CÓRDOBA
Complejo Esperanza: empleados van a juicio por la muerte de un interno en una "sala de reflexión"
Martes 15 de
Noviembre 2016
Se los acusa de haber ignorado los antecedentes de autoagresión del chico y de no vigilarlos durante una sanción.
En febrero y en abril de 2015, Nicolás Peralta (16) ya había intentado suicidarse cuando lo enviaron a una suerte de celda de castigo. Había anunciado que volvería a hacerlo si regresaba a allí, lo que finalmente ocurrió, con final trágico.
Ocurrió el 1° de mayo de ese año, durante la madrugada. A las 6.33 de ese día, los guardias entregaron el libro del servicio sin novedades: sin haberse percatado siquiera que el adolescente se había quitado la vida.
Desde un principio, la familia del chico, "en conflicto con la ley penal" y por eso internado en el Complejo Esperanza de Campo de Bouwer, descreyó del suicidio.
El fiscal Alfredo Villegas llevó a cabo una investigación y ahora envió la citación a juicio de los empleados de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), porque consideró que no se tomaron los recaudos necesarios para preservar la vida del chico.
"La acusación no es sólo por la muerte privada de esa libertad, sino esos antecedentes que obligan a extremar los recaudos para cuidarlos. En pocos meses, entre febrero y abril, había tenido episodios de autoagresión y había dicho que si lo volvían a mandar a ese lugar volvería a autoagredirse", dijo el fiscal a La Voz.
Aislado y sin vigilancia
¿Dónde estaba Peralta? En una celda de castigo o -al menos en los hechos- de aislamiento.
"En algún momento del trámite se habla de que llevan a 'una sala de reflexión'. Es en realidad una celda, como castigo, porque le habían encontrado un elemento punzocortante", explicó el fiscal.
Al frente no había nadie que pudiera observarlo. Otras celdas del mismo pasillo sí estaban ocupadas, pero no nadie controló qué ocurría con Peralta.
"Que lo hayan enviado a ese lugar son cuestiones disciplinarias propias de la institución, pero lo cierto es que con esos antecedentes debió tomarse algún recaudo, o al menos dar información a la guardia", dijo el fiscal Villegas.
Por esa razón, tres empleados que son "segundos responsables de gestión" fueron imputados por homicidio culposo. Otro trabajador, el responsable de gestión, estuvo al tanto, según la instrucción, y no adoptó u ordenó medida alguna.
Luego, los cinco empleados a cargo de la guardia fueron imputados por "omisión de los deberes de oficio". Cuatro de ellos no hicieron los recorridos. Otro se había retirado del lugar sin autorización y haber entregado el libro de guardia “con todos los jóvenes del sector en aparente buen estado de salud”.
La reacción oficial
Cuando se conoció la muerte, la Senaf difundió un comunicado en el que se brindó la versión oficial de lo ocurrido.
"Por causas que se tratan de establecer, el jóven tomó la decisión de autoagredirse colgándose de una sábana. Estaba alojado en el centro socioeducativo desde el 23 de diciembre del año pasado. Sus familiares ya fueron informados del lamentable suceso (...) Nicolás estaba escolarizado en nivel primario y participaba de los talleres de comunicación (los miércoles), granja (lunes y jueves) y coro (los viernes)", se consignaba.
Con información de
lavoz
