CÓRDOBA
Le rompieron la nariz a una inspectora municipal en una fiesta de 15
Lunes 17 de
Octubre 2016
Una fiesta de 15 en Caroya terminó con una empleada municipal seriamente lesionada y varios jóvenes menores de edad detenidos.
Durante la madrugada del pasado domingo, alrededor de las cinco, dos inspectores municipales de Caroya se acercaron hasta el club Juventud Agraria Colón donde se desarrollaba una fiesta de 15 años para notificarles a los responsables de la fiesta que el horario permitido era, precisamente, las 5.
La música se bajó, se comenzó a desarmar el festejo, pero fuera del salón se armó un escándalo de proporciones.
En forma simultánea, se armaron dos o tres peleas entre invitados de la misma fiesta y ante la imposibilidad de desarticular los forcejeos los inspectores decidieron llamar a la Policía para ayudar en la disuasión.
Cuando la fuerza policial llegó, una adolescente totalmente exaltada increpó a la inspectora Pilar Góngora (50) por haber llamado a la fuerza de seguridad y le dio dos violentas trompadas.
El primer golpe le quebró el tabique nasal y el segundo le provocó una lesión a nivel ocular y la agente municipal tuvo que ser trasladada a un servicio asistencial en la ciudad de Córdoba donde todavía no tiene pronóstico sobre su lesión ocular.
La agresión a Góngora no quedó allí sino que comenzaron a amenazarla y a decirle que sabían dónde vivía, quiénes eran sus hijos, y que le iba a pasar de todo por haber avisado a la Policía.
Violencia
La pelea no quedó allí ya que otro grupo de adolescentes se reagrupó, se armó de piedras y comenzaron a apedrear a los policías que trataban de imponer el orden. Recién con la aparición de refuerzos, pudieron detener a los agresores, aunque la mayoría de ellos no tenía la mayoría de edad.
Incluso, uno de los menores fue trasladado al Hospital Regional Vicente Agüero donde también protagonizaron otro escándalo agrediendo a médicos y enfermeras, mientras golpeaban puertas e insultaban al personal de la guardia.
“Nuestra sospecha es que en esa fiesta hubo algo más que alcohol por el nivel de exaltación que tenían los chicos. Estaban fuera de sí. Nunca en estos últimos 12 años desde que trabajo en Inspección tuvimos un caso de agresión física a uno de nuestros trabajadores. Nos deja profundamente preocupados la situación”, señaló el jefe de Inspectores, Matías Roldán.
Con información de
lavoz
