CÓRDOBA
“Rompefiestas” siguen al acecho: ahora atacaron en un cumpleaños
Lunes 08 de
Agosto 2016
La banda irrumpió en una vivienda donde había 50 personas, entre grandes y chicos. Hubo golpes y amenazas. Fue en Argüello. El grupo se apoderó de billeteras, celulares y relojes. Afirman que la Policía llegó tarde.
La banda, para no despertar sospechas, se mueve en por lo menos un automóvil nuevo y con vidrios polarizados. El grupo está compuesto por al menos cinco delincuentes de alrededor de 30 años. Todos andan armados, visten prendas caras y la mayoría usa capuchas para tapar sus rostros. El que pareciera ser el líder sí muestra la cara, pero se encarga bien de que no lo miren. La mayoría entra a la fiesta a concretar el golpe, pero uno se queda con el motor del coche en marcha, por si aparece la Policía y hay que escapar sin perder tiempo. Son violentos y se sienten impunes.
Son “los rompefiestas”, una banda de delincuentes que, desde hace meses, actúa en Córdoba capital de forma impune.
El modus operandi es simple, pero arriesgado: ingresan a un predio o a una vivienda donde se celebra una fiesta importante y, sin que el número de víctimas que hay presentes sea un obstáculo, los reducen con violencia y les sustraen de todo, para luego escapar a toda velocidad. Actúan de noche y de madrugada, por lo general, los fines de semana.
Por caso, en junio habían copado una vieja casona de barrio Villa Rivera Indarte, noroeste de la Capital, donde se realizaba una importante fiesta privada.
El grupo delictivo volvió a actuar en las últimas horas.
El blanco fue una fiesta de cumpleaños que se desarrollaba en barrio Argüello, en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba. Sucedió el viernes, al filo de la medianoche. En la casa, había 50 personas.
“Me arruinaron la fiesta. Varios de mis conocidos ya sufrieron a esta gente o conocen a gente que ya los padeció. Parece que llevan tiempo haciéndolo... ¿La próxima vez que haga algo en casa voy a tener que contratar a un policía, acaso?”, dijo a La Voz , con bronca e ironía, Oscar Allevi, el dueño de casa que sufrió el ataque de la banda.
Oscar, contador público, cumplía 49 años y había decidido festejarlo con familiares y con amigos.
Eran las 23.30 del viernes y unas 50 personas, varios niños incluidos, se habían reunido en la vivienda ubicada en pasaje 42, a metros de la calle Albert Sabin al 6400.
“Nadie se mueve”
De pronto, alguien golpeó la puerta del garaje de la vivienda.
Cuando uno de los invitados abrió, se topó con un extraño que lo apuntaba y, detrás, varios encapuchados.
En fila, el grupo se metió en el hogar de forma violenta.
“Empujaron y entraron. Fue algo muy feo. Por como actuaron, se nota que eran profesionales y que ya lo han hecho otras veces. No eran ningunos improvisados”, comentó el dueño de casa, quien resultó con algunos golpes cuando quiso resistirse. “Me pegaron en la cabeza y me dijeron que mire al piso”, contó.
Otros dos invitados también fueron golpeados; uno de ellos terminó con cortes en la cabeza.
“Por suerte, no les hicieron nada a las mujeres... Aunque, bueno, a una chica la tomaron del pelo... Fueron violentos, pero actuaron serenos, dentro de todo. Se notaba que sabían hacerlo. Podría haber sido peor”, remarcó Allevi.
En segundos, la banda copó la vivienda y redujo a todos los presentes, para luego comenzar a apoderarse de billeteras, carteras, dinero, celulares, relojes, cadenitas. Botines de poco tamaño y fáciles de transportar.
El robo fue rápido, preciso y no duró más de cinco minutos.
Sin embargo, al parecer, algo intranquilizó a la banda, por lo que decidió escapar.
Unos vecinos, alertados por los extraños movimientos y algunos gritos, alcanzaron a ver que parte del grupo escapó en un Peugeot 207 gris. No está claro cómo huyó el resto de la banda.
La Policía llegó tarde
La Policía, a pesar de que la Comisaría 14 bis está a pocas cuadras y fue alertada por un vecino, llegó unos 20 minutos después.
“Mejor que la Policía llegó tarde. Si hubieran venido cuando estaban los tipos, no sé qué hubiera pasado. Mirá si tomaban rehenes”, expresó el dueño de casa, quien ya sufrió otro violento asalto hace poco más de un año.
Vecinos del sector comentaron que, más allá de este episodio puntual, desde hace tiempo se vienen registrando robos contra viviendas particulares.
Otra celebración trunca
A principios de junio, la banda cometió un importante robo en una vieja casona de barrio Villa Rivera Indarte, donde se desarrollaba la “fiesta del trabajador aduanero”. Aquella madrugada, cinco delincuentes (la mayoría encapuchados) armados redujeron mediante amenazas y golpes con culatas de las armas a una importante cantidad de invitados. Se calcula que las víctimas fueron 60. Los ladrones, bien vestidos, se apoderaron de celulares, de billeteras y de carteras, y hasta prendas. Al parecer, se movían en dos vehículos, en cuyo interior había cómplices. Los encapuchados se desplazaron rápido y con agilidad.
Con información de
lavoz
