25 DE ABRIL 2024
SANTA FE | RECREO
"Robaron, rompieron y hasta defecaron en nuestra casa"
Viernes 13 de
Enero 2017
Las víctimas son un matrimonio de docentes que vive en Recreo Sur. “Denunciamos todo pero no tuvimos respuestas”, dijeron.
Claudia Alegre (38) y Claudio Gómez (41) son un matrimonio de docentes que hace un tiempo decidió irse a vivir a Recreo Sur, donde, con esfuerzo y sacrificio, fueron levantando una vivienda de material.
Pero de un tiempo a esta parte, el sueño de una vida en común se transformó en pesadilla, debido a que un grupo de malvivientes los tomó “de punto”.
Robos y acciones vandálicas se fueron sucediendo contra dicho inmueble (ubicado en calle Las Rosas, 150 metros al oeste de la Ruta Nacional 11), en una escalada delictiva que parece no tener fin.
* “El primer robo fue el 5 de diciembre”, comenzó diciendo Claudia a El Litoral. “Esa vez entraron y rompieron muchas cosas. Placas durlok y algunos mobiliarios. También me robaron la grifería y los sanitarios. A partir de entonces, pese a que la casa no está terminada, decidí venir a dormir acá. Me traje un colchón y me quedé”.
* “Pero lo peor sucedió este domingo. Yo salí de casa a las 9.30 y media hora después entraron. Forzaron una ventana y se metieron. Nos llevaron un televisor, una desmalezadora, gran cantidad de ropa, zapatos, electrodomésticos, ollas, en fin... de todo.
Tras enumerar todas pertenencias que les fueron sustraídas, Claudia narró que “el freezer lo habían desenchufado, pero algo hizo que no se lo llevaran. También me llevaron productos de perfumería y cosméticos, que yo vendo de manera particular, como para ayudar a la economía familiar”, comentó.
Índice de maldad
* “Lo que más me duele es la maldad de esta gente -continuó-. El domingo defecaron en medio del comedor. Tiraron cosas y rompieron todo. Desparramaron yerba y harina en el suelo, hicieron un desastre. Además comieron lo que había en la heladera. No entiendo que sean tan malditos. Hasta el día de hoy no puedo sacar el olor a materia fecal, pese a que tiré ‘toneladas’ de lavandina. El colchón que tengo para dormir como no lo pudieron llevar, entonces lo cortaron todo”.
Sin respuesta
* “Me indigna esta situación, porque nosotros hicimos la denuncia pero no hubo respuesta. La policía ya tiene unos sospechosos, son unos tipos de entre 18 a 20 años. Pero no los detienen, porque el juez todavía no autorizó el allanamiento, es lo que nos dice la policía. A todo esto ya pasaron cuatro días y mis cosas, quién sabe dónde estarán”, se quejó.
“Encima de todo, frente a nuestra casa hay un gran terreno, en estado de abandono, el que es utilizado por los delincuentes como refugio, y además para ‘fondear’ las cosas que roban. Hace poco, la policía requisó el lugar pero no encontraron nada.
“Lo que pedimos es que por favor alguien venga a desmalezar. Por las noches esto es tierra de nadie y los cosas se están poniendo muy feas”, cerró.
Pero de un tiempo a esta parte, el sueño de una vida en común se transformó en pesadilla, debido a que un grupo de malvivientes los tomó “de punto”.
Robos y acciones vandálicas se fueron sucediendo contra dicho inmueble (ubicado en calle Las Rosas, 150 metros al oeste de la Ruta Nacional 11), en una escalada delictiva que parece no tener fin.
* “El primer robo fue el 5 de diciembre”, comenzó diciendo Claudia a El Litoral. “Esa vez entraron y rompieron muchas cosas. Placas durlok y algunos mobiliarios. También me robaron la grifería y los sanitarios. A partir de entonces, pese a que la casa no está terminada, decidí venir a dormir acá. Me traje un colchón y me quedé”.
* “Pero lo peor sucedió este domingo. Yo salí de casa a las 9.30 y media hora después entraron. Forzaron una ventana y se metieron. Nos llevaron un televisor, una desmalezadora, gran cantidad de ropa, zapatos, electrodomésticos, ollas, en fin... de todo.
Tras enumerar todas pertenencias que les fueron sustraídas, Claudia narró que “el freezer lo habían desenchufado, pero algo hizo que no se lo llevaran. También me llevaron productos de perfumería y cosméticos, que yo vendo de manera particular, como para ayudar a la economía familiar”, comentó.
Índice de maldad
* “Lo que más me duele es la maldad de esta gente -continuó-. El domingo defecaron en medio del comedor. Tiraron cosas y rompieron todo. Desparramaron yerba y harina en el suelo, hicieron un desastre. Además comieron lo que había en la heladera. No entiendo que sean tan malditos. Hasta el día de hoy no puedo sacar el olor a materia fecal, pese a que tiré ‘toneladas’ de lavandina. El colchón que tengo para dormir como no lo pudieron llevar, entonces lo cortaron todo”.
Sin respuesta
* “Me indigna esta situación, porque nosotros hicimos la denuncia pero no hubo respuesta. La policía ya tiene unos sospechosos, son unos tipos de entre 18 a 20 años. Pero no los detienen, porque el juez todavía no autorizó el allanamiento, es lo que nos dice la policía. A todo esto ya pasaron cuatro días y mis cosas, quién sabe dónde estarán”, se quejó.
“Encima de todo, frente a nuestra casa hay un gran terreno, en estado de abandono, el que es utilizado por los delincuentes como refugio, y además para ‘fondear’ las cosas que roban. Hace poco, la policía requisó el lugar pero no encontraron nada.
“Lo que pedimos es que por favor alguien venga a desmalezar. Por las noches esto es tierra de nadie y los cosas se están poniendo muy feas”, cerró.
Con información de
ellitoral
