SANTA FE | ROSARIO
Imputan a un falso policía de 17 casos de violación
Miércoles 14 de
Diciembre 2016
Un hombre de 40 años, que trabajaba de locutor en una radio en San Nicolás, está acusado de violar a jóvenes pobres de la zona oeste y norte de Rosario. Se hacía pasar por agente de Drogas Peligrosas.
Luis Marcelo E. se vestía con uniforme de policía y en un auto con vidrios polarizados iba en busca de adolescentes en los barrios pobres de las zonas oeste y norte de Rosario, donde simulaba detenerlas y luego abusaba de ellas. Ayer, fue imputado de 17 casos de abuso sexual, en una investigación que llevó más de dos años, luego de que las víctimas reconocieran a este hombre de 40 años como un violador serial.
Luis Marcelo E. estaba detenido por un caso de violación desde agosto pasado. Pero fue a partir de otras causas conexas y a través de una investigación que incluyó exámenes de ADN, imágenes de cámaras, de prendas secuestradas, que se determinó que violó y abusó de otras 17 jóvenes, todas del mismo sector social, entre abril de 2014 y abril de 2016.
El 20 de agosto Luis Marcelo E. fue detenido en Soldini en un Fiat Duna gris donde iba con su pareja y tres hijos. Estaba viviendo en la ciudad de San Nicolás donde trabajaba en una radio. Como no usaba preservativo, la prueba de ADN dio positivo en los seis casos en los que se pudieron tomar muestras biológicas a las jóvenes abusadas. Además de esa prueba irrefutable, también fue reconocido por víctimas.
Tras las rejas
Este hombre fue imputado por la fiscal Carla Cerliani, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, por “abuso sexual con acceso carnal”, en algunos casos con agravantes como uso de arma, por lo que el juez Juan Andrés Dónnola dictó la prisión preventiva sin plazo para el acusado.
Las víctimas tenían entre 16 y 25 años. Estas jóvenes eran interceptadas durante la tarde por este hombre que se hacía pasar por policía de Drogas Peligrosas de Santa Fe y se trasladaba en algunas ocasiones en un Chevrolet Corsa, con vidrios polarizados.
Cuando paraba a las chicas les decía que era policía y que había una denuncia en su contra vinculada con la venta de drogas o que debían ser testigos de un procedimiento. Entonces les ordenaba que subieran al auto para trasladarlas a la comisaría. Luego, las llevada a un descampado y abusaba de ellas, bajo amenaza de matarlas o tirarlas al río.
En agosto pasado, una menor de 14 años fue la última víctima de violación de este hombre de 40 años, y su testimonio fue vital para desenmascarar a este falso policía violador. Porque la chica lo filmó con su celular cuando la llevaba obligada en el auto a un descampado del barrio Toba, en la zona oeste, donde abusó de ella.
En su momento, la tía de la menor contó que su sobrina salió de la escuela a la tarde y cuando iba para su casa fue interceptada por un patrullero en Avellaneda y Garibaldi. El falso policía revisó la mochila de la niña y le dijo que realizaba un procedimiento en busca de drogas. La chica, según el relato de su familiar, caminó una cuadra y se detuvo frente a ella un auto con vidrios polarizados, en el que iba el falso policía -se sospecha que con otro hombre-, que la obligó a subir al vehículo.
Dentro del auto, la menor activó la cámara de su celular y filmó cuando la trasladaba hasta Maradona y Rouillón, conocido como el barrio Toba, donde en un descampado la golpeó y abusó.
Los hábitos
En los casos analizados e investigados, el supuesto violador actuaba en una franja horaria que va desde las 17.30 hasta las 20 y la mayoría de los ataques se concretaron en la zona oeste y noroeste de Rosario. Los abusos se llevaron a cabo dentro de un vehículo o en un descampado.
Según las fuentes judiciales, el abusador elige a sus víctimas por su condición social, la mayoría de extrema vulnerabilidad.
Otro de los casos que fueron investigados ocurrió en la madrugada del 28 de mayo del año pasado. Una chica de 19 años dejó asentado en la subcomisaría 24ª de Empalme Graneros que en los primeros minutos de la madrugada de ese día fue abordada en Juan José Paso y Argerich, cuando regresaba a su casa, por un hombre que le aseguró que era policía y le dijo que estaba detrás de una pareja que vendía estupefacientes en la zona, por lo cual ella tenía que reconocerlos. El hombre se dirigió hasta un descampado en Granadero Baigorria, donde sacó un arma, la amenazó, comenzó a manosearla y la hizo desvestir. Luego abusó de ella.
Con información de
ellitoral
