CÓRDOBA
Tenía libertad condicional y mató en un asalto
Viernes 09 de
Diciembre 2016
El crimen ocurrió en 2015. La víctima fue Wilson Benjamín Romero.
En la madrugada del 6 de junio del año pasado, Mauro Elías Montoya (20) y Wilson Benjamín Romero (21) caminaban por calle Chicalcó, a pocos metros de la plaza Evita, en Villa Allende Parque, cuando dos jóvenes armados se bajaron de un auto para robarles lo poco que llevaban encima.
Mientras uno le robaba el celular y la billetera con 300 pesos a Montoya, el segundo delincuente amenazaba a Romero con un revólver calibre 22 y le exigía que le entregara su teléfono.
Como el joven intentó resistirse, tras un breve forcejeo, el ladrón le disparó en la sien desde muy corta distancia.
Romero cayó desplomado y antes de marcharse, los delincuentes terminaron por quitarle el celular.
Aquel violento asalto callejero, ocurrido en el extremo noroeste de la ciudad de Córdoba, ahora tendrá a tres jóvenes sentados en el banquillo de los acusados en la Cámara 1ª del Crimen, en el edificio de Tribunales II de la ciudad de Córdoba.
El juicio comenzará el próximo lunes y la familia de Romero pugnará por agravar la carátula: de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego a homicidio criminis causae (matar para lograr impunidad por el robo), que supone una condena perpetua.
“Mi hijo conocía a uno de los que les robó esa noche. Por eso lo matan”, asegura Marta Iriarte, la mamá de Benjamín.
Su abogado, Mario Gregorio, profundiza en el mismo análisis: “Desde la instrucción sostenemos que hay elementos para cambiar esta carátula. En esa dirección vamos a ahondar durante el juicio”.
En concreto, sospecha que Benjamín reconoció a quien lo asaltaba y este lo mató para que no lo denunciara.
Está previsto que los testigos declaren durante todos los días de la próxima semana.
Los acusados son Federico Daniel Ávila Díaz (18) y Matías Mauricio Sánchez (20), quienes deberán responder por el presunto delito de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego, y Braian Daniel Guerra (18) y Diego Gastón Campos (18), imputados como supuestos autores de partícipes necesarios de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego.
Además, una adolescente de 17 años está acusada de encubrimiento: se sospecha que compró uno de los celulares robados.
A este juicio no ingresará Campos, ya que su defensa presentó un recurso judicial que todavía no fue resuelto.
Libre y sin control
Según la instrucción de la causa, liderada por el fiscal Rubén Caro, Ávila Díaz y Sánchez fueron los que aquella madrugada se bajaron del Ford Orion gris y encararon a los dos jóvenes para robarle.
En tanto, Guerra, Campos y una joven no identificada se quedaron aguardando arriba del auto.
De acuerdo al expediente, Sánchez sería el que mató a Romero.
Y es en este punto donde aparece otro dato que no deja de indignar a la familia del joven asesinado: sucede que este sospechoso estaba en libertad condicional al momento del crimen.
Acusado de haber participado en un secuestro virtual (extorsión en grado de tentativa), Sánchez había sido liberado a fines de 2014, luego de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) hiciera lugar a un recurso de Casación presentado por su abogada.
Al volver a la calle, el 23 de diciembre de aquel año, el TSJ ordenó que cumpliera con una serie de condiciones, como presentarse todos los meses, entre el 1 y el 5, ante la Justicia.
Sin embargo, antes del crimen de Benjamín, Sánchez sólo cumplió dos veces con este requisito. Y tampoco cumplió con los peritajes psiquiátricos que se le habían ordenado. Pero continuó en libertad.
Recién fue detenido cuando se sospechó que había matado al joven en el asalto callejero.
El 12 de agosto de 2015, en la Cámara 1ª del Crimen fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión efectiva por aquel secuestro virtual.
Ahora, se enfrentará a una condena mayor.
“Estaba en libertad condicional y jamás lo controlaron”, se queja la madre de Benjamín y resume toda la impotencia de una familia.
Con información de
lavoz
