Cambian el método de elegir jueces y el perfil requerido a postulantes
Viernes 06 de
Mayo 2016
El mismo jurado tomará el examen y la entrevista. Se espera un candidato con más práctica en la especialidad para la que concursa .
El gobierno provincial modificó mediante un decreto los mecanismos para designar jueces, fiscales y defensores en el ámbito del Poder Judicial, con el propósito anunciado de simplificar los procedimientos de selección de aspirantes, a fin de agilizar los nombramientos. También se busca que los funcionarios nombrados tengan capacidad de demostrar práctica laboral en la especialidad donde actuarán por sobre la formación teórica.
Con el mecanismo propuesto por el decreto 854/16 el gobernador Miguel Lifschitz confía en imprimir rapidez a los lapsos entre el concurso y el nombramiento. Hoy las demoras pueden prolongarse casi dos años. En su administración dicen que a lo sumo se tardará cuatro meses.
"Ahora habrá un proceso de designación más rápido", dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, impulsor de la iniciativa. "En lugar de haber dos jurados —uno que toma el examen y otro que hace la entrevista— ahora habrá uno solo conformado de la misma manera. Lo integrarán miembros de la universidad pública, del Colegio de Magistrados y del Colegio de Abogados. Con eso se acota la cantidad de impugnaciones y se logra que haya un procedimiento menos litigioso", consignó a este diario.
La explicación de Silberstein apunta a que con la futura integración de jurados se evita el dispendio de recursos humanos y administrativos de la normativa vigente. Esta exigía la conformación de dos órganos por cada concurso: un cuerpo de evaluación técnica del candidato y otro que lo entrevista. Ahora los futuros jueces serán examinados por un mismo jurado que hará las dos tareas y deberá evaluar al postulante inmediatamente.
Tres jurados. El cuerpo evaluador tendrá tres integrantes. Será definido por sorteo entre los representantes de las universidades, de los abogados y de los jueces. Deberá componerse con un académico de reconocida trayectoria y con cargo de profesor concursado. Un funcionario del Poder Judicial con no menos de diez años de antigüedad. Y un abogado de recorrido reconocido con la misma antigüedad mínima en el ejercicio de su matrícula.
También se reducen los tiempos y exigencias cuando el candidato protesta la evaluación. Antes debían reunirse de vuelta para evaluar la impugnación a los tres jurados. Ahora con dos será suficiente.
El decreto que firmó Lifschitz altera las atribuciones del Consejo de la Magistratura que en 2012 estableció un sistema más transparente, según la interpretación general, para la designación de miembros del Poder Judicial.
"Lo que vale ahora es la práctica en la especialidad que se concursa. Para ser juez de familia tener un doctorado en Derecho del Mar no dará ningún puntaje. No buscamos a un docente universitario. Para ser juez hay que tener conocimiento de las normas pero es fundamental la experiencia ganada en el pasillo y en la calle. Desalentamos como candidatos a juez, fiscal o defensor a las personas que se recibían, se llenaban de posgrados y conferencias pero no tenían ejercicio del derecho. En este sentido un funcionario judicial o un abogado quedarán en igualdad de condiciones al concursar. Y seguramente estarán por arriba de quien armó su currículum con antecedentes de cursos", dijo Silberstein a este diario.
Crítica. Uno de las principales reparos que surgen por fuera del gobierno es que en el nuevo criterio aparece casi suprimida, o en instancia facultativa —esto es que puede estar o no— la única instancia de participación popular en el proceso de selección de jueces: la entrevista pública en el lugar donde el funcionario tendrá jurisdicción. Esto implica la presencia, con capacidad de contralor y el derecho a la expresión, de organizaciones no gubernamentales y entidades de representación de intereses legítimos de la sociedad civil, las cuales en los últimos procedimientos para decidir magistrados tuvieron un rol activo.
El gobierno hizo saber que los que ya concursaron en el anterior sistema no serán examinados de nuevo. Los que todavía no fueron evaluados lo serán bajo el nuevo sistema pero abriendo plazos para que se presenten más antecedentes y también nuevos postulantes. Silberstein dijo que antes de fin de año estarán cubiertas unas cien vacantes de jueces de primera instancia y cámaras. Estas tienen prioridad por sobre otro centenar de puestos para jueces comunitarios.
Se pondrá el acento en estudios psicotécnicos del aspirante dado que para los cargos a cubrir, avisó el ministro, se pondera un perfil de conducta muy activo: personas con compromiso, capaces de sortear momentos tensos y dispuestas a asumir riesgos.╠
También se altera el sistema de calificación por números que se considera poco flexible para valorar aspectos subjetivos. El nuevo criterio incluye tres variantes: a) No supera las pautas de evaluación.b) Supera las pautas de evaluación y c) Supera ampliamente las pautas de evaluación.
Con el mecanismo propuesto por el decreto 854/16 el gobernador Miguel Lifschitz confía en imprimir rapidez a los lapsos entre el concurso y el nombramiento. Hoy las demoras pueden prolongarse casi dos años. En su administración dicen que a lo sumo se tardará cuatro meses.
"Ahora habrá un proceso de designación más rápido", dijo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, impulsor de la iniciativa. "En lugar de haber dos jurados —uno que toma el examen y otro que hace la entrevista— ahora habrá uno solo conformado de la misma manera. Lo integrarán miembros de la universidad pública, del Colegio de Magistrados y del Colegio de Abogados. Con eso se acota la cantidad de impugnaciones y se logra que haya un procedimiento menos litigioso", consignó a este diario.
La explicación de Silberstein apunta a que con la futura integración de jurados se evita el dispendio de recursos humanos y administrativos de la normativa vigente. Esta exigía la conformación de dos órganos por cada concurso: un cuerpo de evaluación técnica del candidato y otro que lo entrevista. Ahora los futuros jueces serán examinados por un mismo jurado que hará las dos tareas y deberá evaluar al postulante inmediatamente.
Tres jurados. El cuerpo evaluador tendrá tres integrantes. Será definido por sorteo entre los representantes de las universidades, de los abogados y de los jueces. Deberá componerse con un académico de reconocida trayectoria y con cargo de profesor concursado. Un funcionario del Poder Judicial con no menos de diez años de antigüedad. Y un abogado de recorrido reconocido con la misma antigüedad mínima en el ejercicio de su matrícula.
También se reducen los tiempos y exigencias cuando el candidato protesta la evaluación. Antes debían reunirse de vuelta para evaluar la impugnación a los tres jurados. Ahora con dos será suficiente.
El decreto que firmó Lifschitz altera las atribuciones del Consejo de la Magistratura que en 2012 estableció un sistema más transparente, según la interpretación general, para la designación de miembros del Poder Judicial.
"Lo que vale ahora es la práctica en la especialidad que se concursa. Para ser juez de familia tener un doctorado en Derecho del Mar no dará ningún puntaje. No buscamos a un docente universitario. Para ser juez hay que tener conocimiento de las normas pero es fundamental la experiencia ganada en el pasillo y en la calle. Desalentamos como candidatos a juez, fiscal o defensor a las personas que se recibían, se llenaban de posgrados y conferencias pero no tenían ejercicio del derecho. En este sentido un funcionario judicial o un abogado quedarán en igualdad de condiciones al concursar. Y seguramente estarán por arriba de quien armó su currículum con antecedentes de cursos", dijo Silberstein a este diario.
Crítica. Uno de las principales reparos que surgen por fuera del gobierno es que en el nuevo criterio aparece casi suprimida, o en instancia facultativa —esto es que puede estar o no— la única instancia de participación popular en el proceso de selección de jueces: la entrevista pública en el lugar donde el funcionario tendrá jurisdicción. Esto implica la presencia, con capacidad de contralor y el derecho a la expresión, de organizaciones no gubernamentales y entidades de representación de intereses legítimos de la sociedad civil, las cuales en los últimos procedimientos para decidir magistrados tuvieron un rol activo.
El gobierno hizo saber que los que ya concursaron en el anterior sistema no serán examinados de nuevo. Los que todavía no fueron evaluados lo serán bajo el nuevo sistema pero abriendo plazos para que se presenten más antecedentes y también nuevos postulantes. Silberstein dijo que antes de fin de año estarán cubiertas unas cien vacantes de jueces de primera instancia y cámaras. Estas tienen prioridad por sobre otro centenar de puestos para jueces comunitarios.
Se pondrá el acento en estudios psicotécnicos del aspirante dado que para los cargos a cubrir, avisó el ministro, se pondera un perfil de conducta muy activo: personas con compromiso, capaces de sortear momentos tensos y dispuestas a asumir riesgos.╠
También se altera el sistema de calificación por números que se considera poco flexible para valorar aspectos subjetivos. El nuevo criterio incluye tres variantes: a) No supera las pautas de evaluación.b) Supera las pautas de evaluación y c) Supera ampliamente las pautas de evaluación.
Con información de
LA CAPITAL
