en la exhumación del cuerpo de un recién nacido, como paso previo a la realización de un cotejo de ADN que permitirá confirmar o descartar el vínculo genético con sus padres, que sospechan que el cadáver que sepultaron no es el de su hijo.
El procedimiento se realizó a media mañana de ayer en el cementerio local, a instancias de una orden emitida por el Juez de Instrucción Uno de Posadas, Marcelo Cardozo, quien lleva adelante la investigación y estuvo presente acompañando a los denunciantes.
La tarea estuvo a cargo de integrantes de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) y demandó casi dos horas, en las que se vivieron escenas desgarradoras y de mucho dolor por parte de los padres, que pidieron, una vez más, esclarecer sus dudas respecto de lo que consideran se trató del cambio de su bebé vivo por otro muerto.
De acuerdo a las fuentes judiciales que dialogaron en el lugar con El Territorio, el caso salió a la luz en octubre del año pasado cuando los padres del niño pidieron la realización de una autopsia porque dudaron de la versión de los médicos y querían saber a ciencia cierta la causa del deceso, ante la sospecha de una supuesta mala praxis que, incluso, denunciaron judicialmente.
Una vez realizada la necropsia y con los resultados en la mano, los progenitores recibieron la información de que el fallecimiento fue a causa de un problema cardíaco, pero a la par accedieron casi de casualidad a las fotos del trabajo efectuado por el cuerpo médico forense y al observarlas detenidamente se percataron de que el cadáver, que supuestamente era de su hijo, tenía colocado en el brazo una pulsera de identificación totalmente distinta en su forma y numeración a la que le habían puesto tras el alumbramiento.
“La pulsera no coincidía con la que le pusieron al bebé. De los seis dígitos no concuerda ninguno e inclusive, el formato es diferente, es como si fuera de otro sanatorio o institución”, recordó de forma escueta el papá, Carlos Carossini.
Eso motivó a los jóvenes padres a regresar a la Justicia para denunciar lo que consideran se trató del supuesto cambio del chico que, con muchas dudas y ninguna prueba más allá de esas imágenes fotográficas, sostienen y exigen que se clarifique cuanto antes.
“Tenemos muchas dudas de las dos versiones, porque no estamos seguros. Es posible que nuestro bebé haya muerto realmente, pero también es posible que lo hayan cambiado”, manifestó el joven, al tiempo en que junto a su señora confesó estar “mal por todo lo que está pasando y tratando de ver día a día cómo se dan las situaciones”.
“Queremos llegar a la verdad”
La gravedad de la denuncia motivó que el magistrado interviniente ordene de manera inmediata un allanamiento en el sanatorio Boratti, situado en avenida Mitre casi calle San Luis, donde la madre dio a luz el miércoles 7 de octubre en manos de un especialista distinto al que la acompañó durante todo el embarazo y luego de aparentes idas y vueltas con una obstetra.
“Siempre tuvimos dudas de todo el procedimiento porque hubo muchas anomalías, contradicciones de los médicos que nos informaron una y otra cosa”, contó Carossini, quien acusó que “por eso no tenemos certezas más que la evidencia de la pulserita que encima nos llegó de casualidad porque en teoría no teníamos que acceder a esas fotos”.
Los investigadores de la Saic incautaron del sanatorio todo registro existente entre el 6 y el 8 de octubre (un día antes y uno después del parto) para que el juez conozca en detalle las instancias de todos los nacimientos ocurridos entre esa fecha y establecer si se produjeron fallecimientos.
Las historias clínicas están actualmente en manos del magistrado, que desde el miércoles analiza en profundidad buscando la posible existencia de anomalías, tal cual denunciaron los padres, que ayer en el cementerio dialogaron nuevamente con los detectives locales.
“No estamos seguros de nada, queremos llegar a la verdad. Mientras tanto no hay un día que estemos pensando en la posible respuesta, conscientes de que aún estamos lejos de saber qué pasó con nuestro hijo”, manifestó acongojado el padre.
Aferrado a su esposa, cumpliendo con el trámite legal justo el día en que su bebé cumpliría cuatro meses, el hombre contó que “el embarazo fue normal y la bebé estuvo bien en todos los controles” pero confesó no entender por qué “la autopsia reveló que murió por un problema cardíaco, pero eso nunca saltó en ninguna ecografía y estudios practicados”.
Todo indica que dentro de unos tres meses estarían los resultados de los estudios genéticos, mientras tanto los padres deberán seguir esperando respuestas.
Con información de
territoriodigital
