SANTA FE | CIUDAD
Supuesto caso de pedofilia detrás del incidente en la puerta del Cullen
Viernes 05 de
Agosto 2016
La víctima es una nena de 8 años. Habría sido abusada por un hombre de 56. Peritan imágenes que había en el teléfono celular del involucrado.
Por estas horas, el fiscal Daniel Filippi junto a personal policial investiga un supuesto caso de pedofilia, el que estalló poco después de un violento suceso ocurrido anoche frente a las puertas del hospital Cullen.
La secuencia se inició poco después de las 19 cuando una mujer, de 38 años, se vio acorralada por varios sujetos que la sorprendieron en cercanías del citado nosocomio.
Los autores de la encerrona fueron un hombre de 56 años y sus dos hijos (un muchacho, de 27 y su hermana, de 30). El padre y la hija llegaron a bordo de una camioneta, mientras que el restante se sumó a la escena a bordo de una moto Guerrero Trip.
Sobre este último individuo se supo que se desempeña en la Guardia de Seguridad Institucional (GSI), de la Municipalidad de Santa Fe.
Sin posibilidad de escapatoria, la víctima fue sometida a una golpiza. Hubo corridas y uno de los agresores efectuó dos disparos con un arma de fuego. Uno de los proyectiles impactó contra la mampostería del hospital.
Semejante altercado no pasó desapercibido para muchos de quienes transitaban por el lugar que, al observar la escena, llamaron de inmediato a la policía.
Los primeros uniformados que arribaron encontraron a la mujer visiblemente en estado de shock y con algunas lesiones (tenía golpes, excoriaciones y una herida cortante en la frente) mientras que los violentos ya se habían retirado.
En barrio Chalet
Tras algunas averiguaciones la pesquisa se encaminó hacia barrio Chalet, más precisamente hasta una finca ubicada en Santiago de Chile al 1000, donde se halló la camioneta y la moto vistas durante el incidente. También en dicho inmueble se encontró a los tres principales sospechosos del hecho.
En dicho procedimiento los policías secuestraron una pistola Bersa, calibre 380, la que contenía varios proyectiles en su cargador y uno en recámara.
De todo lo actuado se dio conocimiento al fiscal Filippi quien dispuso que al padre y su hija se le inicie causa por lesiones dolosas. Mientras que al empleado municipal se le sume el delito de abuso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de guerra.
Giro inesperado
Pero transcurridas algunas horas, poco antes de la medianoche, un dato macabro se sumó a esta historia.
Es que llegó a conocimiento del fiscal actuante que el hombre de 56 años, sería poseedor de un teléfono celular en el que habría imágenes de alto contenido erótico con una menor de edad.
Sin más, el magistrado ordenó el secuestro de dicho elemento el que puso a disposición del Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familia y Sexual (en la jerga, comisaría de la Mujer), que depende de la Unidad Regional I.
En diálogo con El Litoral, el fiscal precisó que “en este momento estoy solicitando autorización para hacer los peritajes en el teléfono en cuestión”, dijo.
La situación coincide con un sugestivo pedido que el imputado habría formulado al personal policial, en uno de los traslados hacia el calabozo.
-“¡Muchachos hagan desaparecer mi celular. Tengo fotos que si las llegan a encontrar me matan!”, habría dicho el sujeto a sus guardias.
Con información de
ellitoral
