25 DE ABRIL 2024
BUENOS AIRES
Tiene 16 años, mató a su mamá y a su padrastro y vivió 4 días con los cuerpos
Jueves 03 de
Marzo 2016
Los vecinos escucharon ruidos que sonaron como disparos, pero no les prestaron atención.
Hacía tiempo también que sentían el mal olor que salía de la casa, pero estaban habituados. No se dieron cuenta de lo que realmente ocurría hasta que vieron llegar a la Policía a la propiedad. Adentro, la escena era horrorosa: había dos cadáveres y montañas de basura y de excrementos de perro en todas las habitaciones. El cuerpo de un hombre apareció baleado en el patio y su pareja, en el comedor. No estaban solos: en el lugar estaba el hijo de la mujer, un adolescente de 16 años que había convivido cuatro días con los cadáveres. Y con su perro pitbull.
El chico intentó una explicación, pero tampoco estaba demasiado nervioso. Los policías lo encontraron tomando helado y jugando a la PlayStation en su dormitorio. En otra habitación había restos de pizza que había pedido horas antes con un delivery. Se lo llevaron detenido, como principal sospechoso del doble crimen.
El espanto fue descubierto en la tarde del martes, en un chalé situado en Saavedra al 4100, entre 141 y 142, en el partido de Berazategui. Romina Paladino (34) vivía allí junto a su hijo adolescente y a quien era su novio desde hacía ocho años, Gastón Pineda (32), mecánico de autos y fanático de las armas. El hombre solía pasar todos los fines de semana en la casa.
La última vez que los vecinos vieron llegar a Gastón al chalé fue el viernes. Horas más tarde, según creen los investigadores, él y su novia morían asesinados a tiros. Los peritos encontraron en el lugar cuatro armas que pertenecían al hombre y levantaron tres vainas servidas de una pistola calibre 45. El chalé tenía basura desparramada por todos lados, que se había ido acumulando en los últimos meses. Fuentes del caso dijeron ayer a Clarín que Romina estaba pasando desde hacía tiempo por una profunda crisis depresiva, pero todavía buscan precisar a través de sus familiares si no padecía algún otro tipo de patología.
“La mujer había cambiado su actitud hace unos ocho meses, como que no salió más. No sé qué le habrá pasado, pero entró como en un estado abandónico y empezó a acumular basura en la casa. La verdad es que nunca escuché una pelea o una discusión. Solo una vez les dije sobre la basura y me respondieron que si no me gustaba que mirara para otro lado”, le contó ayer una vecina a C5N.
Al ser encontrados, los cuerpos estaban en un estado muy avanzado de descomposición y ayer el fiscal Federico Weinstein –de la UFI del fuero de Menores de Berazategui– esperaba que pudieran realizarse las autopsias. La hipótesis fiscal es que el chico tuvo un brote y asesinó a su madre y a su padrastro, pero ante la Policía el adolescente describió otra secuencia: dijo que Gastón y Romina tuvieron una fuerte pelea, que el hombre ejecutó a tiros a la mujer, luego se suicidó y él quedó en tal estado de conmoción que no supo qué hacer en todos esos días. Los investigadores no le creyeron. Lo único que habría atinado a hacer el joven fue cubrir los dos cuerpos con sábanas y frazadas y rociarlos con perfume.
“La cantidad de basura reflejaría una situación familiar que hay que analizar, habla de alguna perturbación. Lo que más le juega en contra al chico, por ahora, es el ocultamiento que hizo a la familia de Pineda. Les mintió por teléfono y se hizo pasar por el hombre cuando éste ya estaba muerto. También estamos esperando la autopsia, que por el estado de los cuerpos aún no pudo hacerse. Pero los indicios marcan que fueron asesinados a balazos”, dijo a Clarín un vocero.
Las muertes fueron descubiertas luego de que la madre de Gastón, Mirian Larrosa, se presentara ante la Policía para denunciar que no sabía nada de su hijo desde hacía días. El sábado y el domingo, contó la mujer, le escribió por WhatsApp a Gastón y alguien –que, sospechaba ella, no era él– le respondió. Contó que también lo llamó y que una voz masculina –que sería la del adolescente– la atendió y se intentó hacer pasar por él. Ante esto, los investigadores la acompañaron a la casa y descubrieron el doble crimen. Ahora creen que para cuando se produjo este intercambio de comunicaciones la pareja ya había sido asesinada.
Otra protagonista central en la trama es la novia del detenido, una chica de 18 años. Según dijeron los vecinos, en los últimos días se la vio entrar y salir de la casa varias veces. Los testigos también aseguraron haber presenciado una discusión de la parejita en la vereda. “Calmate, las cosas se van a solucionar”, le habría dicho el adolescente ahora detenido.
La joven declaró ayer por más de cinco horas. Ante el fiscal admitió haber dormido y comido al menos dos días en casa de su novio. Afirmó que incluso salieron a pasear, pero aseguró que nunca vio ni sospechó nada, sólo que sintió muy mal olor y que su novio le dijo que era por la basura, mientras echaba perfume ambiental de manera constante. También señaló que Gastón era como un padre para el adolescente y recordó que en diciembre habían estado todos juntos en la Costa, pasando Navidad.
El fiscal también le tomó testimonio a la madre de Gastón, que vive a una cuadra de la casa. “Mi nieto no pudo haber hecho esto”. dijo. Una de las hipótesis del caso es que el chico pudo haber tenido un brote tras enterarse que su madre planeaba ponerle punto final a la relación con Pineda. Weinstein pidió que fuera sometido a peritajes psiquiátricos para precisar si padece algún trastorno. “Yo me fui el sábado, me fui con mi novia, me fui de joda”, fue la defensa que ensayó el chico ante sus vecinos. Nadie le creyó.
Con información de
Clarin
